12 de febrero de 2015

La falacia del empate moral







Es frecuente hablar en Chile de empate moral para deslegitimar una posición, o bien de igualar las acciones de un bando sobre otro. Voy a intentar aclarar qué quiere decir esa expresión, que es usada incluso por personas que no son zurdas o por éstas, desde los noventa. 

 Así la Izquierda usa ese argumento con el propósito de restarle importancia a los grupos armados de Salvador Allende, los cuales fueron derrotados por los agentes que combatieron el terrorismo. El izquierdista Hermes H. Benítez escribe: "todos los crímenes y brutalidades que cometimos a partir de aquella fecha se justifican, porque ustedes (los izquierdistas) hubieran hecho lo mismo en contra nuestra, si nosotros no lo hubiéramos impedido mediante el golpe de Estado y sus acciones posteriores". Al columnista no le importa los crímenes que ya habían cometido el grupo terrorista Mir y la internación de 15 toneladas de armas bajo la UP. Estaban seguros que iban a ganar. Los mismos que celebraban la justicia revolucionaria o los tribunales populares primero de Lenin y luego de Ernesto ‘Che’ Guevara, nos iban a tratar al estilo de las películas de justicia estadounidense, donde se alaba su sistema judicial. 

 Por otra parte, cuando los familiares de los escoltas del atentado contra el general Pinochet presentaron la querella contra Guillermo Teillier, jefe del FPMR, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira sostuvo: “El Estado no ejerció violencia, tortura o fuerza desmedida contra esos escoltas, eso fue una decisión política”. Ellos pueden matar, sin embargo, no les gustan que los maten. 

 Por su parte, Enrique Villegas, conocido como “Comandante Marco” del Frente Patriótico Manuel Rodríguez dijo: “Tratar de empatar el tema de los derechos humanos es una aberración”. Y agregó: a partir de la implantación del terrorismo de Estado, es una aberración, más aun intentando plantear que no prescribe el hecho, dándole un carácter de lesa humanidad, esa es una aberración absoluta”. Se nota que no conoce las leyes, pues ese delito no es retroactivo. Aquí no hubo genocidio. Y queda claro como el agua que la ratificación de Chile de ese tratado fue para excluir a los terroristas. Después de todo, según esa ley, sólo los agentes del Estado realizan delitos crímenes de lesa humanidad, y no un grupo armado como el Mir o el FPMR. Los grupos armados mencionados no cometieron violaciones a los derechos por mucho que asesinaran a civiles y militares, pusieran bombas y secuestraran. 

 Eso me lleva al caso Penta que lleva varias semanas en los medios y el Nueragate que apareció este fin de semana. Por cierto, los foristas argentinos que comentan en el blog Blogbis me había pedido que escribiera sobre ello. En el primero involucra a políticos de derecha, al ex ministro de Hacienda de Bachelet, Andrés Velasco y al actual ministro Undurraga del actual gobierno. La prensa por ser Izquierda le ha dado duro a Penta, que, por cierto, recuerda los sobresueldos, Mop-Gate, ferrocarriles, Obras Públicas, Enap y falsas facturas del gobierno de Lagos, que hicieron políticos de la ex Concertación, entre otras cosas. El partido de derecha involucrado en el mencionado caso fue el que le salvo el pellejo al gobierno socialista. Con todo, los medios fueron benevolentes con el socialista, así como el partido opositor UDI, que en vez de aplicar la ley, les hicieron un arreglo, con lo cual Lagos no terminó en la cárcel, sino con alta popularidad. 

 Ya que se habla de empate moral, habría que precisar. Los ilícitos del gobierno de Lagos se hicieron a costa de los contribuyentes chilenos. En cambio, en Penta es una empresa privada que practico el soborno a SII, devolución de impuestos indebidas y que algunos políticos cometieron errores. Esa diferencia me doy cuenta no lo entiende gran parte del electorado de derecha, que se siente decepcionados con los políticos que recibieron aporte del grupo económico. Puesto que la memoria es corta de los chilenos, el propio electorado de ese sector no se da cuenta que la Nueva Mayoría carece de derecho a erigirse como autoridad moral, teniendo en cuenta que muchos personeros hicieron facturas falsas, entre ellos el actual ministro de Justicia. Y los números fraudes de la ex Concertación. Solamente, entre 1990 y 2009, el Estado de Chile perdió gracias a la Concertación $ 1.111.601.623.359. Si se trata de “empatar” a luz de esa cifra, no hay tal cosa, que, por cierto, no apareció en los canales de televisión, cuando Bachelet terminó su primer gobierno.


En realidad, el empate moral se traduce en el doble estándar que siempre tiene la Izquierda. 

 Los siguientes políticos recibieron aportes para financiar sus campañas hicieron boletas falsas: Iván Moreira, Ena von Baer, Pablo Zalaquett, Laurence Golborne y Andrés Velasco. Los cuatro primeros militantes del partido de derecha UDI.
Por eso la prensa, les ha dado duro con el beneplácito del oficialismo, pues así no tendrán oposición. No hay tal, pues el 11% se identifica con ella, según una última encuesta Adimark. Mientras se destapo el Nueragate, un grupo de personas fue a tratar de hablar con Bachelet en su casa, en el balneario de Caburga, en La Araucanía, para que le pongan fin a los atentados terrorista que sufren los dueños de predios. Sin embargo, el actual vocero de Gobierno, el ministro de Justicia, José Antonio Gómez increpó a la oposición. La prensa recordó su trayectoria, un affaire que tuvo con un socialista y su aspiración por la presidencia de la República en las primarias de la Nueva Mayoría, omitiendo el sobre sueldo que recibió por un trabajo que hizo en Gendarmería, durante el primer gobierno de Bachelet. Recibió entre 1995 y 1996 como jefe de gabinete del subsecretario de Justicia, 7 millones y medio de pesos. El caso fue conocido “irregularidades” en Gendarmería. Según Contraloría, ese departamento del ministerio de Justicia fue “una caja pagadora de favores políticos”. Así y todo, la Cámara de Diputados rechazo el informe de la Comisión en esa oportunidad. 

 Con todo, hay que aclarar que el proyecto político del asesinado senador, Jaime Guzmán, el gremialismo o la Unión Demócrata Independiente (UDI) no tiene que ver que los líderes de ese partido, que después de la muerte de su fundador hayan querido servir a los dueños de Grupo Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín antes de estar quitándole los feudos tradicionales de la Izquierda, ni declarándose Aliancista-Bachelista.

  Cabe señalar que la actual mandataria también facturo boletas falsas por 240 millones de pesos. Pero no aparece en los medios como tampoco el video en que Bachelet dice que “no es médico”.

 Justo, cuando el oficialismo se cree con un superioridad moral por el caso “Penta” y la encuesta Adimark que le da un 45% de apoyo, aparece la noticia que el hijo, Sebastián Dávalos que hace de Primer Damo de la República junto con su nuera, pidió un préstamos al financista de Bachelet, Luksic, dueño del Banco de Chile, por $6.500 millones para comprar tres terrenos en Machalí que tras actualizarse el plan regulador intercomunal de la VI región fueron vendidos a un mayor valor al adquiridoa nombre de la empresa Sociedad Caval Limitada. Con lo cual “esta expectativa le permitió a Caval concretar una promesa de compraventa con una inmobiliaria por $9.500 millones”. La empresa ganaría $3000 millones de pesos. Así como lucran los zurdos. La ganancia real es de $2500 millones de pesos menos $500 millones de pesos por interés.


La nuera del Presidente, Natalia Compagnon es dueña del 50% de la empresa, cuyo capital es apenas de 6 millones. La mencionada cifra astronómica se la dio día después de ganar la elección. El parlamentario de Renovación Nacional, José Manuel Edwards afirmó: "que nos diga si aquí hubo o no tráfico de influencias y que nos dé la información de cómo se otorgó el crédito más grande en la historia de Chile para una pyme con capital de $6 millones". Sí es difícil hablar con el agente del banco, es imposible hablar con el dueño de esa institución financiera. 

 La falacia del empate moral consiste en que las personas civiles o militares no pueden justificar sus acciones, en cambio, sí, la Izquierda como tantas veces he dicho.

 Cuando Bachelet aparezca hablando de la igualdad va causar el ridículo. Basta decir que seminario el ‘The Clinic’ no se va a burlar de la mandataria y de su hijo. La campaña de Michelle Bachelet tuvo entre unos de los sloganes acabar con el lucro y la igualdad. 

Ya lo decía Orwell sobre el comunismo: “hay animales más iguales que otros”.

2 comentarios:

parcass dijo...

Gracias Javier.

carancho dijo...

Muy completo. Gracias.