8 de julio de 2010

Del archivo

Un comentario en mi blog sobre el éxito de la selección argentina de basketball en los juegos olímpicos de Atenas:

Porque es un equipo globalizado. La liga nacional dio difusión local al deporte y logró generar las instituciones necesarias para el despegue. Los jugadores triunfaron acá, emigraron y triunfaron en el exterior. Tres NBA (uno con anillo), dos ex-NBA, seis en la liga española, uno en la liga italiana y uno en la liga nacional. Subcampeones mundiales, eran un equipo temible y temido, candidatos a una medalla. Sólo los argentinos somos capaces de subestimarlos y de creernos que no fue un triunfo lógico. Nos gusta todo el folklore de la hazaña, de que éramos el patito feo que le ganó a los grandes.

Podríamos decir algo parecido del gran tercer puesto de los Pumas en el mundial de Francia 2007, aunque en un comentario en este blog se dijo que "el estado de gracia de la última copa del mundo, por ahora, es irrepetible".

También podríamos hacer parecidos análisis sobre el gran equipo de fútbol argentino que ganó en Mexico 86 y perdió dudosamente la final de Italia 90.

¿No será que está en nuestra naturaleza argentina decir "llegamos" y creer que ese puesto de privilegio ya no nos lo saca nadie?

En Ladbrokes Argentina figuraba como cuarto favorito para Sudáfrica 2010. Salió quinto. No tan mal.
Figura como sexto favorito para el mundial de basket de este año.
Octavo favorito para el mundial de rugby 2011.

Son objetivos valederos y honorables de los que tendríamos que estar satisfechos. Y por supuesto, seguir trabajando para que alguna vez logremos nuevamente ese "estado de gracia".

No hay comentarios.: