Me sorprende ver la repercusión de la convocatoria mundial contra las FARC, y de alguna manera me enorgullece haber aportado un granito de arena. Con millones de manifestantes en Colombia, y grupos (aunque sea minúsculos) reunidos en lugares tan distantes como Japón, Australia, o Azerbaiján, creo que hemos visto un fenómeno único.
Ahora, al pensando quienes estuvieron presentes en Rosario tengo que observar algunas ausencias notorias:
- autoridades políticas (sobre todo que era una convocatoria apartidaria)
- los grupos de Derechos Humanos
- los centros de estudiantes
- las llamadas "organizaciones sociales"
- los que mandan interminables cadenas de mail "contra el terrorismo", como si este se hubiera terminado en los 70
- delegaciones de colectividades (tal vez el terrorismo sea sólo problema colombiano)
- Los llamados "intelectuales comprometidos" de la ciudad...
En fin. Una muestra de lo que somos como sociedad
(a propósito de este post de Guille)
1 comentario:
Rubén,
Lo que contás de Rosario se vio también en Buenos aires; las mismas ausencias.
Lo grave es que lo que exteriorizan los patasucias piqueteros lo sienten amplios sectores de la Argentina que, en sus cabezitas huecas, está la idea de que Uribe es un peón del Imperio. A esos se suman los "buenistas" que creen que cuando se trata de liberar a un rehen toda bajada de lienzos frente a los terroristas es poca.
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