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Hoy la ex
Concertación junto con el actual Presidente va a celebrar el triunfo de la
opción “NO” del plebiscito de 1988. En estos veinte y ocho años hemos escuchado
que los opositores del Gobierno Militar las frases: “luchamos por la
democracia” o “recuperamos la democracia”. Lo que implica que el otro lado no
cuenta. Para que asombrarse si eso ha sido la tónica de estos años, a saber,
contar medias verdades y negar la verdad histórica. Y esta últimas significa
mostrar las dos caras de la moneda. Si muestran la otra cara de la moneda,
todas las mentiras que han contado se disuelven como un vampiro ante la luz.
Hay que rememorar que los partidos contrarios
al Gobierno Militar fueron principalmente la Democracia Cristiana, el Partido
Socialista y los otros grupos de la fracasada Unidad Popular, que luego
formaron la Concertación de los Partidos por la Democracia. Más un pequeño
grupo de derecha y cuyos nombres nadie se acuerda. Todos ellos dicen: “luchamos por la
democracia”. Es falso.
Los
partidos y movimientos de la Unidad Popular destruyeron la democracia liberal
que había en ese momento, para sustituirla por la dictadura del proletariado:
el Partido Socialista, el Mapu, la Izquierda Cristiana y el grupo terrorista
Movimiento de Izquierda Revolucionaria conocida por sus siglas Mir. Dicha gente
no solo destruyo el sistema político, sino también la economía. Chile era como
la Venezuela actual incluyendo a los cubanos metidos. Para empeorar más
situación se había llegado un punto en que los chilenos ya no podían convivir
unos con los otros. No se podía respirar. Y eso queda resumido en las palabras
de Eduardo Frei Montalva: “Nada puedo hacer yo, ni el Congreso ni ningún civil.
Desgraciadamente, este problema se arregla con fusiles…les aconsejo plantear
crudamente sus aprensiones, las que comparto plenamente, a los Comandantes en
Jefe de las Fuerzas Armadas, ojalá hoy mismo”. Gracias únicamente a la
izquierda estábamos ad portas de una guerra civil, que costaría un millón de
muertos, según confesó el guerrillero del Mir, José Liendo o Comandante ‘Pepe’
a la periodista Nena Ossa. También hay que agregar las fuerzas de choque tenía
la Unidad Popular y el ejército paralelo de entre ocho mil y diez mil hombres.
La
izquierda chilena desechó o tiro por la basura la democracia liberal, que ellos
llamaban despectivamente ‘democracia burguesa’ y optó, además, por la violencia
o la vía armada. Este último punto es importante recordarle, pues en la famosa
canción de ‘La Alegría ya viene’ usada por la opción ‘NO’ hay verso que dice:
“Terminemos con la muerte,
Es la oportunidad de vencer la violencia,
Con las armas de la paz.
Porque creo que mi Patria necesita dignidad.
Por un Chile para todos, vamos a decir que no”.
Es la oportunidad de vencer la violencia,
Con las armas de la paz.
Porque creo que mi Patria necesita dignidad.
Por un Chile para todos, vamos a decir que no”.
Con eso
querían decir que el Gobierno Militar promovía la violencia, cuando era en
realidad los grupos terroristas: el Mir,
el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) brazo armado del Partido
Comunista y el Frente Lautaro. Después que el general Augusto Pinochet entregó
el poder, o sea, en democracia, asesinaron al senador Jaime Guzmán. Puesto que
la izquierda puede ajusticiar a quien se les da la gana, asesinaron a militares que habían trabajado en los
organismos de seguridad. Secuestraron a
Cristián Edwards, hijo del empresario Edwards, dueño del diario El Mercurio.
Otra
muestra que la violencia continúa por parte de la izquierda, es la amenaza que
ha recibido el Café Torres de Santiago por parte del Partido Comunista, si
ponen el nombre del general Augusto Pinochet junto con los demás Presidentes
que han pasado por La Moneda.
La
Democracia Cristiana tampoco puede decir que “ellos lucharon por la
democracia”. No sé por qué omiten siempre ya sea los medios, los políticos y
los académicos, que el partido de Eduardo Frei Montalva dio sus votos para que
fuese electo en la elección presidencial de 1970, al marxista Salvador Allende.
No existía la segunda vuelta o balotaje. Así que la Cámara de Diputados eligió
al candidato de la Unidad Popular y no el pueblo, que apenas obtuvo el treinta por ciento de
los votos. Por la tanto, la DC es cómplice pasiva de todos los atropellos a los
derechos humanos que el gobierno de Allende cometió y que ese partido denunció
a través del Acuerdo de la Cámara de Diputados. Es frecuente escuchar que
fueron opositores y que luego llamaron a los militares, pues no querían vivir
bajo una dictadura comunista. Ahí están las palabras de Eduardo Frei Montalva
al diario español ABC y la declaración del traidor Patricio Aylwin a un medio,
que uno encuentra en Youtube.
En la
actual democracia secuestrada por una minoría lo que menos hay es libertad de
expresión. La canción de ‘La Alegría ya viene’
unos versos dicen: “Soy libre de pensar”.
“Porque digan lo que digan yo soy libre de
pensar.
Porque siento que es la hora de ganar la libertad,
Hasta cuando ya de abusos, es el tiempo de cambiar.
Porque basta de miserias voy a decir que no.
Porque nace el arco iris después de la tempestad,
Porque quiero que florezca mi manera de pensar,
Porque sin la dictadura la alegría va a llegar,
Porque pienso en el futuro voy a decir que no”.
Porque siento que es la hora de ganar la libertad,
Hasta cuando ya de abusos, es el tiempo de cambiar.
Porque basta de miserias voy a decir que no.
Porque nace el arco iris después de la tempestad,
Porque quiero que florezca mi manera de pensar,
Porque sin la dictadura la alegría va a llegar,
Porque pienso en el futuro voy a decir que no”.
De ahí que esté en trámite la ley sobre la
incitación al odio promovía por la Comunidad Judía, cuando en el país nadie
odia a un grupo por su religión, por su opción política y por su opción sexual.
La izquierda en su momento adujo que El documental Pinochet incitaba al odio. La
misma Comunidad durante el primer gobierno de Bachelet sacó la Ley contra la Discriminación. Asimismo
tenemos el Museo de Memoria y de los Derechos Humanos que expreso su condena
porque el director del Museo de Historia puso en una muestra las palabras del
general Pinochet. Tenemos el proyecto de la diputada comunista, Carol Kariola
que desea multar y llevar a la cárcel a toda aquel que defienda o mencione el
Gobierno Militar. Y por último, la censura que ha invadido las universidades
que condena a académicos que cuentan la verdad histórica, donde los alumnos son
los censores o inquisidores de los profesores, ya sea la censura feminista, ya
que ahora los profesores no pueden poner como libros a pensadores tildados de
opresores de las mujeres.
El
segundo gobierno de la comunista, Michelle Bachelet, conocido como la Nueva
Mayoría, que agrupo a la Democracia Cristiana, el Partido Radical, el Partido
Socialista, el Partido por la Democracia que formaron la ex Concertación más el
Partido Comunista, quedo demostrado que ellos nunca hubiesen sacado el país de
la ruinas en que dejó Allende. La contra reformas o la retroexcadora de la
Nueva Mayoría fueron hechas para destruir las reformas económicas liberales de
los militares.
¿Alguien cree que en una Constitución en
que la propiedad privada tiene una
función social los inversionista van iban invertir en ese país? De hecho, según la Cepal, el último año del gobierno de
Michelle Bachalet, la inversión extranjera disminuyó un 48%. Si hubiesen tenido
su Constitución socialista, las empresas extranjeras se hubieran ido. La Cepal
y el FMI apoyaron el programa económico de la Nueva Mayoría. De nada le
sirvieron los viajes al extranjero a la ex mandataria, cuyo propósito era
convencer a los inversionistas de que Chile era un lugar seguro para invertir.
La
Democracia Cristiana se creía heredera legítima del Gobierno Militar. Por eso,
esperaban que pronto les entregaran el poder. Con todo, los militares no les
entregaron el poder porque formaron parte del problema. Además, si les hubieran
entregado al presidente del senado, que era el demócrata cristiano, Eduardo
Frei Montalva me queda más claro a mí y otras personas, que nunca hubieran
hecho las reformas económicas liberales de las cuales todavía los chilenos
disfrutan a grosso modo. Pues, en otros ámbitos hemos retrocedidos más cuarenta
años.
Casi
se me queda fuera del teclado el actual Presidente de la República, Sebastián
Piñera, “Nuestro negrito de Harvard”. A él tampoco se le hubiera ocurrido hacer
las reformas económicas ni el ordenamiento legal a diferencia de José Piñera y
Pablo Piñera que trabajaron en el Gobierno Militar. En sus dos gobiernos se ha
dedicado a aumentar la burocracia y los impuestos.
El Gobierno
Militar se puso un itinerario que cumplió, ya que estaba previsto en la
Constitución de 1980.
El actual Presidente en vez elogiar a los
militares, elogió al traidor de Aylwin con estas palabras: "Ese día, en forma muy ejemplar, mediante el ejercicio de la democracia,
abrimos la puerta a la recuperación de nuestra democracia y además a la
recuperación de nuestras libertades, a la recuperación de un espíritu
republicano y también empezar a enterrar las heridas que tanto dolor y
sufrimiento habían causado a los chilenos y aprender a vivir en paz y armonía,
aunque pensemos distinto, por eso todos los chilenos sabemos que el 5 de
octubre de 1988 Chile tomó una sabia decisión".
Las declaraciones del diputado Urrutia, las declaraciones ex del Ministro de las Culturas, Mauricio Rojas por el Museo y el último 11 de septiembre quedo demostrado que es falso que empezamos “empezar a enterrar las heridas que tanto dolor y sufrimiento habían causado a los chilenos y aprender a vivir en paz y armonía, aunque pensemos distinto”. Siguen condenando a militares después de 45 años de la intervención militar. Ayer vi una portada por Internet: “Crimen por dictadura: conscriptos condenados”. Y al general en retiro de Carabineros Bruno Villalobos “declaró como inculpado por causa de Derechos Humanos”, según dice un medio por acontecimientos ocurridos en 1985. Lo investiga el juez Carroza. Sin embargo, nadie investiga la muerte del Teniente Julio Zegers en manos de Roberto Nordenflycht, militante comunista y miembro del FPMR o el asesinato del dirigente poblacional de la UDI, Simón Yévenes también por el mismo grupo terrorista.
Tanto
la Democracia Cristiana como los partidos que formaron parte de la Unidad
Popular se opusieron a las reformas de los “Chicago Boys”. Por tanto, lo que menos
pueden decir los políticos que se opusieron al Gobierno Militar, es que ellos
trajeron la democracia. Fueron los militares. Lo demás es poesía. Las libertades la trajeron los
militares con el sistema económico liberal y la Constitución de 1980. Los políticos no recuperaron la democracia.
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