4 de diciembre de 2009

El mito del Liberalismo Argentino


"Durante la segunda mitad de nuestro primer siglo de vida, la organización nacional, inspirada por Alberdi e instrumentada por Urquiza, Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca y los estadistas que los sucedieron, abrió nuestra joven nación a las personas y capitales que buscaban nuevos espacios económicos y sociales para afincarse y desarrollarse."

La frase previa resume el credo liberal sobre la formación de la Nación Argentina, y Mingo no puede más que repetirla. De paso, metiendo a todos en la misma bolsa como si hubieran sido el club de la unanimidad y como si Mitre y Urquiza; o Alberdi y Sarmiento hubieran sido amigotes y compinches en lugar de acérrimios enemigos.

Yo cuanto mas estudio el período creo que el crecimiento 1860-1900 tiene mas fundamento en el proceso de expansión del capitalismo que en políticas domésticas, a la expulsión de migrantes europea que en las políticas de inmigración locales. No puede soslayarse que después de la caída de rosas el ideal de progreso -entendido como aggiornamiento y modernización- se había extendido por toda la sociedad, y sobrepasaba largamente a los políticos que entonces tenían su propia burbuja igual que ahora.
Esa expansión sin ideología clara (en cierto modo ajustada al ideal alberdiano) dio por resultado el quiebre ideológico del 30. Otra cosa hubiera sido si el modelo aplicado hubiera sido sarmientino: formar cabezas y educar, para que las cosas no entren solo por el bolsillo.


31 comentarios:

Sine Metu dijo...

El sistema educativo como herramienta de incentivos.
La famosa educación patriótica de la que hablaba García Hamilton, era la de Sarmiento o la de los inicios del siglo XX?
Asimilemos a los inmigrantes.
Demostrémosles que ellos no vinieron a una tierra de oportunidad sino a una tierra de viejas glorias pasadas a las que deben reverenciar.
No fueron incentivos al desarrollo del país a través del desarrollo de sus residentes/ciudadanos.
Fueron incentivos al mantenimiento del poder de los políticos de turno.
Y les salió mal.

¿Cuánto me pone, profesor?

Bugman dijo...

Confieso que se extienden grandes espacios vacíos, agujeros rellenos con frases hechas y lagunas de profundidades tales que podrían albergar ecosistemas abisales en mis conocimientos de historia argentina, pero siempre he vivido bajo la impresión de que la inmigración fue una fuerza positiva para el desarrollo del país, y que se debió mucho más a las malas condiciones que tenían los inmigrantes en sus países de origen que a una política o estrategia nuestra (más allá de las intenciones que figuraban en la Constitución del 53).
En resumen, algo que salió gracias a factores externos y no por mérito propio.
Como los precios de los commodities ,para poner un ejemplo más reciente.

Louis Cyphre dijo...

Yo creo que Argentina supo aprovechar las oportunidades que se abrían en esos años. No estaba cantado que iba a ser así. De hecho, la gran mayoría de los países de la región y del mundo no supieron o no pudieron hacerlo.

Por supuesto que hubo miles de problemas e injusticias y que lo que ahora nos parece una clase política ejemplar no lo era tanto, vista desde la misma época. Pero tengamos en cuenta que pasa hasta en las mejores familias (y países). Lo que desde Argentina se vive como un proceso admirable de coherencia política e institucional relacionado con la historia de EEUU o Canadá, visto desde adentro no fue otra cosa que facciones que se impusieron sobre otras, con las pasiones y miserias de siempre.

La tentación tan argentina de meter a todos los políticos y todos los periodos históricos en la misma bolsa es muy grande, pero si no sabemos diferenciar entre lo que funciona y lo que no funciona estamos condenados a seguir fracasando.

BlogBis dijo...

Ojo Luis, que la idea de que Argentina despegó cuando otros no también es parte del mito.
Hasta Bolivia pegó un salto cualitativo importante en esos años.
Eso si, dos o tres revoluciones socialistas los dejaron adonde están ahora, y la rematan con el indigenismo bolivariano...
Ayer comentábamos con Sine el rol de los entrepreneurs extranjeros, como el Bar´n de Mauá (banquero en Brasil, la Confederación y Uruguay) o el mismo William Weellwright que después de abrir el ferrocarril Central Argentino se fue a armar un ferrocarril salitrero a Chile.
Si algo hizo la diferencia en la Argentina fue la explosión triguera, que no se dio en otros lados por el solo hecho de que no había planicies semejantes.

Louis Cyphre dijo...

Qué se yo. Hasta donde sé, en ningún país de la región, y en contados del mundo, se dio el fenómeno inmigratorio con la magnitud que se dio en Argentina. Y ojo que Argentina estaba (y está) en el esculapio del mundo y no hacía campañas en los otros países del Commonwealth o Europa, como sí hacían Canadá o Australia.

Esa gente no fue a Bolivia, ni Paraguay, ni Chile y fue en mucho menor medida a Brasil o Uruguay. Fue a Argentina.

Yo creo que lo que se hizo en esos años fue muy meritorio, básicamente la construcción de un país moderno de la nada. Que quedó trunco, seguro, que se fue a la merda, estamos todos de acuerdo.

BlogBis dijo...

Bueno, justo ahí está la falsedad del mito. Argentina SI hacía campaña -oficial y privada- para radicar gente en las clonias agrícolas.
Los intentos estatales generalmente terminaron en fracaso, pero muchos de las "conscripciones" privadas llegaron a buen término.

Pero claro, en la historia oficial queda mas lindo contar que los pobres gringos venían atraídos por la paz y el progreso y no por la posibilidad de cambiar una vida misérrima haciendose de un terrenito en cuotas.

BlogBis dijo...

BTW, la placa que ilustra el post es real.
Estaba colocada en una estancia en Ituzaingó, Corrientes, propiedad de Ernesto Ezquer Zelaya. Liberal para mas datos.

Martín Benegas dijo...

No se crecio gracias a, si no a pesar de.

Klaus Pieslinger dijo...

Cosa curiosa, relacionada sólo tangencialmente en cuanto a que no trata de liberales sino de posteriores radicales, pero hoy recibo un mail acerca de un probable pogrom ocurrido en Capital (más precisamente en Villa Crespo y Once) en 1919, contra judíos rusos sospechados de sovietizadores. El texto no contenía referencias inmediatamente verificables pero creo que el tema merece investigarse.

Ramiro dijo...

Nunca fuimos muy diferentes a lo que somos ahora, se me hace. Pero hubo una época en que los incentivos fueron diferentes y las posibilidades más generosas. Fue producto de nuestras virtudes? Puede que en parte. Y en gran parte por el contexto.

Blogovido dijo...

Por alguna razón que desconozco, los intelectuales que influenciaron a la Argentina de la organización nacional habían abrevado todos en De Tocqueville, un liberal de pura cepa y miraban a los EE.UU. como modelo y a España como modelo a no imitar.

A la Argentina, en esta cuestión, debería de comparársela con Brasil, el país de la región con el tamaño y los recursos naturales suficientes. Y Brasil recién ahora se nos acerca (y sólo por nuestra prolongada decadencia), en esa época era verdaderamente un país bananero.

La tentación de explicar la historia a través de tendencias inevitables (historicismo) es tan errónea como de la pretender explicarla sólo a través de los grandes personajes.

BlogBis dijo...

"La tentación de explicar la historia a través de tendencias inevitables (historicismo) es tan errónea como de la pretender explicarla sólo a través de los grandes personajes."

No entiendo si te referís a mi post con esto. La expansión del capital -especialmente británico- en el período (aunque también francés, alemán, y en última instancia norteamericano- fue enorme.
Y la tendencia en ese momento no era precisamente "inevitable", por cuanto por ejemplo en Francia se estaban gestando las revueltas socialistas que no eran precisamente atractivas para hacer negocio. Pero en ese contexto los nuevos países americanos eran un territorio propicio para la inversión de riesgo.

Sucede que lo de la historia mal contada no alcanza sólo a los Pigna. Hay buena parte de la Argentina que todavía se come los versos de Mitre, y de los historiadores que siguieron su escuela.
A propósito, el propio Alberdi fue el que le tiró la primera piedra, diciendole que escribía historia para autojustificarse.

JorgeF dijo...

Muy interesante post y muy interesantes los comentarios.

No soy un estudioso profundo de Historia Argentina, mas bien un lector de ella. Coincido en que no todo se hizo tan bien en el perido de los liberales y conservadores, porque de otra manera no se hubiera podido convertir al país al modelo nacionalista proteccionista que se arma en los 30 y 40. Ahí claramente hay un fallo en la formación.
Y como dice el autor no puede meterse a Alberdi y Sarmiento en la misma bolsa, si tuvieron una de las polémicas mas duras que se recuerden, y de Mitre y Urquiza ni hablar que cada discusión la terminaban con una batalla con un par de miles de muertos.
Igual me gustaría saber a que se apunta con un articulo como este cuando lo que hace falta es volver a eliminar el caudillismo y el uso del poder discrecional.

BlogBis dijo...

Repito -y reformulo, tal vez- la idea bñásica del post: el crecimiento argentino en el llamado período liberal no se dió por la implementación de un plan elaborado ex profeso. Un "viento de cola" bien aprovechado, y las condiciones ambientales exactas permitieron un despegue que la política de entonces al menos no se empeñó en frenar.

Klaus Pieslinger dijo...

Bueno, que no se empeñó en frenar no es poca cosa, si uno de los requisitos liberales es que el estado no esté interfiriendo en las transacciones entre privados.

Tortita Negra dijo...

Bien dicho Rubén. Ahora... Como se le hace entender a una "clase" política que ha gravitado hacia el afano y el pobrismo, que deje de ser un lastre y un salvavidas de plomo?

Hay que hacérselo entender? O simplemente hay que matarlos y dejar vigente ese castigo para todo aquel que se pase un milímetro de la raya?

A veces me parece que el problema de fondo es que, sumado a una masa clientelística fija que le asegura una tajada permanente a quienes ya sabemos, la gente no tiene las ideas muy claras.

TN

BlogBis dijo...

Klaus, ese es el meollo de mi post. Dejaron hacer. Pero no hicieron nada específico para que la cosa avanzara.
Con excepción de Urquiza, que además de promover activamente la inveersión extranjera (con Alberdi como embajador) promovió la inmigración reclutando gente en Suiza e Italia. Ni que hablar que fue el único que creía firmemente en la construcción de un sistema federal, cuando Mitre, Avellaneda y Sarmiento se cagarn sistemáticamente en las provincias e impulsaron revoluciones, golpes y fragotes para instalar gobiernos afines, si no la intervención lisa y llana del Ejército Nacional para derrocar a los poderes locales.

Véase, a cambio de ésto, lo que dice Cavallo.

Carlos dijo...

Aunque llego tarde, dos o tres cosas:

Creo que se reunieron factores que se supo aprovechar; los principales fueron:

1- La fenomenal coyuntura económica surgida en la segunda mitad del siglo XIX que coincidió con el fin de la dictadura de Rosas y de las guerras civiles. Esa situación ofrecía grandes ventajas a los países apto para la producción de carnes y cereales.
2- Países europeos, especialmente Gran Bretaña, poseían abundantes capitales que fueron empleados en la infraestructura portuaria y ferroviaria que se desarrollaron enormemente.
3.- Había un exceso de habitantes en Europa lo que proporcionaba una oportunidad ideal para poblar la pampa húmeda (Alberdi).

La clase dirigente incentivó la inmigración que llegó a raudales a partir de 1880 . Paradójicamente la llegada en masa de inmigrantes creo una paranoia nacionalista que hizo pensar en la necesidad de “argentinizarlos” (patriotismo hipertrofiado, militarismo, próceres, mito del gaucho, etc): En ello se empieza a pensar desde 1880 pero se consolida en la “educación patriótica” de los conservadores impulsada fundamentalmente desde el Consejo Nacional de Educación que tiene por fecha de nacimiento 1908. El principal impulsor fue Ramos Mejía. Lo notable es que con sus más y sus menos esa tendncia fue seguida por los radicales (Ricardo Rojas), el golpe militar de 1930, los conservadores de Agustín P. Justo, el golpe militar de 1943; Perón, la revolución de 1955...prácticamente hasta nuestros días (Malvinas). La Iglesia Católica también puso lo suyo.

Finalmente: contrariamente a lo que dicen muchos liberales, la educación patriótica no tiene nada que ver con la idea de Sarmiento de imponer una educación que contribuyera al desarrollo de del país. Sarmiento tuvo muchas cosas discutibles pero no era un nacionalista cerril.

Rāḥēl Reznik dijo...

Bueno, estoy apendiendo mucho de todos ustedes desde el post y también desde los comentarios.

Fede C. dijo...

El contexto internacional por supuesto que influye en el desarrollo de un pais, pero solo si es aprovechado por el pais. El mérito de los liberales de esa época fue saber aprovecharlo, y no es poca cosa.

Esto no quiere decir que todos pensaban lo mismo o que no había conflicto, pero el proyecto de país era escencialmente el mismo para todos, y era, a su vez, escencialmente bueno (a veces demandamos un "proyecto de pais" pero sin discutir que proyecto).

No creo el desarrolloe de esa epoca sea un mito, ni sibestimaría el rol del pensamiento liberal que le abrió las puertas a dicho desarrollo. Es cierto que tal vez hemos idealizado un poco el periódo de la belle époque, considerando lo que vino despues.

Klausbert: En relación a tu duda sobre los "progroms" del ´19, la revista Todo es Historia (del recientemente fallecido F. Luna) publicó en su número de febrero de este año un artículo bastante bueno y detallado (con bastantes fuentes) sobre el "progrom" durante la semana tragica de 1919. Fueron una serie de ataques mas o menos espontaneos de grupos de choque contra judíos acusados de maximalistas y con cierta complicidad de la policía y autoridades.

El enmascarado) dijo...

Llego tarde también, pero coincido en los puntos que señaló Carlos.

Quisiera agregar que, pese a los factores supuestamente positivos, más de la mitad de los inmigrantes que vinieron entre 1880 y 1914 regresaron a sus países de origen.

Sería interesante saber cuál fue la razón por la que se volvieron.

Unos cuantos fueron a pelear por sus países natales en la Gran Guerra e imagino que muchos habrán "hecho la América" y regresaron prósperos a su tierra. Otros habrán fracasado o no aguantaron la nostalgia. Lo mismo que les pasa a muchos argentinos que han emigrado en estos últimos años y han regresado a Argentina.

Además, en muchos casos, los argentinos criollos no trataron bien a los inmigrantes europeos. La creación de Asociaciones de Socorros Mutuos es una muestra de que los inmigrantes tuvieron que apoyarse entre ellos, entre otras cosas, para defenderse de los criollos ya que "los gringos nos quitan el trabajo" y hubo numerosos ataques a extranjeros, según reflejan los diarios de la época.

Tampoco hay que horrorizarse demasiado por esta xenofobia si se recuerda que la sociedad colonial española era muy cerrada y recelosa del extranjero y las sociedades no se abren de un día para otro. También los italianos y españoles de su época eran, y lamento decir que siguen siendo, bastante racistas. Para un italiano del norte un napolitano o un siciliano es un africano y para los madrileños los gallegos son brutos, aunque trabajadores, y los andaluces vagos, pero alegres.

No sé si hubo o no un plan específico, pero está claro que había una ideología de progreso en las clases dirigentes de la época que posibilitó que, aunque vinieran gallegos e italianos en lugar de rubios sajones, los inmigrantes pudieran progresar en la medida de su esfuerzo.

Creo que ese es el gran mérito de la Generación del 80 aunque fueron ciegos y cómodos respecto a los cambios que iban ocurriendo en el mundo. Sólo Carlos Pellegrini tuvo alguna iniciativa para pensar un país que pudiera ser como EE.UU., no le hicieron caso y prefirieron seguir enganchados a la locomotora británica.

Sí creo que lo que impulsó la integración de los hijos de inmigrantes fue la Escuela Pública Obligatoria y el Servicio Militar. Ambas instituciones emparejaron e igualaron al hijo del "turco" con el del tano o el del gallego. Todos se consideraron argentinos de ahí en adelante, para bien o para mal.

BlogBis dijo...

Para Concolorcorvo y para cualquier otro que no lo haya entendido: nunca dije que el crecimiento sea un mito. El mito está en que este se hauya dado por una acción directa y planificada de Alberdi, Sarmiento, Mitre, Avellaneda, Roca y demás deudos.

Lo explico por tercera vez, y en castellano simplificado: el crecimiento argentino entre 1860-1900 se dió por el surfeo de una corriente expansiva del capital internacional, que encontró en las planicies de la pampa oportunidad de negocios y escasos impedimentos puestos por el gobierno, y tierra fértil en una sociedad que a toda costa, quería aggiornarse según los estándares europeos.

Blogovido dijo...

Por cierto que no hubo un plan. Pero los intelectuales del exilio ejercieron una enorme influencia para que Urquiza no fuese otro Rosas o algo semejante, para que la idea del libre comercio fecundo y ed la república prevalecieran.

Por desgracia, para hacer un país moderno hacía falta aplastar a los caudillos y eso nos dejó con un país centralista y un ejército nacional como institución política muy poderosa.

La mejor prueba de que la generaciones del ´37 y del ´80 fueron en gran partes responsables del "milagro argentino" es que la próxima generación no fue ni por asomo lo brillante que ellas fueron y así nos fue.

Por supuesto que había viento de cola, pero el viento de cola no empezó a soplar de casualidad el 3 de febrero de 1852.

En definitiva, lo "mejor" que se puede hacer es comparar como puse antes. Y Argentina, más o menos, se puede comparar con Brasil, que para 1910 era sólo una sombra de la Argentina. El capital inglés también estaba disponible para Brasil, así como los emigrantes europeos.

Enmascarado, es lógico que la mitad de los inmigrantes regresara. Muchísimos mexicanos hoy trabajan unos años en los EE.UU. y regresan a México con un capital para poner un negocio o vivir de rentas. Simplemente quieren vivir donde nacieron. Y más corría eso para la Argentina del siglo XIX que era un país primitivo.

BlogBis dijo...

Disiento Blogóvido, en un par de cosas.

Que Brasil fuera sólo una sombra de la Argentina es una suerte de argentocentrismo que arrastra la historia nacional. ¿En términos de qué estaba por detrás? ¿Producción granaria? ¿Producción ganadera?Ya en los años iniciales de la República la industrialización brasileña le pasaba el trapo a la argentina. ¿Quién llevó el peso principal en hombres y en plata de la Guerra del Paraguay? no fue la Argentina, ni el Uruguay. Si en indicadores económicos pudiera haber estado por atrás, ya a principios del siglo XX Brasil mostraba una elite cultural que en lugar de mudarse a París intentaba la construcción de una vanguardia local. No es casual que exista un Lucio Costa. Y por supuesto que el capital inglés también fue a Brasil, como fue el alemán que acá casi no llegó, y el norteamericano mas tarde.

El otro punto es el de los inmigrantes regresados, que para nada puede compararse al caso de los que se vuelven con plata a Mexico. Está sobradamente documentada la devolución de predios de colonias agrícolas, ante el fracaso de las cosechas, el acoso de la langosta, la falta de seguridad ante los bandidos, los malones, etc.... una serie de infortunios que demuestran (otra vez) que poco se hizo desde el poder para que el "gobernar es oblar" se implementara con facilidad.

El enmascarado) dijo...

Blogo, creí haberlo expresado casi como vos, pero insisto en que hubo muchos que volvieron porque no se cumplieron sus expectativas. Por ejemplo, el acceso a la tierra no fue fácil para la mayoría de los inmigrantes, salvo en las colonias organizadas como la de los suizos em Santa Fe o las del barón Hirsch.

Muchos inmigrantes fracasaron y se volvieron frustrados, otros no pudieron adaptarse a las costumbres y otros muchos padecían la terrible añoranza de la tierra natal. El terruño tira fuerte y tira mucho, el desarraigo es muy duro de afrontar y el éxito material no es todo en la vida.

He vivido en algún país donde gané muchísimo dinero y me iba estupendamente bien en lo profesional, pero no tenía ni un amigo. No aguanté y pedí irme. El gran problema de emigrar es que siempre sentís que sos extranjero por muy bien que te vaya, pero algunas sociedades son más fáciles que otras para integrarse.

Victor dijo...

Yo vi ese cartelito de Ezquer Zelaya, era un "liberal" pero al estilo correntino, no precisamente de la escuela austriaca. Tiene unas publicaciones incalificables, muy graciosas.

Con respecto al post coincido en que hubo una coyuntura favorable, pero también había un modelo de desarrollo republicano, con diferencias, pero con una cancha bien marcada. No fue solo de casualidad.

Blogovido dijo...

Creo que llegamos un poco a la diferencia. Los liberales creemos en que el libre comercio siempre conduce al progreso y rechazamos todo tipo de prebendas y favores a los "industriales", raza de sanguijuelas que pululan por todo el mundo; cucarachas, porque serán la última especie en extinguirse de la faz de la Tierra con esa inefable habilidad de disfrazar su interés tras promesas, cantos de sirena, de "desarrollo de matriz diversificada" y "empleos de alto valor agregado".

Y por otro lado están los que piensan que debe haber un "plan de desarrollo" en el que unas personas que presumen saber más que los demás acerca de las cuestiones más complejas determinan ganadores y perdedores en la economía de un país.

Los liberales, tanto los de hoy como los del siglo XIX, creemos y creían que la segunda idea conduce a la muerte de la libertad, un fin en sí mismo, y a la ineficiencia y el estancamiento.

Espero no "sonar" demasiado agresivo pero estas cuestiones hacer hervir mis dedos sobre las teclas.

Carlos dijo...

Es verdad que, como dice el Enmascarado, la escuela pública (gran logro debido especialmente a las presidencias de Sarmiento y Avellaneda) y el servicio militar obligatorio incorporaron a los hijos de los inmigrantes.

La escuela pública sarmientina cumplio un gran papel en la educación argentina comparable -como alguna vez dije- a la gran educación pública francesa impulsada por Francois Guizot a partir de la ley de 1833, durante el reinado de Luis Felipe.

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Otro ejemplo de colonización exitosa fue la de Pigüé al S.O. de Buenos Aires formada por franceses del Aveyron que en 1884 se instalaron en tierras que, como Coronel Suárez y Coronel Pringles, pertenecian a un gran terrateniente irlandés llamado Casey. Pigüé está al pie de las sierras de Curamalán ( o Curamalal)donde en 1904 se hicieron maniobras de la primera conscripción militar debida al general Pablo Riccheri, hijo de inmigrantes italianos.

BlogBis dijo...

Es interesante el debate, buenos los aportes, pero observese que se ha descarrilado de la premisa original, que es que no puede meterse en la misma bolsa a quienes menciona Cavallo en su artículo y que la frase "la organización nacional, inspirada por Alberdi e instrumentada por Urquiza, Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca" es una falacia de calibre mayor.

Carlos dijo...

Yo di por sentado que la “organización nacional” no fue el resultado de una ideología compartida ni de un acuerdo entre amigos sino, como puse en el primer comentario, “se reunieron factores que se supo aprovechar”. En ese sentido, el “relato” liberal, es un mito. Por ejemplo, Alberdi detestaba a Mitre y Sarmiento que, a su vez, lo despreciaban.

Otro asunto que hay que ver en su justa dimensión es el de la Argentina potencia de 1910; reinaba el fraude, la situación social era muy tensa y bastaba salir de Buenos Aires para ver que el estado del país no era lo brillante que muchos dicen. Hay bastante ironía en algunas declaraciones de personalidades extranjeras que se toman como expresiones de admiración. Nadie niega los avances del país pero no hay que caer en la mitología.

Muchos inmigrantes se fueron del país porque, como dice el Enmascarado, no pudieron acceder a la tierra debido a que, entre otras cosas y aunque suene a “progre”, es cierto que luego de la campaña del desierto gran parte de la tierra que podían haber ocupado quedó sin explotar y en muy pocas manos.

BlogBis dijo...

Gracias Carlos, es la perfecta descripción de la cuestión que quería tratar en el post.