23 de febrero de 2013

Apostilla ferroviaria

Como un mínimo aporte que puedo hacer a lo que ya se ha dicho tan brillantemente en otros posts de este día (y a los cuales enlacé en mi modesto rincón de la Web con los debidos créditos), me permito relatarles una modesta anécdota del habitual recorrido que hago para volver a casa desde la terminal ferroviaria de Retiro en el día de ayer, primer aniversario del cromañón ferroviario de Once.

Al margen de que el tren saliera media hora tarde porque aparentemente ahora sólo salen servicios cada cuarenta minutos o algo por el estilo, cuando llegué a mi estación de destino y me dispuse a bajar, me percaté de que había un olor particularmente desagradable en el aire.

Miro al suelo y veo un montón de manchones marrones y pegajosos sobre el suelo, con toda la pinta de haber sido pisados una y otra vez.

Era mierda. Materia fecal. El Número Dos. "Caca", si queremos ser tiernos.

Y no era de perro. Era bien humana.

Algún humanoide había sentido la urgencia de cagar mientras viajaba, y olvidando por completo el gran avance en el desarrollo humano que supone la capacidad de controlar el esfínter, se mandó a cagar cual animalito en el vagón de tren.

Así nomás. Sin atenuantes.

¿De qué cambio de clase política me vienen a hablar como solución cuando tenemos humanos (llamarlos "gente" les queda grande) que como animalitos silvestres cagan donde se les da la gana y ni siquiera tienen el mínimo de decencia de disponer de lo defecado para no joder a otros?

Es ya un lugar común pensar que Argentina es un país con gente de mierda. Es triste comprobar que es literalmente así.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Por motivos de trabajo estuve varias veces, y por bastante tiempo en Rusia. Ahí podés ver el mismo tipo de cosas. Gente que caga y mea en cualquier lado, y nadie que se ocupe de limpiar. La Gran diferencia es que si te prende la OMOH te recaga a patadas y vas un rato en cana. También ves infraestructura desbastada y gente que la usa jugándose la vida todos los días, o Ferraris a 300 km en caminos donde no se puede ir ni a 100. Alla me parece que igual que acá y como dice en un post previo se perdió la capacidad de generar riqueza, salvo para las mafias que se valen del estado y del esfuerzo popular para hacer la suya.

VdB

Max A Secas dijo...

VbD, tengo un gran amigo Finlandes que vivio aca bastante y me decia que hay mucho en comun con Rusia. Principalmente esto que decis que lo publico es de nadie, el dia a dia es salvese quien pueda, y el estado no es un ente regulador o protector sino otro jugador que si le conviene te caga. Muchas cosas en comun.

Anónimo dijo...

Mayor Paine, tremendo lo que contaste. Y estamos hablando de un tren que muchos catalogan (equivocadamente) como "el mejor".

El jueves de esta semana posteé esto en mi FB:

"¡Gran oportunidad! Le presentamos el trayecto más largo del mundo llevado a cabo por un tren metropolitano:

¡Viaje de Retiro a Zona Norte en dos horas! Sí, leyó bien: dos horas para volver a casa después de trabajar o hacer de cuenta que uno trabaja.

Eso sí: no hace falta que pague boleto, total, a nadie le importa si usted es pasajero o intruso. ¡Esto es un servicio gratis porque ahora los trenes son del pueblo!

Y si no está satisfecho con esta oportunidad, llene el álbum de certificados de atraso de trenes y gane una visita guiada al "shopping a cielo abierto" de Retiro, único en el mundo."

Andrés

Anónimo dijo...

Como si fuera poco, en ese trayecto el tren se quedó detenido en Belgrano porque no funcionaban los frenos (¡Vaya casualidad!) y tuvieron que bajar a todos los pasajeros (en realidad me enteré a través del boca a boca que ese tren no tenía frenos), pero el tren no podía salir hasta que no se bajase una señora que a los gritos se negaba a dejar su asiento, y eso que subieron dos policías varones para bajar al pasaje.

Andrés

Mayor Payne dijo...

Yo me hinché las pelotas del Mitre para ir a laburar, Andrés. Me pudrí de demoras de quince minutos en llegar a la estación que nadie te avisa, me pudrí de escalas de cinco minutos en cada estación que toca, me pudrí de viajar a paso de hombre, me pudrí de que haga tres paradas en esa tierra de nadie que recorre entre la estación de la mezquita y Retiro.

A la ida pasé a tomar el colectivo, y eso que caminando y todo llego 15 minutos antes al laburo (a 10 cuadras de Retiro) que lo que le toma al tren llegar a la terminal. A la vuelta no tengo opción salvo el tren, porque el bondi es una tortura, así que viajo con las demoras acostumbradas, las escalas imprevistas, los trenes del orto que se vienen abajo, y ahora los soretes reales de los soretes morales.

Y es la línea Mitre, que como vos bien decís es tomada por la mejorcita.

"Revolución ferroviaria", my fascist ass.

Alecleamas dijo...

Estoy tramitando la visa a Zimbawbe...

Nicolás dijo...

Ya lo dije, nuestra única esperanza es que las naciones se apiaden y arrasen esta caricatura de país.

carancho dijo...

Camino a Uganda...

Tha Smilin' Leprechaum dijo...

"Argentina, un país con buena gente (de mierda)".

Anónimo dijo...

Lamentable, pero cierto. Coincido con esa expresión, que hago extensiva a todos los argentinos: "llamarlos gente les queda grande". Para que el cerebro del argentino medio cambie, antes la sociedad entera debe pasar por el infierno. Por eso apuesto a que esta vez al peronismo no lo salve nadie de de la hecatombe pueda salir algo mejor - Juan