El actual Presidente de la República, Sebastián Piñera le ha dado la espalda al programa con que fue electo. Los partidarios o aduladores de él dirán que ha cumplido sus promesas, en cambio, dentro de la misma coalición le sacaran en cara que él no ha cumplido su promesa de terminar la persecución a los militares. Piñera dijo que no iba aumentar la burocracia, sin embargo, lo hizo creando nuevos ministerios inútiles. Dijo que no subiría los impuestos, con todo, subió en 20% el impuesto a la renta. Asimismo, en su programa no estaba en fundar una Nueva Derecha, él más algunos ministros y académicos intentaron barrer la Derecha, cosa que no les funcionó. Por último, en el programa de Gobierno tampoco estaba cambiar el sistema binominal que le ha dado estabilidad al país, evitando que los extremos lleguen al poder. Cae de cajón, que los extremos están en la Izquierda.
Ahora bien, puesto que en las primarias de junio, los partidos que perdieron fueron Renovación Nacional y la Democracia Cristiana, uno del oficialismo y el otro de la Nueva Mayoría, resolvieron cambiar el sistema binominal, porque o sino, en la próxima elección parlamentaria van a ser barridos por sus aliados. Una medida de sobrevivencia. Además, nos ilustra que la política está más lejos del deporte. Se imaginan que en cualquier deporte, el perdedor pidiera cambiar las reglas del juego, porque perdió. No sería deporte. Pues bien, la oposición aprovechando la coyuntura pide cambiar el quórum para aprobar las leyes y cambiar la Constitución. ¿Dónde están los liberales de la Concertación? El senador Letelier afirmó: "Existe un sistema de supraquórum que bloquea los cambios de la mayoría. He concentrado mis esfuerzos para terminar con eso".
A un liberal le importa limitar el poder, y no satisfacer la mayoría.
A los Padres Fundadores de los Estados Unidos eran contrarios a la mayoría. Por eso, la elección del Presidente es por vía indirecta a través de un colegio elector. Y por eso, también tiene el sistema federal donde el poder está fraccionado. Le temían a cualquiera tiranía, incluyendo la tiranía de la mayoría que tanto les gusta a nuestros progresistas. Steve H. Hanke del Cato Institut escribe: “Contrario a lo que la propaganda ha hecho creer a la gente, los Padres Fundadores de EE.UU. eran escépticos y le temían a la democracia. Estaban al tanto de los peligros que acompañan a la tiranía de la mayoría. Los autores de la Constitución se esforzaron considerablemente en asegurarse que el gobierno federal no estuviese basado en la voluntad de la mayoría y no fuese, por lo tanto, democrático”.
Steve H. Hanke cita las palabras de John Adams: “el momento en que la idea es admitida en la sociedad, de que la propiedad no es tan sagrada como las leyes de Dios, y de que no hay una fuerza de Derecho y de la justicia pública que la proteja, comienzan la anarquía y la tiranía”. Los chilenos por la experiencia de la ‘Revolución en Libertad’ de la Democracia Cristiana, abolió la propiedad de la Constitución y nos condujo a la Unidad Popular.
Parafraseando a von Hayek, a las Padres Fundadores les importaba la Constitución de la Libertad, y no constitución de la Democracia.
La propuesta de cambiar el quórum viene de los senadores Quintana y Letelier. El primero del PPD y el segundo PS. La Nueva Mayoría desea eliminar el artículo 66 de la Constitución, y reemplazarlo por lo siguiente: "Las normas legales que interpreten preceptos constitucionales necesitarán, para su aprobación, modificación o derogación de las cuatro séptimas partes de los diputados y senadores en ejercicio". Además: "las normas legales a las cuales la Constitución confiere el carácter de ley orgánica constitucional o de quórum calificado requerirán, para su aprobación, modificación o derogación, la mayoría absoluta de los diputados y senadores en ejercicio". O sea, la mayoría.
Uno de los principales exponentes contrarios al actual sistema de quórum, es el columnista, profesor de filosofía del Derecho y miembro del directorio del Museo de la Memoria, Agustín Squella, quien al parecer le produce urticaria los chequeos y controles de la Constitución. En la columna ‘La historia pasa factura’ del ‘El Mercurio de Santiago’ escribe: “La derecha política, que aprobó esa Constitución, estableció en ella auténticos cerrojos para su posterior reforma: quórum de dos tercios de los senadores y diputados en ejercicio para modificar los capítulos más importantes del texto constitucional, y 4/7 para dictar y modificar leyes orgánicas constitucionales”. Si fuese liberal, estaría contento con esos cerrojos . En otro lugar afirma y hace una caricatura de la Derecha: “El valor principal de la derecha, aquel por el cual está dispuesta a lesionar e incluso sacrificar cualquier otro, nunca ha sido la igualdad. Tampoco la libertad. Ese valor ha sido y continúa siendo la propiedad, y desde luego el orden, en tanto éste constituye la protección de aquélla”. El colectivista Squella desprecia la propiedad, siendo que ésta es el primer limite al poder, la base de la libertad. John Adams estaría horrorizado con las palabras del polifacético profesor. Los Padres Fundadores seguidores del filósofo Hobbes despreciaban la anarquía. A la Izquierda le gusta ésta siempre no les toque a ellos.
Lo que llama el profesor de Derecho, Agustín Squella, ‘la larga transición a la democracia’, que según él continúa hasta el día de hoy, podríamos llamarla ‘desmantelando la Constitución’.
Lo que no entiende la derecha política es que la Izquierda hace de la política un juego de ajedrez. Esto significa, que usan un medio para alcanzar otro. Por tanto, cuando se trata de políticas públicas, en realidad no son públicas en el sentido que son para todos. Así lo hemos visto en el tema de los derechos humanos, el Instituto Nacional encargado de eso, el propio Museo, la oficina de derechos humanos del Ministerio del Interior. Al acabar con los altos quórum el primer objetivo sería derogar la Ley de Amnistía.
El demócrata cristiano, Rafeal Moreno junto con Adolfo Zaldívar llamó terminar con la ‘trampa’ del quórum constitucional, porque a su juicio: "no puede modificar leyes de trabajo hoy día, no puede modificar leyes de educación, no puede modificar leyes que tengan que ver con tratados mineros (...) ésta es la trampa, el sistema binominal es un segundo elemento, pero incluso teniendo éxito en (reformar) el sistema binominal, si usted no entra a modificar los quórum, en el fondo se está haciendo trampa en solitario". Anteriormente había dicho: "La Constitución del 80 dejó establecido que tenía usted quórum de cuatro séptimos, tres quintos y dos tercios, contra lo que ocurre en todas las constituciones del mundo, donde con la mayoría absoluta de los parlamentarios elegidos (50 por ciento más un voto) puede modificar las leyes que quiere".
Por su parte, el abogado constitucionalista y militante del Partido Socialista, cosa que los medios omitieron, miembro del equipo de Bachelet que desea cambiar la Constitución y profesor de la Universidad Adolfo Ibañez (una universidad de derecha), Fernando Atria dijo : “La Constitución del 80 no sólo opera como barrera de contención, sino también a través de las mentes de los sujetos”. El profesor de la UAI está repitiendo la teoría sobre el Derecho, que tenía el abogado y asesor de Allende, Eduardo Novoa, quien escribió libro "El derecho como obstáculo al cambio social". ¿Acaso no hemos leído las misma criticas, que la actual Constitución es contraria a lo que dice “la calle”? Cuando la Nueva Mayoría cambie la constitución, nuestras mentes estarán libres. Seremos libres cuando tengamos una constitución socialista bolivariana.
Según un trabajo del Instituto Libertad y Desarrollo sobre la Constitución del 80, ésta no están inamovible como dicen sus detractores, sino que es moderada. Los quórum supermayoritarios se suelen dividir en dos: están los quórum referentes a la reforma de la constitución que necesitan 2/3 o 3/5, dependiendo de los capítulos que quiera modificarse, y las Orgánicas Constituciones que requieren 4/7 de los parlamentarios o las de quórum calificado que requiere la presencia “de la mayoría absoluta de los parlamentarios electos”.
Señala, además, el estudio que existen cuatro sistemas de quórum en el mundo. Voy a nombras dos: Superior a 2/3, o 2/3 con disposiciones especiales, que lo tienen países como Alemania, Japón, Suiza, Estados Unidos, Canadá y Australia; Mayorías de 2/3 o equivalentes, están los países como Costa Rica, Finlandia, Austria, Bélgica, India, Bolivia, Ecuador y Chile.
Parafraseando a Máximo. Se nota que los estuvieron en la comisión Ortúzar que redacto la actual Constitución se preocuparon de protegernos, primero de los políticos, en segundo de la mayoría, y en último lugar de nosotros mismos.
Pregunto de nuevo. ¿Dónde están los liberales de la Concertación? Nunca los hubo. Ni Carlos Peña, ni Javier Couso, ni Jorge Navarrete, ni Agustín Squella lo son ¿Qué van a saber los partidarios “Del otro modelo”, si no les gusta la libertad de emprender, la libertad económica, la libertad de escuchar opiniones que no les guste si apoyan las funas, la libertad de ver documentales que no son de su agrado, la libertad de educar a los hijos conforme a las creencias de los padres, la libertad de ahorrar y depositar su dinero donde mejor le plazca, la libertad de enriquecerse en forma honesta respetado en la actual Constitución, si desprecian las actuales libertades?
La Constitución del 80 que se encuentra en la mitad entre los quórum, es el único que nos puede proteger de la Izquierda totalitaria. Es nuestro Muro de Adriano.
1 comentario:
Así como los argentinos sabemos que peronismo es corrupción y autoritarismo, el mundo debería ya saber que socialismo es corrupción y autoritarismo.
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