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30 de septiembre de 2016

Hombres mediocres, soluciones mediocres







  Mientras buscaba información sobre el Padre Fernando Montes s.j. para la entrada anterior, supe que este sacerdote era el favorito del actual presidente Michelle Bachelet. El jesuita es confidente del presidente. No sé qué pensará de la célebre frase que dijo la mandataria en su primer gobierno: “Cuando la Izquierda sale a la calle, la derecha tiembla”. Más aún parece que le cree el cuento de que ella se entero por la noticias y que no hubo tráfico de influencias en el “caso Caval”. La agenda feminazi de Bachelet se la pasa por el lado: el aborto, la tontera del género, etc. Para el sacerdote, el terrorismo que ejercieron el Mir, el Frente Lautaro y el FPMR no constituye una violación a los derechos humanos. Por eso, no los condena, pues lo apoyo.

 Por otra parte, el sacerdote jesuita a diferencia del columnista Fernando Thauby no quiere admitir que la Izquierda es la que mantiene las heridas abiertas. Thauby apunta al Partido Comunista de la odiosidad. Cuando fue la Guerra Civil de 1891 no estaba ese factor. Más que ese partido, el odio se incubo en la UP cuando abrazaron el marxismo leninismo y continúa con la célebre frase: “Ni perdón ni olvido”. Supongo que el jesuita se opondrá tajantemente a esa expresión. Ahora, varias personas se han sumado en criticar la abierta discriminación que sufren los militares presos.

   La salida que proponen es que si un militar tiene una enfermedad terminal, tenga el beneficio carcelario, entre los que están la abogada del CDE Clara Szczaranski y el abogado de derechos humanos, Héctor Salazar. La abogada no soportaba el cáncer de Punta Peuco.

  Asimismo, un grupo de senadores de diversos partidos entre de las dos coaliciones, salvo el Partido Comunista solicitaron al Presidente Michelle Bachelet que aquellos reos aquejados por enfermedades graves se les aplique el derecho penal humanitario . La mayoría son de la coalición de la ex derecha, Chile Vamos: Hernán Larraín, Andrés Allamand, Alberto Espina, entre otros. Están los DC, Jorge Pizarro, Andrés Zaldívar, Manuel Antonio Matta; del PPD, Eugenio Tuma; el pre candidato a la presidencia de la República, el periodista Alejandro Guillier. Otros parlamentarios han presentado un proyecto parecido como Lily Pérez y el socialista Alejandro Navarro.

  Al senador de la UDI, Hernán Larraín no se les ocurre indultar como lo hizo con los terroristas bajo la Concertación.

   Mientras escribo esta columna, me acordé que el ex senador y ex demócrata cristiano, Adolfo Zaldívar antes de morir pedía que se terminara la persecución de hacia los militares. Hay que tener bastante hombría para decir lo que dijo el fallecido senador. La mayoría de los políticos de la ex derecha del género masculino no se caracterizan por su hombría, cuando se trata de defender la verdad histórica y de la defensa hacia los ancianos de Punta Peuco. Por lo que se desprende de este párrafo que Andrés Zaldívar es un político mediocre que no le llega ni a los talones a su hermano. Los parlamentarios de la ex derecha no tienen ni vergüenza, pues ni siquiera eso hicieron cuando fueron gobierno. Le hicieron la vista gorda a la promesa en el Club Español frente a los militares en retiro.

   A los políticos de la ex derecha y a los hombres de la Iglesia les molesta la discriminación, sin embargo, cuando se hablo del indulto Bicentenario, tanto aquélla como ésta discriminaban tal como lo muestran las palabras del obispo Alejandro Goic, quien plantea lo mismo en lo referente a la salud de los presos. Monseñor Goic dijo había distinguir entre quienes emitieron órdenes y quienes obedecieron, de modo tal que se excluiría a los jefes de la DINA y CNI. Eso mismo pensaba el senador Chahuán. Además de ignorante en economía y no sabe las leyes: “excluyendo a los crímenes de lesa humanidad”. Más abajo imputa a los militares planes de exterminio: "Hay mucha gente que tuvo tareas menores bajo la ley de obediencia debida: esas personas tienen una responsabilidad muy distinta a aquellas que planearon y que llevaron este plan de exterminio”. En primer lugar, la ley que condena los delitos de lesa humanidad, no es retroactiva. A monseñor no le importa. En segundo lugar, el obispo que ahora jubila se le olvido las declaraciones del Mir y PS a mediados de la década del sesenta del siglo pasado, en las que querían “eliminar la burguesía y su aparato militar”. Las diez toneladas de armas que Allende entro al país y las cinco toneladas de armas que el FPMR entró en Carrizal Bajo.

   Ni a Clara Szczaranski ni Héctor Salazar defienden la amnistía que beneficio a un lado, ni el indulto. O sea, la igualdad ante ley. Si realmente quisieran la paz, la ex abogada del CDE no hubiese dicho que los militares de Punta Peuco, ya tiene suficiente con el estigma social. Se convirtieron en parias de la sociedad, quienes precisamente salvaron a la sociedad de la dictadura comunista. Naturalmente, no son parias los terroristas indultados y amnistiados que reciben una serie de beneficios, gracias a la amenaza que le hicieron al primer gobierno de la Concertación.

   La semana del último 11 de septiembre termino en que la Comisión de Constitución de la Cámara resolviera excluir a los “condenados por violaciones a los derechos humanos” del beneficio de la libertad condicional para que cumplan sus penas en la cárcel, puesto que el brigadier (r), Miguel Krassnoff junto Migue Estay pidieron ese beneficio mencionado.

  Para mí, por ejemplo, los ex carabineros Claudio Salazar Fuentes y Miguel Estay Reyno condenado a cadena perpetua por el homicidio de los terroristas del FPMR, Manuel Guerrero, Santiago Nattino y José Manuel Parada tiene tanto derecho estar libre como los terroristas condenados a cadena perpetua que los gobiernos de la ex Concertación los indultaron. Después de todo, los llamados ‘profesores o profesionales’ como los denomina la prensa, no terroristas apoyaba el asesinato, poner bombas y el secuestro de ese grupo. Por tanto, no eran blanca palomas. Era cómplices.

  Lo absurdo y bizarro que es el país, por no decir, que es manicomio, lo vemos en la condena que recibió el ex capitán de carabineros Alex Ambler Hijoso por la muerte de los hermanos Eduardo y Rafael Vergara. Ambos del Mir, los cuales asaltaron un negocio dando muerte al dueño y luego mataron a un carabinero. Éste último mato a uno de los hermanos. Y finalmente, el señor Alex Ambler ultimó al otro terrorista. Puesto que estamos en Chile, los carabineros son los culpables. Desde luego, que uno de los hermanos Vergara haya asesinado a un comerciante y otro uniformado no constituye una violación a los derechos humanos.

   Por último, Miguel Krassnoff se enfrentó al fundador del Mir, Miguel Enríquez. El padre de Marco Enríquez-Ominami que días antes había asaltado un banco y ordenando matar al jefe de la sucursal. Con todo, Miguel Enríquez es una víctima, no violador de los derechos humanos, no así Krassnoff a quien la Izquierda le tanto odio.

  Este año el gobierno libero a unos 700 reos por diversos delitos, desde crímenes, violación y tráfico de drogas. Se supone que previamente un psicólogo los evalúo. Todos salieron sin ningún problema. En cambio, para los militares presos les ponen obstáculos. Los uniformados mencionados pidieron libertad condicional, sin embargo, la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones concluyo que que informe no fue prolijo : "se trata de un informe elaborado por personal dependiente de Gendarmería, cuyas conclusiones se repiten reiteradamente y sin mayores modificaciones en cada uno de los casos de quienes se encuentran recluidos en dicho centro penitenciario, lo que permite concluir que en su elaboración no se actuó con la prolijidad y profundidad que tal labor requiere". ¿Lo pueden creer? Cuando liberaron a los reos ahí no fueron prolijos.

  Según el abogado de Krassnoff, Gendarmería hizo un informe sobre el uniformado. No le hicieron una evaluación psicológica, ya que hay “la falta de conciencia de los delitos cometidos". Los terroristas del Mir y del FPMR se sienten orgullos de delitos y ni siquiera les remuerde la conciencia. ¿Cómo un abogado puede decir lo siguiente? "sienta un precedente judicial histórico en los procesos penales por derechos humanos contra militares condenados por delitos de lesa humanidad”. Este delito no es retroactivo. Por tanto, si la Corte ha condenado Miguel Krassnoff delitos de lesa humanidad, está actuando ilegalmente. Está fuera la ley la Justicia.

   Los abogados debería apelar a la ley de Amnistía, y no decir las siguientes palabras como lo hace el señor Maximiliano Murath: "hay que diferenciar. La libertad condicional no es amnistía, se sigue cumpliendo la pena, pero no recluido".

   Los militares en Punta Peuco estaban contentos cuando los visito monseñor Cristián Precht, quien fue vicario de la Vicaría de la Solidaridad entre 1976 y 1979. Él les dijo que mantenían las diferencias. Eso significa que monseñor Precht volvería ayudar a los terroristas del Mir. Antes del 11 de septiembre, no le importo que ese grupo asesinara y nos llevaran hacia una dictadura comunista. Los crímenes de Mir son irrelevantes para el hombre de Dios.

   Tampoco hay que olvidar que el Informe Valech, que se refiere al fallecido monseñor Sergio Valech, que trabajo en la Vicaría de la Solidaridad. El Informe es el testimonio de los supuestos 30.000 torturados bajo el Gobierno Militar, pues los torturados por la UP y el Mir antes del 11 no cuentan para los hombres de Dios.

  El sentido de justicia de la Iglesia Católica chilena es peculiar. En un momento apoyo la Ley de Amnistía de 1978. Luego apoyo el indulto a los terroristas hechos bajo la ex Concertación. Después jamás se han vuelto a pronunciar por la ley de Amnistía que benefició al Mir, mas no a los militares. Vino el indulto bicentenario que no quedo en nada. Discriminaban entre quienes están a cargo de la DINA y la CNI y los subalternos, cosa que no dijeron de los terroristas. Muchos jamás fueron llamados a la justicia y otro es un diputado y asesino confeso. En el Informe Valech basta el testimonio de la supuesta víctima sin tener prueba de la agresión, mientras el supuesto torturador no puede defenderse, pues su nombre se va revelar dentro de 50 años. ¿Eso es justo? Y para que vean que son humanitarios salen con la propuesta del Padre jesuita Fernando Montes. Premio de consuelo a los militares: salir de Punta Peuco mientras agonizan teniendo las leyes a su favor. Lo decente es aplicarle una solución política igual que hubo con los terroristas. Lo otro, es la indecencia.

    Ahora bien, mientras escribía este post, encontré el siguiente artículo donde un columnista se opone a la propuesta del sacerdote Fernando Montes s.j. Si no enfrentan al mal, entonces son cómplices del mal. Así es como se expresan el mal. En efecto, cuando el ex rector de la Universidad Alberto Hurtado presento su propuesta, un académico que ha escrito varios libros, el señor Felipe Portales , saco el siguiente artículo “Lamentable declaraciones de Fernando Montes”, en la que dice: “Su tono general da la impresión de que quienes están recluidos en Punta Peuco por crímenes de lesa humanidad estarían sufriendo una injusta discriminación por ciertas condiciones del cumplimiento de sus condenas”. Luego los compara con los criminales nazis. Y menciona a la abogada de derechos humanos Carmen Hertz, quien como sabemos fue partidaria del grupo terrorista FMPR. Según Felipe Portales, el señor Montes admira esa abogada: “Si hay alguien a quien respeto es a Carmen Hertz. Sin embargo me dolió mucho cuando dijo el otro día en los medios que el concepto de perdón es una cosa medieval, como diciendo, hoy día hay que superarlo”.

  El académico cita las palabras del jesuita: “Yo he sido claro y preciso: he sido un fuerte, fuerte, fuerte (sic) opositor a los atropellos de los derechos humanos. Personalmente hasta expuse mi vida en defensa de estos derechos. Sin embargo, si hay que castigarlos, debe hacerse de manera civilizada (sic)”. Que la Unidad Popular violara los derechos, ahí estaba callado. Me entero, mientras leo el artículo que el sacerdote ayudo a escapar a los guardas espalda de Salvador Allende, llevándolos a las embajadas. Que Chile se precipitara hacia una dictadura comunista, no le importaba, ni menos la violencia de la Izquierda en la UP: “También personalmente yo saqué gente del país, puse gente en embajadas arriesgando mi vida, tuve escondido en mi propia pieza a uno de los guardaespaldas de Allende que creyó que corría peligro su vida, y me lo fueron a dejar sin decirme nada”.

   De hombres mediocres se obtiene soluciones mediocres.

22 de septiembre de 2016

La otra cara del Padre Fernando Montes s.j.







 

 Partamos del hecho desafortunado que las personas que llaman a los militares presos políticos en el penal Punta Peuco ‘violadores a los derechos humanos’ no distinguen entre el bien y el mal, ni entre justicia y venganza, ni la distinción entre personas decentes y matones. Más aún, algunos fueron cómplices activos de los malos en estos últimos cuarenta y tanto años, por ejemplo, la Iglesia Católica chilena. Esta última tuvo una respuesta tibia o de tristeza cuando fue derrocado el gobierno marxista leninista de Salvador Allende. De inmediato crearon el Comité Pro Paz y que luego se transformaría en la Vicaría de la Solidaridad, que en un primer momento apoyo al grupo terrorista Mir y luego al FPMR. Pese a que el gobierno marxista violo los derechos humanos. Además de cometer flagelación y tortura tal cual dice el Acuerdo de la Cámara, los altos personeros de esa institución no dijeron nada. Obispo Goic dijo una frase cliché que le gusta repetir incluso a la Izquierda en el 2010: "Nosotros hemos mantenido y mantenemos la defensa de los derechos humanos”. Falso. Primero, jamás han condenado el terrorismo, ni han acogido a las víctimas de éste antes del 11 de septiembre de 1973 y durante el Gobierno Cívico Militar.

   La Izquierda les niega todo a los presos militares del Penal Punta Peuco, los mismos beneficios que recibieron los terroristas del Mir, del Frente Lautaro y del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, brazo armado del Partido Comunista. El mismo partido que apoya la dictadura del hambre de Nicolás Maduro, la dictadura de los hermanos Castro y, por último, la dictadura de Corea del Norte.

   Partamos del hecho de que la Izquierda denomina el tema de los derechos humanos a su antojo y arbitrariamente. Para ellos la expresión ‘violadores a los derechos humanos’ se refiere a los agente de Estado que combatieron el terrorismo entre 1974 y 1989. Aún cuando la Izquierda empleo la vía armada desde 1965, esto es, el terrorismo como forma de lucha, los expertos solo catalogan como violadores de los derechos humanos a los militares, no a los grupos terroristas mencionados que asesinaron, ponían bombas y secuestraban. Por tanto, la sociedad tiene los valores totalmente invertidos, pues quienes deberían entre las rejas están amnistiados e indultados. Para los políticos, académicos y abogados de los derechos humanos de la ex Concertación, los terroristas del FPMR, del Lautaro y del Mir que cometieron crímenes entre 1979 y 1990, eran solo delitos comunes. De ahí partimos mal. ¡Que hayan asesinado, puestos bombas y que cientos de personas hayan salido muertas o heridas no les importaba a la Concertación ni las iglesias opositoras al Gobierno Militar! Por tanto, no eran violadores de los derechos humanos.

   Una figura religiosa que ha cobrado relevancia a favor de los militares presos es, pues, el ex rector de la Universidad Alberto Hurtado, el sacerdote Fernando Montes s.j., quien pide que se le aplique el derecho humanitario a los enfermos terminales del Penal Peuco. Cuando fue el funeral de ex presidente demócrata cristiano, Patricio Aylwin, el columnista Fernando Thauby escribió el artículo EL FUNERAL DE AYLWIN DESDE PUNTA PEUCO . En esa columna cita las palabras del sacerdote jesuita: “Yo creo algo que le escuché a don Patricio Aylwin. Él contó que cuando su papá era niño era la revolución de 1891, y acompañaba a su padre (abuelo de don Patricio) a la cárcel a ver a su propio padre (su bisabuelo). Y nunca se olvidó de eso. La conclusión que sacaba Aylwin era que este es un problema tan traumático, que se necesita que pasen dos generaciones: las que vivieron el tema de adultos y las que lo vivieron de niños. Yo creo que tiene bastante razón”. Las palabras del ex mandatario demócrata cristiano fueron solo un pretexto para ocultar su cobardía ante los grupos violentista. Esa declaración están falsa como el falso perdón que dijo, cuando leyó el Informe Rettig.   Según el Padre Rául Hasbún, cuarenta años después de la Guerra Civil de 1981 nadie andaba sacando los muertos de uno y otro bando, porque la clase política con altura de miras amnistió a los dos bandos. Por tanto, no había rencor ni odio.

   El fino académico de la universidad jesuita ni siquiera se le ocurre cuestionar el concepto manoseado de la Memoria, que tanto le gusta hablar como dijo Bachelet en el último 11 de septiembre: “Nuestra memoria es un potente instrumento para la paz”.

   Muchos cercanos a los militares presos de Punta Peuco, se alegran que el sacerdote jesuita Fernando Montes esté del lado suyo. No sé que se trae. A mí, sin embargo, no me calza. En efecto, cuando se presentó al público el libro Miguel Krassnoff: Prisionero por servir a Chile de la historiadora Gisela Encina, la Izquierda al año siguiente sacó el libro de la profesora de castellano, Mónica Echeverría Krassnoff, arrastrado por su destino. Cabe señalar que la señora Echeverría tuvo dos hijos que ingresaron al grupo terrorista Mir. Uno de ellos es Carmen Castillo Velasco, quien estuvo al lado del dirigente y fundador de ese grupo, Miguel Enríquez, en la calle Santa Fe. Previamente, la profesora había escrito libro Crónicas Vedadas, en que termina hablando de un agente de la DINA que vive en USA. Para que vean los sesgados que son. No les importa los crímenes del Mir. El libro de Gisela Encina fue un éxito de ventas con ediciones en ruso y en inglés. Pues bien, el Padre Montes presentó el libro de Krassnoff de Mónica Echeverría supongo que en la universidad jesuita, donde injuria al oficial preso como se muestra en el video. Se nota que no leyó el libro de Encina. ¡Tan ecuánime!

 La experiencia familiar del ex presidente no tiene nada que ver cómo actuó cuando gobernó. Si fuese cierta las palabras de Aylwin, no hubiera ordenado a la Corte Suprema reinterpretan de la Ley de Amnistía de 1978, en desmedro de los militares, unos que estaba en retiro, otros que estaba en las distintas ramas de las Fuerzas Armadas. La verdad es otra. Cuando los terroristas que emboscaron al fiscal Elgueta, hicieron huelga del hambre, durante el gobierno de Piñera, el parlamentario del UDI, Hernán Larraín dijo: “No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas”. Palabras que luego las confirmó el diputado socialista, Marcelo Schilling: “Alguna experiencia tengo en esto de enfrentar la violencia política de los grupos armados, y quiero decir que si en su oportunidad no se hubiesen tomado medidas como llevar adelante el Informe Rettig, hacer las leyes de reparación y levantar las limitaciones que imponía la ley de Amnistía, todo eso se habría convertido en bandera de lucha de los grupos violentista”. El ex presidente Patricio Aylwin cedió ante los grupos terroristas chilenos. Como he dicho más de una vez, el problema del primer gobierno de la Concertación no eran los militares, sino los terroristas. De ahí entendemos la rapidez de los indultos. Para la prensa opositora de la época, los terroristas presos eran “presos políticos”. Vean cómo tergiversan o alteran las palabras.

   Cuando se supo que tres uniformados iban a pedir la libertad condicional, el brigadier (r) Miguel Krassnoff, Miguel Estay y el capitán (r) Alex Ambler Hinojosa, el Padre Montes dijo: “no quiero entrar en el fondo ni amnistía ni de concesiones de los beneficios eventualmente legales que se pueden dar. Sólo celebro que se pidan informes serios”. El jesuita le niega la amnistía a los militares asignados a la DINA. No le incomoda que los miristas o los de FPMR estén libres. ¿Le va creer el informe serio del psicólogo de Punta Peuco?

 El jesuita es hombre mediocre. No le creo nada.

3 de septiembre de 2014

Los medios al servicio del terrorismo


En agosto pasado estuvo en Chile el terrorista del FPMR confesó Héctor Maturana Urzúa, quien vive en Bélgica, gracias a la permutación de la pena que le realizó el primer presidente de la Concertación, el demócrata cristiano, Patricio Aylwin. A un columnista de la derecha rancia se lamenta que el cuerpo de reportajes del diario La Tercera le haya dedicado un elogio al terrorista mencionado. Titulado ‘El Regreso del fusilero’. Según ese medio, lo califica de "prisioneros políticos del Gobierno Militar". Los que usaban esa expresión ‘presos políticos’ eran los medios de Izquierda a principios de los noventa.

 Matura participó en el atentado al general Pinochet. Al serle preguntado por su identidad en la ciudad de Talca por el teniente de Carabineros, Juan Carlos Amar le disparó dos veces “un tiro para herir y otro para rematar”. Con todo, fue capturado. Según cita el columnista, “no me arrepiento de nada” manifestó al medio el terrorista.

 Luego fue recluido en la Penitenciaría y en la cárcel de Santo Domingo, donde comenzó un ayuno. Extorsionó a la autoridad y ésta lo liberó después para conseguir la paz social de la cual se ufanan los zurdos. El ayuno lo comenzó hacer con el gobierno de Aylwin para que le cambien la pena. Ser terrorista y ser de izquierda en este país es un lujo. Naturalmente, gracias a las Leyes Cumplido, el presidente demócrata cristiano Narigón que clama “mazz estao” lo “fue extrañado” a Bélgica donde vive con su familia. ¿Alguien duda que los demócratas cristianos que han estado con la Izquierda son personas buenas y decentes? A los terroristas los perdonan y a los militares pretenden degradarlos. ¿Alguien cree que estamos reconciliados o en paz?

 El profesor de historia, Gonzalo Rojas se pregunta , “ ¿Es sensato que hombres como Aylwin o Cumplido vayan a pasar a la historia como pacificadores, cuando liberaron asesinos que no han cumplido condenas efectivas y, además, lo hicieron sobre la sangre que esos mismos criminales derramaron por su mano terminando con la vida de Jaime Guzmán justamente por causa de esa política de indultos?” No estamos en paz, ni Aylwin ni Cumplido son pacificadores,sino  cobardes que les temieron a los grupos terroristas. El Informe Rettig fue pedido por éstos últimos.

 La venida del terrorista Maturana nos revela varias cosas. Una, la cobardía de los medios ante la maldad. Segundo, por la declaración del mencionado revela que los políticos de derecha han hecho el ridículo al pedir perdón, tal como lo hicieron Hernán Larraín y el primo del ex presidente Piñera, Andrés Chadwick. Hasta la propia declaración de Piñera acerca de los cómplices pasivos es absurda, puesto que el terrorista confesó no se arrepiente de haber matado. Y finalmente, que es igualmente absurda por boca de la Izquierda acusar a los militares de graves violaciones a los derechos humanos.


Volviendo al primer punto, mientras escribía sobre el tema de la cultura de Izquierda encontré una entrevista que le hizo la Revista Capital el año pasado la profesora de castellano, Mónica Echeverría, viuda del arquitecto del ex alcalde la comuna de La Reina, Fernando Castillo Velasco.La señora cumplió 93 años el 2013. Obsérvese el elogio que le hace el periodista a la hija mirista , Carmen Castillo Echeverría: “Ahí está el padre, Fernando, con su arquitectura marcadora y su vida en la DC; está Mónica, combativa, rebelde, sensible, bonita, talentosa. Está Carmen, la documentalista, ex MIR, la mujer que luchaba junto a Miguel Enríquez cuando los tiros lo encontraron en la calle Santa Fe”. Si el Mir hubiera triunfado, la revista mencionada no existiría. A los dueños o al editor no les importa elogiar a un grupo terrorista. No he leído el reportaje de ‘La Tercera’, mas supongo que habrá escritos palabras parecidas.


Luego la escritora realiza la siguiente afirmación: “Antes del 73 fue una época de entusiasmo, de estar haciendo algo muy original, diferente. Mi clase social decía que esto era un error, cosas terroríficas. Fernando además dirigía el Canal 13, que trataba de dar noticias más generales y no hablar de terror. Eso era, para la clase social a la que nosotros pertenecíamos, un horror y comenzaron a llamarnos por teléfono y a gritarnos “traidores, qué se han imaginado”...”.


Hay que recordar que Fernando Castillo Velasco les cerró la puerta a al periodista Nena Ossa, cuando llegó la UP en el canal 13. Para Mónica Echeverría no le importó el debacle y abismo a que nos condujo el gobierno de Salvador Allende. Obviamente que la trataron de traidora, si la clase social a la pertenecía era la burguesía que había que acabar junto su aparato militar como reza la declaración que sacó el Partido Socialista y el Mir. Que se haya salido de la ley y la Constitución es una trivialidad, que hayan expropiado expropiado ilegalmente tanto a empresas como fundos es una tontería, ni el racionamiento de comida a través de las JAP, que haya amparados a grupos armados como el Mir y otros, la ENU, que haya torturado y flagelado tampoco importa, que hayan internado armas en forma ilegal mandadas desde Cuba como parte de la correspondencia entre los dos países, ni menos la división que nos tienen ahora, ni menos que nos haya querido convertir en otra Cuba. ¿Dónde estuvo entre 1970 y septiembre de 1973?

 Luego le cuenta su vida de burguesa en un balneario de la Quinta Región: “Te lo voy a graficar. Por esas casualidades, veraneábamos en Algarrobo y éramos amigos de todos estos políticos. De Salvador Allende, que estaba abajo; de Eduardo Frei, que estaba un poquito más arriba; de Patricio Aylwin, que estaba por el otro lado. Y en la playa se jugaba, salíamos a bañarnos todos juntos. Comenzó este momento y la división en Chile fue terrible. Fue drástica, espantosa, y nadie más se saludó en la playa”.

 A los cuarenta años de la intervención militar que nos salvo de convertirnos en una dictadura comunista, la loca de Mónica Echeverría no desea admitir que el responsable de la división de país fue Allende y la Unidad Popular. Se les olvidó sus célebres palabras que él “no era presidente de todos los chilenos”. Mientras escribo este post, descubro que ella para los treinta años del 11 de septiembre escribió una radio teatro La última epopeya de Salvador Allende. Por eso, no les importo las JAP, la alta inflación, ni que Allende pasara a llevar los dictámenes de los Tribunales de Justicia. Está tan loca como su hija, Carmen Castillo, la Vaca Loca que nos gobierna, la loca Manuela Gumucio, la loca del Mapu y abajista Teresa Valdés.

 Después del pronunciamiento militar, el matrimonio Velasco Echeverría fue invitado a hacer clases en la Universidad de Cambridge. Afortunadamente para los británicos el parcito no se les ocurrió recomendar a un grupo aborígenes de ese país instalar una dictadura de comunista, eliminar la Carta Magna y tomarse el Palacio de Buckingham. Y enseñarles la tonada que cantaba el Mir, pero adaptaba al mundo inglés: “Los nobles y conservadores al paredón, y las Ladys al colchón”.

 Asimismo, la escritora en tiempos del Gobierno Militar montó una exhibición de arte erótico. ¿Dónde está lo trasgresor? Recuerdo haber visto en los kioskos la revista Playboy.

 Conté que Allende tenía un yate en club de yates de Algarrobo. Finalmente, tuvo que venderlo porque sus pares del parlamento se lo sacaban en cara por ser burgués.

La profesora de castellano y autora de Crónicas vedadas y Krassnoff, arrastrado por su destino. El primer libro lo he leído. Naturalmente, termina con capítulo dedicado a Armando Fernández Larios. En cambio, a un terrorista del Mir o del FPMR nada.

 Cuando la historiadora Gisela Silva Encina publicó Miguel Krassnoff, Prisionero por servir a Chile, el cual fue un éxito editorial, la Izquierda en seguida reaccionó tal como lo hicieron con el documental Pinochet con sus documentales en TVN sobre la UP. La madre de la terrorista publicó el libro Krassnoff, arrastrado por su destino.  Mónica Echeverría apareció en La Tercera, en cambio a la historiadora la ningunearon. La viuda del arquitecto la invitaron al programa Off de Record del canal 13 cable, a la historiadora, no. Eso lo sabemos. A los zurdos no les gusta que nos podamos defender y contra atacar.

 La señora Mónica Echeverría pertenece a la Generación Maldita. Es generación abarca a personas que tiempos de la UP iban en la enseñanza media como Camilo Escalona, Jaime Naranjo hasta políticos como Patricio Aylwin. La escritora es coetánea del presidente demócrata cristiano.

 

 Según me contó el bloguero Ciro Cárdenas del blog Libertad o Socialismo , el rector de la Universidad San Alberto Hurtado, Fernando Montes S.J. comentó el libro de Mónica Echeverría en un video que aparece en Youtube. Habla mal del preso político Krassnoff. No pude seguir escuchando los comentarios e injurias. La Iglesia Católica chilena está podrida no sólo por los pedófilos, sino también por personas como ese rector, que se pone los anteojos de la Izquierda marxista.

¿Con que tontería saldrá la Izquierda el próximo 11 de septiembre? ¿Bachelet se comparara con Aleksandr Solzhenitsyn?