26 de septiembre de 2007

Ante la duda, la culpa es de los yankis


Hace diez días, en la región peruana de Puno se produjo la caída de un objeto que causó una explosión oída a varios kilómetros del lugar, y dejó un cráter de unos 30 metros de diámetro.

Todo indicaba desde el principio que se trataba de un meteorito, hasta que se informó de nauseas y vómitos causados por "gases fétidos" emanados del cráter, que habrían llegado a afectar a 600 vecinos. Incluso, y para aprovechar la moda, alguno aseguró que el fenómeno causó un "cambio climático a pequeña escala".

Ahí la cosa tomó un giro imprevisto: en lugar de un cascote caído del cielo, se convirtió en un satélite norteamericano destinado a espiar a Irán. Previsiblemente, el delirio antinorteamericano vino de Pravda, citando a "fuentes de inteligencia militar".

Ayer, para contrariar a los afectos a las fantaciencia, científicos peruanos confirmaron que era un vulgar trozo de condrita, nomás.

1 comentario:

Luciano dijo...

Ni uno ni otro! Es un efecto más de la contaminación de Botnia, como todos sabemos.