20 de febrero de 2009

Buenos hombres, mala policía

Hace un par de días conmovió a San Isidro el asesinato del teniente Aldo Garrido, baleado al intentar abortar un robo en el centro de esa ciudad. Los vecinos, los comerciantes, lo homenajearon destacando sus características humanas, su gentileza, su dedicación. 
En una reportaje que había dado a estudiantes, se alegraba de haber podido resolver todos llas situaciones complicadas sin usar las armas. Ser excelente persona no lo salvó a la hora de enfrentar a los dos ladrones que lo balearon con un .32. Probablemente la protección balística adecuada, el entrenamiento frecuente en enfrentamientos en espacios confinados, y un protocolo de intervención que requiriera obligatoriamente el apoyo de otros policías lo hubiera salvado. 
Esta madrugada, dos policías de la bonaerense fueron en respuesta a un llamado al 911. Al llegar los emboscaron seis tipos tirándoles. Otra vez, en lugar de retirarse a lugar seguro, y esperar en este caso la intervención de un grupo de armas especiales (o grupo de intervención, o como quieran llamarlo) los tipos pelaron la "brolin" y se trenzaron a balazos. Resultado: murió el oficial Leonardo Melissa
Mientras tanto la prensa sigue llamando "inseguridad" a lo que es una feroz escalada de la delincuencia, que tiene del otro lado una justicia tolerante y permisiva, sino una policía sin capacitación, sin elementos y sin capacidad de reacción. 
En El Opinador veo una foto de la vigilancia que la Federal dispuso para la marcha por la paz organizada por la comunidad judía. No se puede creer: estan con una MAG, una ametralladora mediana diseñada como arma de apoyo para uso militar. Ni "pin-point accuracy", ni calibre policial, y probablemente sin personal adecuadamente entrenado para sacar partido de su cadencia de fuego. El policía que la acaricia no tiene chaleco antibalas, si un "chaleco táctico", guantes con los dedos recortados, y anteojos de seguridad, que le aseguran un look muy cool. Pero a la hora de dar seguridad a la gente, la pinta como ciertamente la amabilidad, es lo de menos. 

Que Garrido y Melissa descancen en paz. A uno le gustaría decir que no murieron en vano, pero a esta altura ya se sabe que si. 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad, he visto muchachos/as de la fuerza en algún polígono, y no me gustaría que se trenzaran a balazos cerca mio.

Deberían tener una práctica asidua, en polígono y entrenamiento en situaciones de riesgo. Ver a alguien pararse como el tujes en una pedana, no me inspira confianza en la calle.

Ojo, no es menospreciar a quienes ponen el pecho llevando el uniforme, sino indicar que quienes los mandan a la calle sin entrenamiento son los mismos turros/as que permiten que un grupete de indeseables patee la puerta de una casa de familia y violen hasta al perro.

No, no es inseguridad, es un desastre, desastre que va a terminar en un desastre mayor si alguna otra "variable" se va de registro, pero bueh... Habrá que sentarse a esperar a que todo explote, así el rebaño se aviva o termina de perecer.

Anónimo dijo...

Otro si digo: Y acá plantean desarmar a la población civil, mientras algunos iluminados descubren que los proyectiles expansivos son más seguros para el uso por parte de las fuerzas.

Argentina pure madnessssss

PS: Perdón, pero como me revienta que la gente muera al pedo.

Louis Cyphre dijo...

Rubén, yo insisto, las sociedades tienen las fuerzas de seguridad que se merecen. O están dispuestas a pagar. Lamentablemente a un país desquiciado como Argentina no se le puede pedir otra cosa.

Patricia Contreras dijo...

lamentablemente somos victimas de todo lo que uds dicen pero falta pasion para reclamar o los reducen con coimas, si uno atras del otro los comisarios como salcedo renunciarian quedaria en evidencia la falta de sensibilidad por parte del ministro y del gobierno y tendrian que actuar responsablemente, no se como permitimos esto , en otro pais ya estaria desatada una guerra civil o no sera que estamos y no nos damos cuenta, solo inculcaron odio hacia todo lo que tenga uniforme y este es el resultado de los DDHH "quien siembre tormentas, cosechara tempestades"

Blogovido dijo...

El coraje de la mayor parte de la policía es sorprendente. Y no menos sorprendente es cómo se desperdicia.

Siempre se habla de que la prioridad debe ser la educación pero nadie entiende que la verdadera prioridad de cualquier sociedad es la seguridad en las calles y un orden mínimo, y eso sale plata y bien que la vale.

Por otra parte, recuerdo hace poco que propia gente de la bonaerense había recibido coimas para que los patrulleros tuvieran un blindaje trucho. ¡Ni siquiera espíritu de cuerpo!

Y lo peor de todo es que la mayor parte de los delincuentes que hay en el país han caído detenidos in fraganti y salen en días o meses (u horas, si son menores).