6 de febrero de 2008

Ni Rosas, ni Urquiza, ni nadie

No soy de comentar mucho en foros. Pero hoy encontré en La Historia Paralela un texto dedicándole un panegírico a Rosas, y de un tirón le escribí una respuesta que reproduzco acá. Cada vez me convenzo más de que sólo vamos a poder hacer un país como la gente cuando nos saquemos de encima esa costumbre de convertir a todo en un Central-Ñúls (Boca-River, para los extranjeros)

"Sin ánimo de generar polémica, no creo que en las presentes circunstancias que vive el país la figura de Juan Manuel de Rosas sea un ejemplo a rescatar, sobre todo si se hace basandose en hechos ficticios o verdades a medias sostenidas por la historiografía nacida del “revisionismo”, exactamente analizada y desmenuzada en sus términos ideológicos por un historiador de primera como Tulio Halperín Donghi hace más de treinta años.

No puede soslayarse que Rosas hizo lo posible por acallar a todos los gobernadores que opinaban de manera discordante (vale recordar las permanentes rivalidades con Estanislao López) poniendo en práctica un extraño federalismo que funcionaba sólo con la preeminencia de Buenos Aires sobre las otras provincias.

Mal puede conciliarse un homenaje a Rosas con la defensa de la vigencia plena de la Constitución del 53, siendo que el gobernador bonaerense se resistió permanentemente a cualquier intento de organización constitucional, y ésta sólo fue posible luego de Caseros.
Su estilo de gobierno fue la concentración de las decisiones en sí mismo -y eventualmente en su esposa y luego su hija- basando su poder en una forma primitiva (o pionera tal vez) del populismo, adelantando el modelo de tantos gobiernos que se vieron y se ven por estos lados; además de la implemantación de un sistema de terror político, censura y control de la opinión pública que no conocía antecedentes.

A estas alturas de las circunstancias deberíamos encontrar un sabio balance en el que don Juan Manuel como Don Justo José encuentren un lugar en la historia, sin que reconocer al uno implique ensañarse con el otro, ya que como país somos el producto de que en su debido momento los dos tuvieron su espacio en la vida pública argentina. Pero en ambos casos - y lo mismo con todas las figuras históricas- la transpolación de sus virtudes o defectos a la actualidad como remedio o como crítica significa caer en una insostenible falsedad."





9 comentarios:

MarcosKtulu dijo...

Ayer un autor del que hubiera esperado algo como lo de este rosista, escribió la nacion, al menos para mi sorpresa, una nota sobre la guerra del paraguay bien centrada y objetiva. ¿Es pacho o'donnel de verdad, o le habrán hackeado la cuenta de mail? En tiempos de escudé y lavagna, si es él de verdad hay que celebrar su regreso.

Sine Metu dijo...

El autor tiene cara de rosista.

parcass dijo...

Ruben:
Muy buena nota, raro en HParalela, porque en general sacacn buenos comentarios.

En realidad me parece que esto se enlasa con mi posicion sobre la autocritica "liberal"

Marcos: con todo lo que podamos decir del amigo y no tan Escude, compararlo con Lavagna es como comparar a Borges con Sabato, o a Agustin Alvarez con Rafael Bielsa, y etc.

Saludos
ramon cassino

BlogBis dijo...

(digo: Tulio Halperín Donghi) Errata corregida gracias a Ramón, nuestro lector number one.

Carlos dijo...

Nuestra "derecha nacionalista" es irrecuperable. Piensan igual que Jorge Abelardo Ramos, y otros popes de la "Izquierda nacional"; aman a los tiranos a los que consideran "antiiperilistas".
Poner como ejemplo de historiador a Manuel Gálvez, suena a cargada.

Coincido con Marcos, me llamó la atención el artículo de Pacho.

Sine Metu dijo...

El Doc compraba Cabildo, y yo me cagaba de risa porque para esa gente los liberales estaban a la misma altura que los comunistas como infames traidores a la patria.

Unknown dijo...

El acalorado debate que se produjo a partir de la nota de Jorge Alonso me retrotrajo a mi adolescencia, cuando temas como este generaban apasionadas discusiones en las que cada parte defendía su particular visión de tal o cual hecho histórico.
Particularmente creo que los pecados de Juan Manuel de Rosas o Justo José de Urquiza deben ser juzgados dentro del contexto de la época en que ocurrieron, pero lo mas lamentable de toda esta cuestión es que si les preguntáramos hoy en día a cualquier estudiante argentino que opinión tienen sobre lo actuado por ambos personajes de nuestra Historia, nos responderían que no tienen la más pálida idea de quienes fueron Rosas y Urquiza.

S. Durán - Editor de LHP

BlogBis dijo...

Hola Siggy, gracias por pasar por BB.
Lo lamnetable del tema es que el autor -como tantos otros- no sabe superar la anécdota, que a su vez proviene de un arcaico manejo ideológico de la Historia, para justificar a otros tiranos.
Urquiza integró brasileños al ejército Grande... si. Y Rosas se valió de orientales, o no?
Rosas era el gran americanista...pero no reconoció la independencia de Paraguay, al que los rosistas defienden con pasíon si es para oponerse a Mitre.
La gran tragedia argentina es que la gran mayoría se casa con alguna de las dos versiones oficiales de la historia, cuando la verdad no pasa por ninguna sino por la integración de ambas.
Un abrazo

Fernando R. R. dijo...

Historia: "Un relato en su mayoría falso, de hechos en su mayoría poco importantes, que son ejecutados por gobernantes en su mayoría bribones y soldados en su mayoría imbéciles"
Ambrose Bierce, El diccionario del diablo.