En todo el conflicto desatado por las protestas del campo se esconde algo más grave, que es la voracidad de un estado federal que se lleva la parte del león de la recaudacón tributaria, y reparte a quien le gusta y a quien le conviene los fondos.
En estos días se escucharon cifras que reflejan lo absurdo de la situación, con partidos o departametos (según las provincias) que reciben de presupuesto anual un cuarto o menos de lo que aportan sólo con las retenciones. Sin contar IVA, ganancias, etc, etc, etc...
Los principales soldados del ejecutivo, los que aparecían respaldando a la vociferante (vi)Reina KK, fueron principalmente los barones del conurbano. Intendentes con tanto poder electoral como un gobernador en distritos 100% urbanos donde sólo se cultivan limados fumapacos. Pero el círculo de cómplices es más grande. A los legisladores que dan verguenza, se suma ahora el presunto "negociador neutral" Daniel Scioli, que sostiene que "las retenciones están volviendo a las provincias".
1 comentario:
Scioli es un invento y no sabe lo que es la vergüenza.
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