27 de junio de 2010

Diez puntos para un servicio nacional

A partir del debate que surgió la semana pasada sobre la posible validez de la colimba, estuve pensando un poco y quería caer con una idea al respecto.

(Ahora pueden decir: "y dale con Pernía...")

Hagamos un ejercicio de ciencia ficción, en el que el Estado argentino no se dedicara con saña a la sodomización violenta de sus habitantes, que las instituciones públicas estuvieran en condiciones aptas de cumplir sus tareas y que existieran los medios materiales y humanos para implementar esta idea sin caer en los habituales excesos, desperdicios, incompetencias y escándalos.

En el caso mencionado, que hemos de admitir que sería casi imposible de ver en la vida real, ¿sería posible o deseable establecer un sistema de servicio nacional que tuviera las siguientes características?

1. Se establecería un servicio nacional de carácter obligatorio para ambos sexos, de un año de duración, a cumplir a partir de los 18 años, que se podría prestar a través de diversas modalidades, entre ellas un servicio militar en las Fuerzas Armadas, un servicio de defensa civil y protección en caso de emergencias, un servicio social a ser prestado en hospitales, orfanatos y geriátricos, y un servicio de asistencia escolar en el nivel primario.

2. Si bien el servicio nacional sería de carácter obligatorio, quedaría a elección de los jóvenes la manera en la que dicho servicio puede ser prestado, en la medida en que se cumplan los cupos fijados para cada actividad. Se establecerían cupos del 20% como máximo para cada una de las modalidades del servicio nacional (asumiendo que nos mantuviéramos en las cuatro mencionadas antes); el 20% restante se distribuiría de manera variable y ajustada a los requerimientos existentes. En caso de haber más solicitudes que vacantes disponibles para una modalidad del servicio, se podrían asignar las solicitudes excedentes a otras cuyos cupos no estuvieran cubiertos.

3. La selección para el servicio y la recepción de solicitudes serían llevadas a cabo por los gobiernos provinciales y de la ciudad de Buenos Aires, que estarían encargadas (bajo supervisión federal) de la aplicación de los cupos a los jóvenes de su distrito, de forma tal de asegurar que cada modalidad del servicio nacional tuviera participación de jóvenes de todo el país.

4. El proceso de incorporación incluiría un examen médico completo y exámenes académicos (Lengua, Matemática y Ciencias Sociales, en principio) para todos los que prestarían el servicio, de modo tal de poder tener una visión adecuada de la situación sanitaria y educativa de la juventud argentina. Cada modalidad del servicio exigiría de sus postulantes resultados determinados en todos estos exámenes.

5. La única instrucción permitida sería de carácter técnico específico de las tareas a realizar, quedando prohibida la instrucción política o ideológica de cualquier clase y forma. Alternativamente, para los incorporados que presentaran falencias educativas, se permitiría la enseñanza compensatoria y niveladora necesaria mediante cursos acelerados a ser dictados en escuelas normales del área en donde se preste el servicio.

6. La prestación del servicio en todas sus formas sería debidamente compensada en materia salarial, de prestaciones médicas, de viáticos y de residencia en caso de traslado a otro punto del país.

7. Regiría para los que lleven a cabo el servicio militar los mismos derechos, deberes, obligaciones y privilegios que actualmente tiene el personal voluntario de las Fuerzas Armadas. En la escala jerárquica militar quedarían ubicados por debajo del actual personal voluntario. Ciertas unidades, como por ejemplo los paracaidistas, comandos, fuerzas especiales e infantes de Marina, se compondrían exclusivamente de personal voluntario que eligiera continuar en el servicio después de finalizado su plazo.

8. En el caso de los que presten el servicio militar, tendrían reservado un cupo del 35% de las vacantes de ingreso a las escuelas de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas, a ser distribuido de acuerdo a las evaluaciones de desempeño que se lleven a cabo.

9. Para los otros servicios, se implementarían facilidades para que quienes lo cumplan de manera completa puedan acceder a la universidad o a la educación técnica, si así fuera la intención de los que cumplen el servicio.

10. Los que finalizaran el servicio quedarían como parte de una "reserva" que puede ser activada en caso de guerra, catástrofe o emergencia. En el caso de los reservistas militares, se constituirían unidades de carácter regional con cuadros provistos por personal en actividad y/o retirado de las Fuerzas Armadas regulares en las que quedarían encuadrados para las prácticas (dos semanas al año) y para una eventual llamada al servicio.

Como en el post anterior, esto va aunque más no sea para reafirmar los argumentos en contrario.

41 comentarios:

Rothbard dijo...

Una forma de esclavitud, pero que dura un año. Paso.

Martín Benegas dijo...

No encuentro ningún argumento que justifique la obligatoriedad, coincido con Rothbard.

Anónimo dijo...

Yo creo que se podría hacer algo positivo. Yo no lo llamaría especificamente militar, sino más bien cívico. Se podría apuntar a dar la educación cívica básica en una edad no tan ridicula como la del colegio. Apuntar a contenidos de consenso general como la constitucion y los derechos basicos, instruccion en disciplinas generales praticas como primeros auxilios, basicamente poner la mira en convertir al individuo en ciudadano.

Anónimo dijo...

Todo bien Mayor, pero no hay justificación para retenerme un año para enseñarme a obedecer y ser responsable cuando ya he aprendido eso en mi casa y me considero un ciudadano educado y responsable. No es que no tenga nada que aprender lo cual sonaría a soberbio, sino que lo "básico" lo tengo comprendido y no soy ningún bárbaro para que me vengan a educar otras personas cuestiones simples de civilización. Igualmente a mi me hubiera gustado hacer la colimba (sin perder un año entero) porque siempre me gustó "lo militar", mas no creo encontrarle ningún justificativo ya que es una locura quitarle un año de su vida a personas que al fin y al cabo son "técnicamente" dueños de la misma y deciden como realizarla. ¿Con qué derecho me van a venir a enseñar de responsabilidad cuando siempre me he comportado de forma correcta y civilizada?

Supongo que vivís en Bs As, y por lo tanto tendrás contacto con las hordas que habitan aquí y en el conurbano. Esas hordas son prácticamente ingobernables, y lo único que haría la instrucción militar sería prepararlos mejor para la delincuencia. Una especie de posgrado en el manejo de arma de guerra...viste el capítulo de los simpsons que a Bart cuando va a la escuela militar le preguntan si viene de escuela pública y el militar le responde al escuchar su afirmativa que entonces seguro ya sabía manejar armas de guerra. Bueno, acá las hordas directamente irían a hacer una especialización.

Además esto tiene un claro tinte progresista basado en la creencia de que el ser humano es perfectible, y de que con un poco de disciplina a los bárbaros se los domina y educa. No seamos ingenuos, todos bien sabemos que solo con órdenes a todos estos salvajes poco les cambiaría la visión de su existencia.

En resumen, no encuentro justificación alguna para implantar este sistema aun cuando el estado argentino fuera similar al alemán. El servicio militar nació para crear el ser argentino, para unificar la nación en un algo distinto a las diversas nacionalidades que la abarrotaban desde los puertos. Eso claramente ya pasó hace bastante, y dudo que hoy tenga algún sentido.

BlogBis dijo...

Yo soy 150% partidario de la formación militar, obligatoria.

Y decime que en tu casa aprendiste a apuntar un 155... dale...

Mayor Payne dijo...

Iván, todo bien, no te hagás problema. Creo que no me hubiera gustado hacer la colimba, aunque de haber podido hubiera ingresado en la Armada, sin mencionar que hoy en día lamento no haber tenido la oportunidad de aprender bien algunos saberes prácticos que no te los dan las escuelas y universidades. Y soy de Buenos Aires y profundamente orgulloso de ser porteño, aunque eso signifique encontrarme con las hordas que mencionás.

Al igual que vos, creo ser un buen ciudadano y así me educaron en casa y así me mantuve a pesar, muchas veces, de la escuela y de la sociedad en general. No dudo en lo más mínimo que vos, como tantos otros que no aparecemos en los medios, hacemos lo que podemos en este país para vivir con la conciencia tranquila. El tema, el gran tema que me movió a escribir esto (y te aseguro que con mucha reticencia, dado que no me gusta el estatismo en ninguna de sus formas), es que así como nosotros tratamos de ser ciudadanos responsables, hay millones de tipos que ni siquiera recibieron en sus familias el impulso, nunca bienvenido al comienzo pero reconocido después, que los llevó a darse cuenta de que hay algo más en la vida que la mera satisfacción de necesidades básicas a como dé lugar.

Vos lo dijiste bien: son hordas. Y muy probablemente, a esta altura, sean completamente irrecuperables, aún si los mandáramos a Isla de los Estados en colimba perpetua. Eso no te lo discuto. Pero tengo la edad suficiente para recordar que no siempre hubo hordas, y que no siempre el Conurbano parecía lo peor del Congo Belga en algunos rincones. Y como no me quiero tragar la excusa progre de que "la culpa la tuvo Menem", no puedo dejar de pensar si a lo mejor el final de la colimba no tuvo algo que ver en que llegáramos a esto. Quizás antes no teníamos estos problemas, entre otras razones, porque había gente que se ocupaba de enseñarles cuestiones simples de civilización. Es que con los bárbaros tenés sólo dos opciones: o tratás de civilizarlos, o dejás que te arrasen. Y la responsabilidad, insisto, no te nace sola; o te la inculcan desde chiquito, o te la fuerza la vida.

Tampoco hablo solamente de las hordas; basta con ver cualquier "piquete" de pendejos y apendejados para darte cuenta de que hay mucha gente que habiendo tenido una educación y una familia más o menos normal, lo que les dio la oportunidad de ser más responsable y productiva, no lo es por un superávit de sensiblería psicobolche y un déficit de oportunas patadas en el culo. Mal que mal, la colimba le venía bárbaro a muchos agrandados para bajarles el copete.

Y mal que mal, como lo pueden atestiguar muchos que pasaron por la colimba, el servicio militar era quizás la última oportunidad para que miles de personas pudieran ser revisadas por un médico, aprender habilidades que después les permitirían desempeñar un oficio, y también, con sus múltiples fallas, recibir algo de disciplina, que me parece que hoy en día la estamos extrañando.

Por último, la colimba tuvo como fin construir, como bien dijiste, nacionalidad a partir de los inmigrantes. Quizás la gran necesidad de la hora, de constituir una nacionalidad, no es tan urgente. Pero todos los días vengo al centro a laburar y desde el Mitre veo más banderas paraguayas en la Villa 31 que argentinas. ¿Cómo metemos a esa gente en la sociedad?

Quizás el mal de la colimba fue no adaptarse al paso del tiempo, no transformarse en algo tal vez menos militar y más variado y diverso (como apunta Max), algo que permitiera responder mejor a la duda de cómo hacer para darle a muchos lo que podía faltarles para ser ciudadanos. Quizás tuvo que irse en 1994 porque planteada como estaba, ya no le servía a la Argentina. Pero eso no quita que, aunque sea a modo de hipótesis, pensemos si se puede volver a hacer. Porque por más que como liberal me duela decirlo, la opción de no hacer nada al respecto no nos está dando grandes resultados.

Saludos.

Anónimo dijo...

Y una nota al pie, Obviamente todas la medidas globales como obligar ciertas enseñanzas básicas no se pueden hacer a medida de cada uno, siempre van a ser apuntadas a un promedio.

Anónimo dijo...

Rubén, no somos Israel, no creo que sea tan imperioso tener a toda la ciudadanía organizada para la guerra. Con un ejército profesional serio creo que basta y sobra para nuestra realidad geográfica. Además lo que plantea el Mayor más que nada es generar responsabilidad y sentido de la obligación en las personas, no que cada uno sea un soldado al estilo Esparta. Y vuelvo a lo que decía otro comentarista sobre crear piratas del asfalto, si las hordas ya están prácticamente preparadas para la guerra urbana enseñarles a tirar con arma de guerra sería directamente la consagración de su entrenamiento en este caso financiada por todos.

Igualmente repito, esto lo digo pensando en la gran mayoría de las personas que posiblemente nada ganarían de la situación, y se sentirían con razón esclavizadas. Yo no tendría ningún problema en una formación militar, y por eso digo que me hubiera gustado hacer el servicio militar aunque no perdiendo todo el año, sino quizás saliendo antes del último año de la secundaria y luego entrando más tarde a la universidad o lo que fuera.

Mayor concuerdo con tus inquietudes. Lamentablemente yo soy bastante pesimista y creo que la situación es irremediable luego de décadas de graves errores consumados. Más allá de todo concuerdo especialmente con que quizás haber sacado la colimba pudo haber creado esta situación, sin olvidar también que en los últimos tiempos el estado en buena parte de los lugares más calientes del conurbano directamente dejó de actuar como garante de la paz social.

Particularmente a esos "estudiante" piqueteros habría que darles una buena "afirmación del orden", pero creo que violaría los cientos de tratados derechohumanistas que hemos firmado.

BlogBis dijo...

"Rubén, no somos Israel"
Nunca dije que lo fuéramos

"tener a toda la ciudadanía organizada para la guerra"
Tampoco lo dije. Apenas creo que es necesario dar educación militar a los jóvenes, para mantener luego un cuerpo de reservistas por cinco o diez años.

"un ejército profesional serio creo que basta y sobra para nuestra realidad geográfica"
Justamente la limitación para un ejército all-pro es nuestra geografía. ¿Cuantas brigadas activas profesionales necesitás para dar cobertura a ... digamos un ataque en la Patagonia?

Y no sigo por falta de tiempo. Aclaro sólo una cosa: Esparta no tiene nada que ver.

Luis N dijo...

Blogbis:

¿Vos hiciste el servicio militar?
Yo lo hice y sé de lo que hablo. No sirve para nada. Ahora, si de lo que se trata es de someter a ciudadanos "disciplinándolos", adelante.

Lo que más me decepciona es ver a pretendidos liberales apoyar entusiastamente una forma de servidumbre.

Anónimo dijo...

Yo no creo que nos encontremos ante grandes hipótesis de conflicto frente a nuestros vecinos, ni que vayan a atacar la Patagonia. Tampoco creo que seamos todos grandes hermanos incapaces de hacernos daño, ya que en los noventas se probó lo contrario, pero la verdad dudo que pudiera suceder lo que vos decís, pero son opiniones y vos tenes mayores conocimientos sobre el tema que yo. Desde ese punto parte nuestra distinta concepción sobre el servicio militar me parece, aunque obviamente la respeto.

BlogBis dijo...

Luis N, hablé de "formación militar obligatoria".

Nunca dije volver al SMO tal como vos lo conociste.

Una grave limitación mental argenta es no lograr imaginar que existen cosas diferentes a las que se tienen o se padecen.

Y por lo que a mi respecta ya he dicho sobradamente que fui liberal en los términos en que se definen la mayoría liberal doméstica. Pero el liberalismo hizo todo lo posible para seguir cagándose en la constitución, en las leyes y en el federalismo.

Anónimo dijo...

Es molesto lo de "pretendidos liberales". Para que los golpes de efecto, la cosa es hablar sobre el tema, y coincido con Blogbis, debería ser una cosa nueva.

Sine Metu dijo...

lo más importante de la colimba para mí era la desestratificación de la sociedad, ya que durante un año convivían el pibe que fue al Belgrano Day con el que fue al Nacional, con el que fue a la escuela rural, con el que no terminó cuarto grado...

JorgeF dijo...

Me gustaría agregar un dato que seguramente el Profesor BlogBis conoce. La Marina Nacional, luego Marina de Guerra, siempre tuvo dramáticos problemas de escasez para conseguir tripulantes. Desde la época de la Independencia, no por nada tantos extranjeros. En los años 1870, 1880 y 1890 las tripulaciones se completaban con inmigrantes.

Sólo la Conscripción logró que las plazas a bordo se cubrieran completamente.

Ahora se repite la historia, y los voluntarios no alcanzan para las plazas necesarias.

Julio Rougès dijo...

Mayor Payne: tu propuesta tiene la virtud de reavivar un debate necesario. Y es doblemente meritoria, proviniendo de alguien joven, que no hizo la colimba.
Yo, como la mayoría de los de mi generación, hice el servicio militar. En diciembre de 1978 casi entramos en guerra con Chile, y habiéndoseme otorgado a comienzos del mes licencia hasta la baja, me volvieron a reenganchar, hasta junio de 1979. Estuve 40 días en San Antonio de los Cobres, a pocos kilómetros del límite con Chile, en una escuela rural que hizo las veces de improvisado cuartel.
Creo que la guerra hubiera sido injustificada, pero igualmente creo que ningún país podría haber subsistido desde la antigüedad, si cada ciudadano en condiciones de luchar se hubiese erigido en árbitro de la justificación de la guerra. Ni Dominguito Sarmiento, ni el hijo del vicepresidente Marcos Paz, que murieron en la guerra de Paraguay, invocaron objeciones de conciencia cuando su patria estaba en guerra. Su conciencia les dictaba, por el contrario, que pese a la posición prominente de sus padres, su obligación era luchar por ella.
Por supuesto, desde un punto de vista liberal ortodoxo -estilo Benegas Lynch- el servicio militar obligatorio es una servidumbre inaceptable. Para muchos liberales el artículo 21 de la Constitución liberal de 1853-1860 debe tenerse por no escrito ("Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos del Ejecutivo nacional"). En el caso “Portillo, Alfredo” (18-4-89) la Corte Suprema admitió la objeción de conciencia, basado en la filosofía liberal que orienta a la Constitución (considerando 16), pero no negó la vigencia del artículo 21, sino admitió la posibilidad de que el servicio de conscripción pueda ser cumplido sin el empleo de armas, con fundamento en la libertad de cultos y de conciencia, pero aclarando que "a la sola luz de la Ley Fundamental, no asiste derecho, sobre la base indicada, para eximirse de dicho servicio de conscripción” (considerando 17).
Si bien es difícil desentrañar las relaciones causales, me parece que entre un colegio secundario que deseduca, prepara para la barbarie, la anarquía y la negación de toda autoridad, y la continuación de la adolescencia hasta los 25 o 30 años (según los casos), ha desaparecido la única etapa de la vida en que los jóvenes obedecían, asumían responsabilidades y hábitos de sacrificio físico y trabajo; y quienes teníamos una situación comparativamente mejor compartíamos mates y vivencias con jóvenes que venían de la extremada pobreza. Ricos y pobres, de colegios buenos o carentes de estudios, aprendíamos a conocernos, a respetarnos y a hacernos respetar. No me parece ajeno al auge de la criminalidad, la desaparición de la autoridad y la generación de compartimentos estancos entre las clases sociales. Hoy los que pueden viven en countries o en Puerto Madero, aterrorizados con los habitantes de las villas; y los otros, odiando a todo el mundo, inclusive al pobre que estudia o trabaja. Los planes sociales son la antítesis del deber sin paga: dinero sin contrapartida, y sin asunción de responsabilidades.
Sé que las anteriores son proposiciones difícilmente demostrables, pero provienen de alguien que vivió la experiencia, y en su momento, con sus humanos temores, estaba dispuesto a sacrificar la vida por la Patria, de ser necesario.
Las Nación Argentina no se formó con objetores de conciencia -a quienes respeto, pero la objeción no puede generalizarse- ni con soldados pagados. Quizás haya quien piense que la formación de la nacionalidad no justificaba el costo de esa "servidumbre" y de la sangre derramada. Quizás considere que para evitar el derramamiento de sangre, deberíamos continuar siendo colonia de España. Pero, aunque sea cruel, las naciones se formaron de esa manera, y las que no estuvieron dispuestas a pagar ese costo, no llegaron nunca a existir o desaparecieron.

Unknown dijo...

A mí me parece que este tipo de propuestas (mi padre opina lo mismo, yo soy clase 76, la primera que no la hizo) tienden a querer arreglar algo que viene desarreglado desde antes (escuela primaria y secundaria).
Creo que la solución es mejorar la educación desde los 0 a los 18 años, y no hacer algo a partir de los 18 años como si eso arreglara algo.

Victor dijo...

Lo pensé varias veces y por momentos lo justifiqué para jovenes de 18 a 20 años que no estudien ni trabajen. Un "servicio cívico" obligatorio, para el que prefiera militar, ok, militar. Mucha gente necesita (y quiere) aprender un oficio, aprender normas básicas de convivencia, etc... Se me termina desmoronando la teoría por el asunto de la obligatoriedad, no me cierra.

SW.357 dijo...

La escuela primaria también es obligatoria. Se reduce a semi-esclavitud a los jovenzuelos y se les inocula un virus incurable en el cerebro.
Hay que eliminarla ya mismo

Carlos dijo...

Coincido totalmente con Rubén y Julio Rougès.

Martín Benegas dijo...

No se puede comparar la obligatoriedad de la primaria donde si no vas no te pasa nada, a la del SM donde te declaran desertor ¿desertor de que?

Mayor Payne dijo...

Martín, me parece (y alguien que conozca un poco más de derecho me podrá decir si la pifié o no) que la deserción del SMO se entendía a partir de este artículo de la Constitución, presente desde la original de 1853, que Julio lo citaba arriba:

"Artículo 21- Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos del Ejecutivo Nacional. Los ciudadanos por naturalización, son libres de prestar o no este servicio por el término de diez años contados desde el día en que obtengan su carta de ciudadanía."

En el caso de la colimba, era la vieja Ley de Servicio Militar Obligatorio (que sigue vigente aunque su aplicación está suspendida) la que fijaba los términos en que se cumplía la obligación de "armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución".

El desertor del SMO estaba escapando de una obligación constitucional que se aplica no sólo a los argentinos nativos, sino también a los naturalizados, y que permanece vigente (aunque suspendida su aplicación) en tanto siga existiendo el Artículo 21.

Incluso Alberdi, en las Bases, incluía una obligación similar en el artículo 24 de su proyecto de Constitución cuando dice: "Todo argentino es soldado de la guardia nacional. Son exceptuados por treinta años los argentinos por naturalización."

Saludos.

Martín Benegas dijo...

No estoy de acuerdo con el Art 21, en vez de decir "esta obligado" debería decir "tiene derecho a" porque de lo contrario le estamos dejando la potestad de decidir lo que es de interés patriótico y por lo tanto pasible de defensa armada al gobierno de turno, voy a poner un ejemplo extremísimo, supongamos que Chávez invade Colombia el conflicto tiene una escalada regional entran en conflicto Brasil, Chile,Peru y Colombia contra Argentina Venezuela Paraguay, Ecuador Y Bolivia, EEUU decide intervenir e invadir Argentina ¿vos darías tu vida por defender a los K, Chavez, Correa y Evo?

Sine Metu dijo...

la defensa nacional es algo colectivo, no individual.
existen muchos ejemplos de nuestra historia en los que militares patriotas en la lucha por la independencia pasaban por las armas a los traidores, pero también a los tibios.

Martín Benegas dijo...

Si yo veo amenazada la vida de mis seres queridos, mi vida, mi libertad y mi propiedad no hace falta ningún gobierno que venga a arriarme para que tome las armas, pero jamás voy a pelear por los delirios de un gobierno.

Mayor Payne dijo...

Martín, si un Tomahawk le pega a mi casa, o a mi lugar de trabajo, o a la escuela de mi familia, no me voy a fijar en la ideología del tipo que me tiró el bombazo o en el color político del tipo que me gobierna antes de decidir si quiero o no mandar a la mierda al que me bombardeó. Es por esa razón que a basuras como D'Elía no se le pueden perdonar sus cariñitos con Irán después de que ellos organizaron las voladuras de la Embajada de Israel y la AMIA.

Es una cosa mientras nos mantengamos al nivel de un conflicto diplomático en el que no se intercambian más que discursos y mensajes escritos y nuestro debate sobre quién tiene o no la razón no tiene la posibilidad de cobrarse vidas argentinas por acción u omisión, otra muy distinta es cuando empiezan a volar las balas, porque te puedo asegurar que cuando se larga el bombardeo, el pepinazo no va a distinguir si sos antikirchnerista o kirchnerista.

Y si el problema son los Kirchner o el sátrapa de turno, prefiero que seamos nosotros los que resolvamos la cuestión, así sea bajándolos a patadas del poder (cosa que pasaría si se diera el escenario que decís), antes de pedir que vengan los Marines.

Los ejércitos no votan si van a la guerra o no. ¿Dar la vida por los K, Evo o Chávez? Ni en pedo. ¿Dar la vida por la Argentina, que es la que pagaría el costo de la torpeza que describís si se nos vinieran al humo? Si puedo ayudar a evitar o minimizar el daño, desde ya que pido mi FAL. Quisiera creer que la Argentina es más que los K, como lo creyeron los que fueron a Malvinas y no precisamente a pelear por Galtieri.

Saludos.

BlogBis dijo...

Mayor, me ganaste de mano.
Iba a comentar en idéntico sentido.

Martín Benegas dijo...

Malvinas es exactamente el ejemplo de ir a pelear por los delirios de un gobierno, y mandar conscriptos fue una barbaridad inaceptable, otra cosa es la guerra antisubversiva en Tucuman, a esa si hubiera ido gustoso.

Martín Benegas dijo...

Y coincido con lo de D'Elia e Iran, Menem debió declarale la guerra a Teherán, esa si hubiera sido una guerra justa.

Mayor Payne dijo...

Coincidimos en Tucumán e Irán, Martín; lo de Malvinas es más discutible que lo que parece a simple vista. Si la Historia se discutiera en serio en este país, sería un gran tema de debate la cuestión de si Galtieri preparó todo desde un primer momento o si le hicieron una cama de aquellas y él se metió gustoso, en lugar de aceptar de manera indiscutible la versión Pigna-Pauls de "inventaron la guerra para salvar al Proceso". Pero esa es otra historia.

El punto al que nos llevan los desacuerdos que tenemos sobre qué guerra conviene pelear y qué guerra no conviene es justamente que nunca jamás vas a tener un consenso universal en una sociedad sobre la necesidad o no de una guerra.

Es claro que una guerra es algo a lo que una sociedad no puede abalanzarse de cabeza y sin chistar, más cuando se trata de repúblicas democráticas (aún si quisiéramos meter a la Argentina en esa definición) en donde la opinión ciudadana cuenta. Pensemos en Irak y Afganistán, que por cada detractor vas a tener un partidario.

Por otro lado vos señalás que hay guerras que son capricho de los gobiernos de turno. No te lo discuto: toda guerra se hace para conseguir objetivos políticos, de ahí el famoso aforismo de von Clausewitz de "la guerra es la continuación de la política por otros medios". Lo loco de las guerras religiosas es justamente la ausencia de un objetivo político (al menos a simple vista) que permita determinar qué quieren lograr estos tipos haciendo la jihad, por ejemplo.

Ahora, el tema es que dentro de "la política" a lo Clausewitz tenés un arco que va desde "la política" que debe tomar un Estado asediado como el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, hasta "la política" que le conviene a un presidente que tal vez quiera ocultar un escandalete sexual o disimular un colapso económico inminente, con todos los matices y situaciones que te puedas imaginar en el medio. No siempre es una cuestión de guerra visiblemente justa o injusta.

Sumale a eso el hecho de que rara vez vamos a tener (en el mundo) un período de "preguerra" tan extenso y abierto a debate como antes de la invasión a Irak. Muchas veces vas a ver venir el problema en cuestión de semanas, o incluso de días.

Se dice que las guerras modernas son "come as you are", o "vení con lo puesto" si argentinizamos la idea, en términos de equipamiento y poderío bélico. Bueno, también lo son en términos de opinión pública, y en la gran mayoría de los casos no vas a tener el lujo de abrir un debate nacional sobre si es justo o injusto ir a la guerra, porque muy probablemente tengas los bombardeos encima cuando le cedas la palabra al primer orador.

Y eso que hasta ahora analizamos el problema desde el punto de vista del iniciador de la guerra. Porque el tema es que así como tu gobierno la puede iniciar, bien puede ser que el gobierno del país de al lado sea el loco de turno y crea que metiéndote ocho brigadas en tu territorio en un acto de "reivindicación de la irredenta" puede salvarse de un derrocamiento. En ese caso, menos tiempo para lograr un acuerdo nacional vas a tener.

La obligación de prestar servicio en tales casos, como lo plantea la Constitución, apunta más a esta situación: a la de poder asegurar sin dilación la defensa nacional en caso de una guerra súbita, porque no va a haber tiempo de anotar a todos los objetores de conciencia. No tiene que ver, y tampoco afecta mayormente, a la voluntad de hacer la guerra o no que pueda tener un gobierno. Me parece que a la hora de evitar que un gobierno demente arme una guerra absurda hay muchos otros factores de más peso e influencia inmediata que si un país hace obligatorio o no el servicio, como por ejemplo la estabilidad institucional.

Bueno, me fui al carajo con la respuesta... mil disculpas y saludos.

Martín Benegas dijo...

Ahi esta el tema si un vecino loco tuyo decide invadirte, esta iniciando la agresión y tu respuesta está justificada, es, para mi, la única guerra justa posible, por eso justifico (por lo menos al principio) la guerra en Afganistán por que ahí USA respondió a la agresión del 11/S pero lo de los "ataques preventivos" y la guerra de Irak no tiene justificación alguna, si la tuvo por supuesto Inglaterra en la SGM, no la tuvo a mi entender Galtieri en el conflicto del Atlántico Sur por que en todo caso la agresión original se produjo 150 años antes (un poquito tarde la reacción) y si, probablemente lo hicieron entrar como un burro, también he oído esas versiones. Ahora bien, en el caso de invasión extranjera con tener un ejército profesional bien entrenado es suficiente por que una enorme cantidad de voluntarios dispuestos a enrolarse estaría asegurada en una situación como esa.

Mayor Payne dijo...

Muy probablemente, dada la escala de las guerras que se libran ahora, alcance con un ejército profesional para despachar la situación y el debate que mantenemos sea un tanto académico.

La decisión de tener fuerzas voluntarias o conscriptas también depende mucho del tamaño del país, de la población, de su política, etc. Por ejemplo, un país como Uruguay, con su situación geográfica, su superficie y su población, no necesita más que FF.AA. profesionales y reducidas que le bastan para ocuparse de cualquier eventual amenaza.

Por otro lado, tenés a Suiza, con la cuarta parte de la superficie de Uruguay pero el doble de la población, clavada en el medio de Europa, que todavía mantiene la conscripción. Históricamente a Suiza no la han atacado no porque se la reconozca como neutral, sino porque es una locura meterte a pelear en un territorio tan endemoniado en donde tenés varios cientos de miles (y no exagero con el número) de tipos capaces de manejar un arma.

Como indicaba Rubén en un comentario anterior, cuando tenés un país enorme como la Argentina y virtualmente despoblado (y encima con quince millones de personas clavadas en Capital y Conurbano), encima con la economía que tenemos, difícilmente puedas sostener más de 80 o 90.000 efectivos profesionales entre las tres fuerzas. Hay un límite a lo que podés pedirle a unas fuerzas armadas profesionales tan reducidas.

Probablemente tengas una gran cantidad de voluntarios en caso de ataque exterior, y sería encomiable que así fuera, ciertamente me haría reevaluar bien el compromiso cívico de los argentinos. La cuestión es si no tenés voluntarios, ¿qué hacés? Es muy probablemente que se peque de paranoico al pensar esto y no te lo discutiría, pero en estas cuestiones dedicarle algunos minutos a la paranoia puede ahorrarte problemas después.

En temas de defensa y seguridad nunca te podés confiar y nunca podés decir nunca. Fijate que EE.UU., a pesar de tener FF.AA. estrictamente voluntarias desde después de Vietnam, todavía mantiene en vigencia el "Selective Service", que obliga a los hombres de entre 18 y 25 a registrarse para ser llamados en caso de reinstalarse la colimba, y también tiene instrumentos legales para lo que llaman "activation of the unorganized militia"... que en buen cristiano quiere decir "leva en masa de cuanto hombre de entre 17 y 45 pueda disparar y pelear". Ni hablemos de la Segunda Enmienda que justamente protege la tenencia de armas porque "una milicia bien ordenada" es necesaria "para la seguridad de un Estado libre".

A lo que voy es que la cuestión de colimba/voluntariado depende mucho de cómo sea tu país en términos de superficie, geografía, población, economía, y amenazas reales y potenciales... y aunque nunca vaya a pasar, no está de más mantener latentes ciertos instrumentos que podés llegar a necesitar.

Otra vez me fui al duodécimo carajo con la respuesta. Qué te puedo decir, me embalo con estos temas.

Saludos y disculpas por el largo.

Martín Benegas dijo...

Mayor: ahí hay otro tema, y quizás yo también me vaya por las ramas con esto: ¿vale la pena retener un territorio despoblado e improductivo que de no ser por el hecho de que está subsidiado estaría vació? hablo de Tierra del Fuego y otras partes de la Patagonia, si la mayor parte de la población esta en el centro del país es gracias a los gobiernos centralistas y antifederales que hemos tenido, o sea el mismo estado que pretendería defender su territorio por medio de la conscripción es el mismo que mantiene a ese territorio vulnerable ¿no es esto una locura?

Martín Benegas dijo...

De mas esta decir que apoyo absolutamente el derecho a tener, portar y acumular armas sin ningún tipo de restricción.

BlogBis dijo...

Hete aquí que cuánto más federales los gobiernos, más se da el llamado a las armas a sus ciudadanos.
Desde las montoneras santafesinas a lor regimientos de los Länder, o las Guardias Nacionales de los estados norteamericanos.

Mayor Payne dijo...

Es en efecto una locura, Martín. Nadie dijo que la Argentina fuera lógica o coherente. Como bien marca Rubén, si de verdad fuésemos federalistas, permitiríamos que las provincias mantuvieran estructuras de reservistas, milicias, guardias nacionales, regimientos territoriales, como quieras llamarlos, que puedan aliviar un poco la defensa de áreas que están demasiado alejadas del centro de decisión, y de paso evitando que el gobierno central concentre todas las armas.

Respecto de lo del territorio despoblado... bueno, mal que mal lo tenemos, lo ideal sería lograr la desconcentración de la mole porteño-bonaerense (tema que da para otro debate por si alguna vez se me ocurre tirarlo a la palestra blogbisiana: ¿podía llegar a tener razón Alfonsín con la idea de mudar la capital a Viedma?). Lo que tenemos, despoblado o no, lo tenemos que defender, aunque más no sea para tener la posibilidad, si alguna vez volvemos a la cordura, de explotar sus potencialidades.

Por más grande, despoblada, alejada e inconexa que pudiera ser Alaska, EE.UU. nunca se plantearía abandonarla.

Saludos

Martín Benegas dijo...

Y... es mas lógico defender tu tierra que los delirios de un milico borracho de Buenos Aires, sin embargo, para mi, si es compulsivo es inmoral, aunque el fin sea loable.

Mayor Payne dijo...

Aunque no coincida, es un punto de vista respetable y bueno, lo que quería era debatir un poco el tema y abrir la discusión.

Martín Benegas dijo...

Como agravante tenemos además el hecho de que es un país que no puede organizar ni equipar a la policía decentemente, donde la que controla el consejo de las magistratura es adicta al poder ejecutivo (y a otras sustancias) donde la ministro de defensa es una alcoholica bolchevique que odia a los miltares... donde una bipolar iletrada como Cristina llego a Presidente.

Mayor Payne dijo...

¿Sabés el tamaño de la Máquina de Cortar Boludos que habría que aplicarle a la Argentina antes de empezar a pensar en enderezarla?

Martín Benegas dijo...

Una MCB sideral.