El 12 de agosto de 1824 el ejército porteño al mando de Manuel Dorrego sorprendió le a las fuerzas de Estanislao López acampadas en Pavón, dandole una paliza que lo obligó a una retirada precipitada. Tras el encuentro Dorrego dispuso perseguir al santafesino para aniquilarlo, a pesar del consejo de muchos de sus oficiales que le recomendaban no adentrarse en la provincia enemiga.
López, conocedor de la zona y hábil en lo que hoy sería considerado "guerra asimétrica" retrocedió hacia el norte seguido por los porteños, mientras sumaba gente para recomponer sus fuerzas y llevaba al enemigo al mejor terreno. El ejército porteño vivaqueó una noche para amanecer y descubrir al día siguiente que las fuerzas de López se les venían encima.
Rosas (que en ese momento cubría un ala de Dorrego) se retiró, igual que Martín Rodríguez. Así fue que en paridad numérica los los improvisados dragones santafesinos vapulearon a los veteranos porteños en el Gamonal, donde perdieron 380 hombres, dejando armas y equipos para huir cruzando el Arroyo del Medio.
Lopez pondría en el parte del día "Los tiranos aprenderán para el futuro que no es fácil insultar impunemente a la Provincia de Santa Fe".
Santa Fe entonces tenía menos de 50.000 habitantes, y era prácticamente un páramo improductivo. Hoy que somos muchos más, y la segunda provincia en actividad económica, sería tiempo de recuperar ese espíritu.
2 comentarios:
Amen, Rubén.
Gamonal suena al explosivo utilizado en los atentados del EELN (Ejército Estanislaista de Liberación Nacional)
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