En 1865, cuando las tropas paraguayas invadieron Corrientes iniciando lo que después fue la Guerra de la Triple Alianza, Argentina prácticamente no tenía ejército. y fueron las provincias las que salieron a armar milicias, como el glorioso Regimiento 1º de Santa Fe, o el Regimiento "Rosario" que se batieran con gloria en Estero Bellaco, Tuyutí, Yataití Corá y Lomas Valentinas.
A fines del siglo XIX cuando escaló la tensión con Chile por conflictos limítrofes, la pequeña flotilla fluvial conocida como "la Escuadra de Sarmiento" - a falta de otra cosa - fue enviada al Atlántico Sur para marcar la presencia nacional.
Ahora dicen que no hay riesgos para que el país mantenga algún grado de preparación militar. El equipo es inadecuado sino arcaico.
Del otro lado de la cordillera, donde también se disfruta un escenario de paz, no se dejan estar. Mientras acá "fabricamos" carísimos engendros obsoletos, el Ejército Chileno recibió hoy el primero de sus remozados 140 Leopard 2A4 , ex Bundeswehr, negociados el año pasado.
8 comentarios:
Es bueno dejar claro que la compra de estos Leo 2 se debe a que el ejército compró unos 130 Leo 1 cuyo mantenimiento en Holanda dejó mucho que desear y ahora sirven de poco. Pequeño error que ya se soluciona con estos 100+.
Siempre surge la disyuntiva entre producir en casa y comprar afuera. Tal vez es porque Chile es pequeño que no tiene muchas ilusiones con respecto a producciones locales 100%. En el terreno militar esto es tanto o más importante que en el civil. Una vez hecho el tanque nacional, ¿a quién se lo vendemos? El ECH (Ejército de Chile) digamos que compra 300, para ser patriotas. Hay que vender más que eso para que el negocio sea rentable. ¿A Ecuador? Tal vez. A países de Asia y Africa, sólo con mucha mercadotecnia: la oferta es amplia y Alemania, junto con otros países OTAN y similares (Australia) a menudo saturan el mercado con muy buenos productos de segunda mano a precios aceptables; el productor casi artesanal chileno (FAMAE, tal vez, en conjunto con algún privado) no puede competir. Me atrevo a arriesgar la opinión de que Argentina enfrentaría un dilema similar: un par de cientos de tanques para su ejército y después ¿qué? Los brasileros, con la planta industrial más importante de Latinoamérica, se rindieron y retiraron su Osorio del mercado porque no podía competir con Merkavas, Challengers, Abrams y rusos de la serie T.
Es importante tener un desarrollo industrial capaz de proveer las necesidades bélicas del país en caso de guerra y embargo. Creo que el camino para Chile (y Argentina) pasa por acuerdos con los proveedores para producir repuestos en el país. Un ejemplo es el F-16 que Chile compró a EU y a Holanda. La Empresa
Nacional de Aeronáutica fabrica piezas clave de este avión. ENAER también fabrica aviones, claro, pero no íbamos a tirarnos de cabeza a tratar de hacer un caza moderno. Países con mucho mayor desarrollo industrial y tecnológico que cualquier país de Latinoamérica, como Corea e Israel, recién dan los primeros pasos para producir un caza nativo. Israel trató hace años (con el Lavi, según creo) pero abandonó el proyecto por la enorme inversión que significaba de antemano con pocas luces de recuperarla en ventas más tarde.
Pienso que colaboración con aquellos que saben y tienen más es el camino para Argentina. Es lindo pensar que se va a ir solo, pero Argentina no tiene ni la industria ni el mercado como para que el desarrollo 100% nacional sea económicamente factible. Lo que termina ocurriendo con proyectos así es que los contribuyentes pagan la cuenta enorme de sistemas de defensa que son obsoletos antes de salir uno de la planta.
Sergio Flores
Sergio, ojo que el post no tiene en absoluto la intención de criticar a Chile. Es más, me importa poco si los Leo 1 causan baja o no.
La crítica apunta a que mientras en Chile, en Brasil, en Perú, e incluso en Uruguay nadie se ha olvidado que existe una pata militar del poder del Estado, acá estamos día a día más rengos. Y que cuando se les ocurre invertir una moneda, en lugar de usarla sensatamente (aprovechando excedentes, a los que se puede hacer refittings locales, por ejemplo) se les ocurren ideas geniales que cuestan millonadas para lograr finalmente tener sólo 10 o 20 unidades de preserie.
Por ese camino, lo que se supo producir en el país -y que sí coincido que es necesario manufacturar localmente- ya no se fabrica.
Debemos ser el único país del mundo que tiene una "fábrica" de submarinos que nunca botó ninguno, una fábrica de aviones que en 60 años de historia se especializó en preseries y prototipos y no debe baber pasado de 200 o 300 aviones de serie (en toda su historia, y que ahora tiene sus fábricas estatales de material militar fuera de la órbita de las Fuerzas Armadas. Ni que hablar de los intentos de la producción privada, que vio capotar casi todos los emprendimientos y fundirse a la gran mayoría de las empresas que lo intentaron.
Más allá de que la desatención viene de hace mucho, nunca se han visto tanto sus efectos como en este gobierno con su ministra montonera. Tener activadas las fabricaciones militares o el tanque Patagón no es evidencia de que se estén ocupando diligentemente de nada. Torpeza, rencor -venganza- y corrupción hacen del equipamiento de nuestras fuerzas uno bastante por debajo del standard regional.
Las compras y actualizaciones de los vecinos no incentivan demasiado acá a hacer lo mismo. Brasil es grande e imbatible, Uruguay, Paraguay y Bolivia son chicos. Por lo que pude hablar una vez con un paracaídista, con Chile eventualmente se apunta a saturar los pasos de cordillera con artillería y tanques, en caso que se deba resistir un ataque terrestre. Me decía que cualquiera de los 2 que quisiera forzar los pasos sufriría muchísimas bajas. Habría que ver si desde el poderío aéreo y las operaciones navales y anfibias Chile no marcaría la diferencia en un supuesto caso de estancamiento. No vamos a ponernos a teorizar sobre una hipótesis de conflicto, pero creo que los militares argentinos están muy confiados en que la cordillera es prácticamente infranqueable. No se sí es una excusa o un consuelo.
También fabricamos unos fabulosos vehículos todoterreno con brasil, si mal no recuerdo. ¿Gaucho, se llamaba el buggy con ametralladora?
Satamente, Bugman. Pero la novedad al respecto es que Brasil parece haberse olvidado del proyecto y decantar por un jeep como la gente (el Agrale Marrua) y algunos pocos de estos buggys, pero de un modelo exclusivamente brasileño.
Mientras le regala estos juguetes, el ex terrorista Goñi, sigue el plan de venganza con los militares que los derrotaron. Y continua el odio.
Estamos sin duda en una situación gravísima, y lo peor, es que llevada por el odio y el resentimiento, la mayoría de la gente ignora ésto.
Blogbis, no lo tomé como crítica, aunque releyendo mi post me doy cuenta de que parece defensivo. Déjame aclarar: mi intención fue más de crítica al ECH que se lanzó a la compra de los Leo 1 sin mirar los detalles, como mantenimiento previo; y luego, ya que hay ideas de producción nacional versus compra al exterior en Argentina, pensé opinar con respecto a los serios problemas que existen en una economía pequeña y no desarrollada (como la de Chile o la de Argentina) para enfrentar con éxito la producción de un sistema sofisticado como un MBT. Algo que me queda claro luego de conversar con varios latinoamericanos, es que en nuestro continente existe, al menos en muchos opinólogos, la idea errada de que es suficiente hacer el prototipo y ya rugimos, vamos a competir con Alemania o Estados Unidos. Como tú mencionas, Argentina se llenó de prototipos aeronáuticos, comprobando al mundo que puede hacer aviones (bienvenidos al club, dirían los brasileros). Meterlos en el mercado para que el asunto sea rentable es el verdadero problema.
De nuevo, no lo tomé como crítica a Chile. Sólo aproveché de aclarar por qué, luego de comprar Leos 1, el ECH compraba Leos 2. Si alguien pensó que el ejército había cometido un error, tiene razón.
A Marcos: el HV1 con Argentina (hipótesis vecinal 1: sólo un vecino contra Chile) que maneja el ECH sostiene algo similar: minar y/o volar los pasos fronterizos y confiar en la cordillera. Pero el cerro no es infranqueable y la frontera en la Patagonia es relativamente plana. Al final, ante la posibilidad de guerra entre Chile y Argentina, en lo único que se puede confiar es en la cordura de ambos lados. Si esa falla, cada lado debe esperar que sus profesionales lo sean y que estén preparados.
Sergio Flores
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