20 de noviembre de 2014

El suicidio de Renovación Nacional


 El pasado le incomoda a la derecha, porque han actuado a la defensiva. De ahí que ambos partidos que le dicen representar, estén punto de suicidarse o de dispararse a los pies. Les incomoda porque no han querido rebatirle a la Izquierda asumiendo el ‘relato’ de ésta, ya sea la Unidad Popular, ya sea el Gobierno Militar y los derechos humanos.


 Cuando asumió el Gobierno Militar buscó inspiración en el ministro Diego Portales, quien fue el responsable que Chile no cayera en el caudillismo y anarquía que sumió a las repúblicas hispánicas, luego que se independizaran de España. Su impronta se conoció como “el orden portaliano”. El general Pinochet admiraba el gobierno conservador de Manuel Montt, el cual trajo orden y prosperidad en el siglo XIX.


  Los actuales partidos de derecha la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) nacieron bajo el Gobierno Militar, recogiendo la labor libertaria al evitar que Chile cayera en el comunismo y liberadora de la economía. La antigua derecha de hasta el 11 de septiembre de 1973 era mercantilista en lo económico y partidaria de la democracia liberal. Gracias a los militares y los ‘Chicago Boys’ se volvieron capitalistas y defensores de la economía de mercado.

  El actual Partido de Renovación Nacional se siente heredero del viejo Partido Nacional que duro hasta septiembre de 1973, que agrupo a los partidos conservador y liberal, que fueron diezmados por la Democracia Cristiana, luego de haber apoyado a Eduardo Frei Montalva. Muchos de sus militantes más viejos vienen de ahí.

  Los expertos electorales parlamentario y dirigentes regionales de RN por lo que pretenden hacer, es que no han sabido interpretar la derrota parlamentaria y presidencial que sufrieron justamente hace un poco más de un año. El partido de Renovación Nacional en el próximo consejo general va certificar su muerte en la política el 22 y 23 de noviembre al eliminar la referencia hacia el 11 de septiembre de 1973. Los políticos que están empeñados en esa locura son los senadores Andrés Allamand y Alberto Espina; el ex ministro de Justicia, Teodoro Ribera; Germán Becker y Paulina Núñez; los presidentes regionales como Carlos Gómez (V Región), Frank Sauerbaum (VIII) y Mario Alvear (Región Metropolitana). Y la actual directiva.


 Mientras escribo este post, en el sitio de Renovación Nacional sacaron la Declaración de principios que tenían y que decía así : “Renovación Nacional destaca el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Orden, cuyo origen y gloriosas tradiciones se identifican con el surgimiento y defensa de la chilenidad a través de toda su historia. Incluida su acción libertadora del 11 de septiembre de 1973, que salvó al país de la inminente amenaza de un totalitarismo irreversible y de la dominación extranjera, culminando así una valiente resistencia civil y recogiendo un clamor popular abrumadoramente mayoritario".

 Se nota, además, que el representante de la Generación Pérdida, Andrés Allamand, el demagogo de Alberto Espina y a la actual directiva de ese partido le fue indiferente el inserto de la Cámara de Diputados de Agosto de 1973, que pusieron de sus propios bolsillos los militares en retiro, durante el último septiembre. En la nueva declaración de Principios omiten el artículo en que reconoce la labor libertadora de las Fuerzas Armadas y de Orden contra el intento totalitario del gobierno de Salvador Allende. Según “el estadista” Allamand, “la referencia al 11 de septiembre ni a hechos históricos determinados se justifica en una declaración de principios que apunta a la inspiración ideológica permanente de una colectividad. Por lo demás, de hacerlo, también habría que incluir nuestra condena a las graves violaciones a los derechos humanos que tuvieron lugar en el régimen militar. Será un tema a debatir, pero ha llegado el momento de zanjar el asunto de una vez". Ni siquiera la Izquierda reconoce las sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas por la Unidad Popular y por los grupos terroristas del Mir y el FPMR. Cuando habla de los ‘derechos humanos’ es desde la óptica de la Izquierda.


En democracia, desde 1990 se les está violando los derechos humanos a los militares, ya sea negándoles la Ley de Amnistía y los principios de Estado de Derecho como el pro reo, entre otros. Hay que recordar que la administración anterior, les negó hasta el indulto humanitario a los reos de Punta Peuco. ¡De qué derechos humanos está hablando el oportunista y abogado Allamand! ¡Y qué decir de la promesa en el Club Español sobre el Estado de Derecho y el debido proceso que hizo el ex militante de ese partido, Sebastián Piñera! Y así y todo, Renovación repite los clichés de la Izquierda sobre los derechos humanos. Tanto es así que antes que estuviese la actual directiva la anterior había manifestado “su rechazo frontal y total” a las violaciones a los derechos humanos. No se le pueden pedir al olmo, ya que RN cuenta en Instituto Nacional de los Derechos Humanos con el consejero y “experto” en esos mencionados derechos a Miguel Luis Amunátegui. De acuerdo con estatuto de INDH solamente los agentes del Estado cometen genocidio y exterminio, no los terroristas o revolucionarios leninistas maoístas marxistas. Se puede desprender, asimismo, que el libro del abogado Adolfo Paul Latorre Procesos sobre violación de Derechos Humanos les ha sido totalmente indiferente, sobre todo, a los abogados metidos en política de ese partido. Pues, como dice en una carta al lector : “…que evidencian de modo irrefragable cómo la mayoría de nuestros jueces, al juzgar a los miembros de las FF.AA. y Carabineros, han abusado de sus facultades jurisdiccionales y, sobre el texto explícito de la ley, han impuesto arbitrariamente su voluntad. En dicho libro aparece cómo nuestros soldados están siendo víctimas de ilegalidades e injusticias a través de sentencias pronunciadas por magistrados que aplican torcidamente la ley. El odio sembrado con fecundidad en nuestro Chile desde fines de los años 60 y comienzos de los 70 ha relegado al olvido el hecho histórico indesmentible de que nuestras FF.AA. y de Orden, por esencia garantes del orden institucional, el 11 de septiembre de 1973 se vieron en el deber ineludible de asumir el gobierno (que a la sazón era un desgobierno), con el solo propósito de evitar una guerra civil, restaurar la democracia y el orden político y social quebrantados, lo que cumplieron”.


 Hay que recordar que el actual senador Allamand durante la Unidad Popular se cambió del elitista colegio de Saint George al Liceo José Victorino Lastarria de la comuna de Providencia, con el loable propósito de hacer su aporte en derrocar el gobierno de Salvador Allende, como lo cuenta en el libro novelado No virar a la Izquierda.

 Entre paréntesis. En la semana en que Europa celebraba la caída del Muro de Berlín el canal 13, específicamente el día martes hace un pequeño reportaje sobre los militares de Punta Peuco, en que el periodista repite el guion de la Izquierda: “Miguel Krassnoff heredó el anticomunismo de su madre”. ¡Qué manera de burlarse de los millones de víctimas del comunismo!

 Ambos partidos le dan importancia a los consumidores y emprendedores. El partido de Allamand y Espina aprobaron la Reforma Tributaria. En la nueva declaración de Renovación Nacional salen en defensa de los consumidores, de la familia (no obstante, haber apoyado el Acuerdo de Vida en Familia), contra los monopolios y oligopolios. Sin embargo, cuando fueron gobierno no hicieron nada para cambiarlos ni los oligopolios privados como los monopolios estatales como Enap. Les interesan esas cosas, mas no la defensa de una sociedad libre. Y esto último significa denunciar su contraparte tanto ayer como hoy, esto es, el totalitarismo de la Unidad Popular como de la Nueva Mayoría.

  Lo que brilla por su ausencia en los partidos de derecha, incluyendo a los llamados liberales desde 1990 hasta ahora es la defensa del Estado de Derecho. Si no defienden esto último con referentes a los militares, simplemente, se convierten cómplices activos y pasivos de las sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas en democracia contra una minoría que no puede defenderse. Después de todo, colaboraron con la creación de ‘jueces de derechos humanos’, aunque esa figura no existe, se han callado con la figura del ‘secuestro permanente’, y, por último, cuando un juez ha condenado a los militares por crímenes de lesa humanidad o un político de Izquierda ha hablado de ello, han preferido el silencio antes de rebatirlo, a sabiendas, que ese delito no es retroactivo.

 Tanto el liberal argentino Alberto Benegas Lynch como el conservador chileno, el historiador chileno, Gonzalo Rojas declaran basándose en el Acuerdo de la Cámara de Diputados de 1973, el derecho a rebelión, cuando un gobierno se sale de la ley y la Constitución. Igualmente, tanto José Piñera en su libro Una Casa Divida como Julio Bazán Álvarez en Lo Derrotó el Pueblo citan la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos. Se nota a que los militantes de Renovación Nacional no les intereso el libro que publicó el hermano del ex presidente Piñera.

 Por una parte, el ex ministro del Trabajo de Pinochet cita la siguiente parte de la Declaración: “Cuando una larga sucesión de abusos y usurpaciones, todos ellos encaminados de manera invariable hacia el mismo objetivo, revelan la intención de someter al pueblo al absoluto despotismo, es su derecho, es su deber, derrocar a tal gobierno y nombrar nuevos guardianes de su futura seguridad”. Por otra parte, Bazán Álvarez cita esta parte: “…el objetivo de todo gobierno es la garantía de los derechos del hombre; que todo gobierno debe obtener sus derechos con el consentimiento de los gobernados; que si un gobierno deja de garantizar estos derechos, el deber del pueblo estriba en modificarlo o abolirlo”. (Por cierto, cuando habla de ‘derechos’ se refieren a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, no a los “derechos sociales”).

 Desde 1990 el partido de Renovación Nacional se ha dedicado a desmantelar la institucionalidad que dejaron los militares para evitar el totalitarismo, entre otras cosas. Y así acabar la larga ‘transición a la democracia’, desde la óptica de la izquierda. Para hacer el suicidio más rápido, piensan ponerle fin al sistema binominal electoral. En realidad, ¿Alguien recuerda algo que haya hecho bien? Si hubiesen defendido el Estado de Derecho, no hubieran desaforado a su diputado y ex militar Rosauro Martínez.

  Lo mejor para la Derecha, no Centro Derecha, puesto que el llamado ‘centro’ siempre se inclina a la Izquierda, es que el partido de Renovación Nacional desparezca. Tanta cobardía moral y intelectual no tiene nombre. Es mejor enfrentarse al mal que optar por el mal menor. Así los políticos apaciguadores darán paso a nuevos actores de Derecha que sepan hacer lo que no hicieron en estos 24 años.

1 comentario:

parcass dijo...

Ojala vieran a la Argentina,eso es minimo comparado con el desastre que es esto.

Saludos