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26 de diciembre de 2018

El siempre deformado tema de los derechos humanos








En realidad, desde que los ex Unidad Popular tomaron para así la bandera de los derechos siempre ha estado deformado, aunque ellos no reconocen que en el gobierno marxista de Allende a los chilenos le violaron la mayoría de los derechos humanos tal como lo describe el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973. En un blog leí que los derechos humanos en un principio tuvieron buenas intenciones, sin embargo, con el tiempo degenero. Nunca tuvieron buenas intenciones, pues siempre se pusieron al lado de los terroristas o guerrilleros. Los mismos que amenazaron a los jueces de la Corta Suprema previos al 11 de septiembre, luego se quejaban que la justicia les negaba los recursos de protección en el gobierno militar.

   Además, el sólo hecho de que la izquierda quiera hacer una ley que sanciona a quienes nieguen las violaciones a los derechos humanos, nos está indicando que las supuestas víctimas no son tales. Sabemos que las llamadas ‘víctimas de la dictadura’ son los terroristas o guerrilleros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); el brazo armado del Partido Comunista, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y, por último, el Frente Lautaro.

  Lo que avala lo anterior son las dos instituciones creadas la terrorista Michelle Bachelet en su primer gobierno: el Museo de la Memoria y el Instituto Nacional de los Derechos Humanos. En rigor, la creadora propiamente tal de Museo es la periodista y ex Mir, Marcia Scantlebury.

   El Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos está creador obviamente para las violaciones a los derechos humanos bajo el Gobierno Militar, en primer lugar. Y en segundo lugar, homenajear a los grupos terroristas mencionado que combatieron dicho gobierno en nombre del derecho rebelión. Por tanto, en Chile nadie puede matar a un terrorista. En ese museo, no se recuerda los que sufrieron desde que la izquierda opto por la violencia y la vía armada a mediados de los sesenta del siglo pasado, valga la redundancia, la violencia marxista en sus diversas formas: atentados a la propiedad, tortura, robo, secuestro, atentados, vejámenes, violación a mujeres y asesinato. También el museo, omite las violaciones a los derechos humanos bajo la Unidad Popular.

   Y en cuanto al Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) es lo mismo. De hecho, en su estatuto tiene como una de sus tareas querellarse contra los agentes del Estado del Gobierno Militar. No se van a querellar contra los terroristas. Hecha la ley, hecha la trampa. Lo más sorprendente es que nuestros grandes pensadores de las universidades o think tank de la derecha no se hayan dado cuenta de ese detalle y aberración. El INDH no se va querellar contra el diputado comunista y asesino confesó, Guillermo Teiller. Aunque la ley de amnistía esté vigente y no se le aplique a los militares, la institución mencionado tampoco se va a querellar con el señor José Benado por el secuestro del periodista Osse y por el asesinato a Roger Vergara; a Carlos Ominani por el accidente ferroviario de Queronque; contra Roberto Nordenflycht por el asesinato del Teniente del Ejército, Roberto Zegers Reed; al asesino del dirigente poblacional de la UDI, Simón Yévenes; a Pascal Allende por el crimen del intendente de Santiago, Brigadier Carol Úrzua. Sólo por nombrar algunos.

    La izquierda con la expresión ‘víctimas de la dictadura’ quiere que las personas menos entendida o ignorantes de la historia reciente por propia voluntad asocien que los militares eran unos desalmados y que mataban civiles. Cuando emplean esa expresión que apela a las emociones, es que desean sientan lástimas por ellos. Lo Hay bastante información en la red, sin embargo, no se toman la molestia de verificar quien dice la verdad. Los civiles fueron los que llamaron a los militares. Más del 70% de los chilenos pidieron la intervención militar.

   Los grandes pensadores que tiene la derecha chilena ni se han dado la molestia cuestionar lo que llaman ‘violaciones a los derechos humanos’. Es un asunto de significado o semántica. Más bien podría desenmascarar o desmenuzar ese concepto. O si quiere emplear una expresión sacada de los filósofos post modernos como Jacques Derrida, desconstrucción. Ni siquiera se ha dado cuenta que todo lo que hace la izquierda es arbitrario. Basto para que la Corte Suprema este año le concediese libertad condicional a algunos militares, para que la izquierda se enojara y pidiera cambiar las condiciones y exigencias de ese beneficio, que por cierto, los terroristas bajo la Concertación se les otorgó. Incluso, el año pasado en el segundo mandado de Michelle Bachelet.

   Durante la Unidad Popular jamás aparecieron los abogados de los derechos humanos, cuando eran agredidos y a veces con resultado de muerte a los opositores a dicho gobierno. La gran ausente de ese período fue la Iglesia Católica chilena, la cual fue cómplice del gobierno marxista con todos sus atropellos. Y también estuvo ausente, cuando los terroristas durante el Gobierno Militar asesinaban.

 Volviendo a los abogados de derechos humanos. Ellos trabajaron para el Comité Pro Paz, que luego se convertiría en la Vicaría de la Solidaridad, que era una institución que creó la Iglesia Católica después de la caída de Allende. Sus protegidos fueron primero los terroristas del grupo Mir y luego del FPMR. Durante el Gobierno Militar los abogados de derechos humanos jamás se acercaron a las víctimas de la violencia marxista, ya sea civiles, ya sea militares.

  Una abogada de los derechos humanos emblemática es, pues, la actual diputada por el Partido Comunista, Carmen Hertz, quien en más de una ocasión ha defendido y reivindicado al grupo terrorista FPMR. Lo bueno affaire entre la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores y la diputada comunista, es que sacó a relucir que Hertz durante la Unidad Popular militaba el Mir y promovía la vía armada a viva voz. Es una prueba más de lo siempre he dicho: cuando la guerrilla comenzó a perder en el cono sur de América Latina aparecieron con el tema de los derechos humanos. La izquierda desde que los militares entregaron el poder a los civiles se han dedicado a destruir a las Fuerzas Armadas o desprestigiarlas, como si hubiesen sido los revolucionarios marxistas de la década del sesenta blancas palomas.

  Si se trata de apelar a la autoridad en materia de derechos humanos, tampoco la tiene la izquierda. Tanto académicos como políticos de la ex derecha le creen a la comunista y terrorista Bachelet que a los militares. Cuando Bachelet creo el Museo de la Memoria y también pasaron a forma parte los inmuebles que sirvieron de centro de detención de los grupos terroristas, que la izquierda llama centro de torturas o exterminio. El ex Mir Mauricio Rojas estuvo también preso y le gusta expresarse como que “fuimos víctimas o mártires”. Buscando una información llegue al sitio web del ex centro detención Londres 38, donde entrevista al mirista José Benado. Lo que dice la página sobre este señor es una verdadera joya y confirma que las ´víctimas de la dictadura’ fueron terroristas:

    “José Benado, economista, ex militante del MIR. Ingresó al MIR en 1967, en un grupo de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile, donde estaba su hermano. Ahí inicia trabajo militante en la Universidad y en las poblaciones. En 1970 fue condenado por Ley de Seguridad Interior del Estado por el caso del secuestro del periodista Darío Osses y relegado a Panguipulli. Indultado por Allende, desarrolló trabajo político del MIR en el GPM5 y en las tareas de infiltración a las FFAA. Tras el golpe de Estado se asiló en Suecia junto a su esposa e hijo y participó de la Operación Retorno regresando a Chile en 1978. Dos años después, fue detenido nuevamente tras el atentado a Roger Vergara y trasladado al Cuartel Borgoño, donde fue torturado”.

   Usando los parámetros de la izquierda, podemos concluir que el señor Benado es un violador de los derechos humanos, pues formó parte del secuestro del periodista Darío Osses, al cual el Mir torturó y vejo. Este es, además, como los llamó Salvador Allende a los miristas indultados: Jóvenes idealista. No bastándole haber delinquido, pues, estuvo metido en la infiltración de las Fuerzas Armadas. ¿Ustedes creen que las FF.AA., se iban quedar de brazos cruzados? Recuérdese que meses antes del 11 de septiembre, se descubrió el motín de la Armada, cuyos miembros seguían órdenes del grupo Mir.

   No sé por qué el Comité Funa que mencioné en una anterior no lo funa. La Operación Retorno fue el primer intento del Partido Comunista que fracaso.

  Después el señor Benado estuvo involucrado en el atentado de Roger Vergara. Cuando buscando información sobre nuestro escudo nacional, también llegue a la página de la casa de Salvador Allende en Tomás Moro. Lo primero que veo, es que al lado izquierdo de la pantalla un botón con la sigla GAP, a los cuales se les considera mártires y víctimas. La guardia pretoriana de Allende eran unos matones.

   El ilegal Informe Rettig de “Verdad y Reconciliación” fue pedido por los grupos terroristas chilenos al traidor demócrata cristiano, Patricio Aylwin en el primer gobierno de la Concertación. Además, de pedir la persecución y encierro de los militares. Recordemos que en el primer gobierno de Piñera, el actual ministro de Justicia, Hernán Larraín: “No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas”. Y el parlamentario Schilling dijo en su oportunidad: “Alguna experiencia tengo en esto de enfrentar la violencia política de los grupos armados, y quiero decir que si en su oportunidad no se hubiesen tomado medidas como llevar adelante el Informe Rettig, hacer las leyes de reparación y levantar las limitaciones que imponía la ley de Amnistía, todo eso se habría convertido en bandera de lucha de los grupos violentista”.

    La PDI con el sesgado e inconstitucional Informe Rettig persigue a militares jubilados.

  ¿Dónde están los liberales defendiendo la igualdad ante ley y los principios del Estado de Derecho como pro reo y la prescripción? ¿Dónde están los liberales denunciando la abierta prevaricación de los jueces? ¿Dónde están los liberales enojados porque a los militares se les imputa la ficción del ‘secuestro permanente’? ¿Dónde están los liberales que dejan a los militares se los condene por un delito que la propia ley establece que no es retroactivo?

 ¿Cómo pueden aceptar que los jueces de izquierda declaren que la tanta DINA como la CNI fueron asociaciones ilícitas?

 La izquierda no fueron víctimas, sino, por el contrario, tiene complejo de víctima, que es algo totalmente distinto.  Encontré una buena definición de los que hablo: “Las personas que viven desde el complejo de víctima ven culpables por todas partes y muchas veces intentan hacer que los demás se sientan responsables de sus miserias”. Los revolucionarios marxistas de la Unidad Popular culpan a la CIA y las Fuerzas Armadas de su intento totalitario. Los grupos terroristas del Mir, Frente Lautaro y el FPMR culpan a DINA y la CNI de sus fracasos.

   Para terminar, al contrario de lo que sostiene Hernán Larraín Matte de Evolución Política no es pinochetismo es que el relativiza la violación a los derechos humanos, sino la izquierda. Pues, a quienes le verdad le violaron los derechos humanos son quienes sufrieron la violencia marxista desde antes del 11 de septiembre de 1973.

   PD: Les dejo por canal Capitalismo Revolucionario el Réquiem para las víctimas de la violencia marxista hecha por don Felipe Izquierdo, un ex mirista; cosa que ninguna institución como el Congreso, la Iglesia Católica y el Ejecutivo ha realizado.

28 de abril de 2018

Cuando decir la verdad se convierte en un acto revolucionario









 
   Se supone que Occidente ha aportado la libertad de conciencia que se traduce en la libertad de expresión. Sin embargo, desde hace bastante años hemos visto como la libertad expresión es amordazada por quienes se hacen llamar así mismos ‘progresistas’. Así llegamos a la corrección política donde grupos minoritarios establecen la pauta o el guion de lo que tiene que decirse sobre tal o cual asunto. Ahora bien, si alguien dice la verdad, es considerado un insulto porque afecto la sensibilidad del otro. Por consiguiente, ya no importa las razones, sino si mis palabras afectan al otro. Pues bien, el diputado Ignacio Urrutia del partido Unión Demócrata Independiente dijo la verdad del porte de un buque en el parlamento.

  Antes de entrar en detalle que hay decir que la ex presidente Michelle Bachelet a pocos día de terminar su mandato presentó un proyecto millonario para indemnizar ls supuestas víctimas de tortura y prisión política que se tradujo en el Informe Valech a costa de los contribuyentes.A Bachelet no le importa que no haya plata y que el país se haya endeudado.

    El diputado expreso las siguientes palabras : “es una excelente noticia que el gobierno haya retirado este proyecto (que entregaba una reposición económica a las víctimas de las violaciones a los DD.HH. durante la dictadura) que es nefasto. No es la única vez que se entregan estos beneficios, es como la décima vez que se entregan estos regalitos a gente que en el fondo fueron más que exiliados, fueron más que nada terroristas en el pasado. Así que en buena hora el gobierno retiró el aguinaldo que le querían entregar a esta gente y espero sinceramente que en el futuro no se presente nunca más un proyecto de esta naturaleza”. Casi me olvido, la oposición huyo en desbanda del hemiciclo de la Cámara Baja. Hacen leyes para molestar a las personas, por lo que está bien que ocurran estos incidentes.

   A los fracasados revolucionarios marxistas leninistas de la Unidad Popular y a los terroristas también fracasados del Mir, del Frente Lautaro y del FPMR les encanta posar como víctimas. Así tenemos, por ejemplo, que el ex mirista, ex parlamentario sueco y Yes Men de Sebastián Piñera, Mauricio Rojas cada 11 de septiembre chilenos sale con el cuento de que ellos fueron las víctimas, cuando en realidad eran los víctimarios, sin pronunciarse o condenar el terrorismo de los grupos chilenos. Desde los noventa con el sesgado Informe Rettig, el “relato” de la Izquierda chilena es que ellos son las víctimas. Ellos introdujeron la violencia, el odio y el terrorismo como arma política en democracia para acabar “con la burguesía y su aparato militar” tal cual señala las declaraciones del PS y del Mir a mediados de los sesenta, y así instalar una dictadura comunista.

     En realidad no me interesa su segunda declaración donde sostiene que cometió un error y que generalizó. La segunda afirmación no cuenta. Es como si se estimara más importante la declaración del ex presidente demócrata cristiano, Patricio Aylwin quien dijo en su última entrevista que él no apoyo la intervención militar, cuando sabemos que su sector dentro de la DC se puso en contacto con la Armada para sacar Allende, pues “prefería una dictadura parda a una roja”.

   Patética las declaraciones de los políticos de la ex derecha ‘Chile Vamos’ condenando los dichos del diputado. Gonzalo Blumen afirmó: “hieren profundamente el dolor y sufrimiento de miles de víctimas de violaciones a los derechos humanos y al dolor de sus familias, por eso no corresponde más que rechazarlas". El actual ministro de Justicia, el arrepentido Hernán Larraín dijo por su parte: "Quiero reiterar el profundo compromiso del presidente Sebastián Piñera con los derechos humanos. Es nuestra voluntad dar el mayor impulso, la mayor protección y promoción a los derechos humanos en Chile". Agregó "el compromiso con las violaciones a los derechos humanos ocurridos, para que estas nunca más vuelvan a ocurrir". En democracia, -la típica muletilla que usaba la ex presidente Michelle Bachelet- a los presos políticos militares del gulag de Punta Peuco se les ha violado los derechos humanos sistemáticamente al negarles la igualdad ante ley. No necesito escuchar a ‘experto’ en derechos humanos, ya sea la subsecretaría de esa área, ya sea el INDH y, por último, de un abogado de Izquierda. El arrepentido Larraín apoyó los indultos a los terroristas bajo la ex Concertación y ahora les niega el indulto humanitario a los militares luego que Piñera lo prometiera en campaña presidencial.

   Igualmente patética la comisión de ética de la cámara baja que desea sancionarlo pecuniariamente, quitándole parte del sueldo como si hubiese dicho un insulto o una ofensa.

    En otra oportunidad mostré que dos personas sostuvieron que el Informe Valech no se pudo haber realizado en el tiempo que la comisión se fijó: “El primero es de un lector que escribió: "Es decir, tuvieron un promedio superior a ¡95 casos diarios! En efecto, basta dividir 35.000 por 365 para obtener 95,89.Sin duda, tan laboriosas personas, no gozaron de domingos, festivos ni vacaciones, pues de otro modo habrían tenido que atender más de 100 casos de tortura diarios, como promedio". El historiador Gonzalo Vial Correa escribió algo parecido: “Si… hubiera examinado los 35.865 casos, la Comisión, que trabajó trece meses, habría tenido que estudiar entre 130 y 140 casos por día. (…) La mayoría de los casos descansa en el solo testimonio de la persona que se declara víctima." (“La Segunda”, 01.09.04). La comisión fue una burla a la justicia. Primero, basta la simple declaración de la persona sin ninguna prueba. Fuera del ámbito de la Justicia sería injuria, en la justicia sería perjurio. Segundo, el supuesto torturador no puede defenderse de la acusación. Es imposible que hayan atendido 100 casos al día. El Informe Valech es una gran mentira. Los abogados de Izquierda que defiende esa Informe son una charlatanes y mentirosos. El negocio de esa comisión fue garantizar privilegios en educación y salud a la parentela por tres generaciones, mientras Bachelet se llena la boca contra los privilegios”.

   Más aún, recuerdo que después la propia comisión pidió más tiempo. Según el Informe Valech se torturaron 30 mil personas. Luego los medios extranjeros repiten los cliché de la Izquierda sobre el Gobierno Militar, que hubo dos mil y tanto muertos desaparecidos y treinta mil personas torturas. La guinda de la torta es cuando califican de genocidio. Se les nota que no les interesa la historia de Chile, pues sabrían que en la Guerra Civil de 1891 murieron 10 mil chilenos más que en la Guerra del Pacífico y más que el último enfrentamiento civil de 1973.

   No sé cómo el colegio de abogados no sancionó a los abogados de derechos humanos de Izquierda, que defendían el Informe Valech, pues éste viola el debido proceso por así decirlo. Para la comisión bastaba solamente la simple declaración del supuesto torturado, sin ninguna prueba o evidencia que indicara el daño. Totalmente, unilateral. Por otra parte, los supuestos torturadores no podían defenderse, pues el nombre estos se sabría cincuenta años después. Ese es el sentido de justicia de los progresistas. Lo peor se los califica de ‘experto’. Esto son José Zalaquett, Miguel Amunátegui, abogado Luciano Fouillioux y Lucas Sierra, ex investigador del think tank liberal Centro Estudios Públicos. Según un ex bloguero, Sierra era un infiltrado de Izquierda.

 Según Sierra, la comisión se basó en el libro que escribió el general Manuel Contreras.
 Muy liberal acusar a alguien sin evidencia.

 Si es que mi memoria no falla, el abogado Amunátegui murió y fue militante de Renovación Nacional o Renegación Nacional.

 También me acordé que el abogado Luciano Fouillioux es el defensor del abusador de menores, monseñor Cristián Precht. Mi pregunto si el abogado empleara la misma vara que uso con el Informe Valech. Bastaría la simple declaración de los abusados para condenar al sacerdote de la Vicaría de la Solidaridad.

  Según la vicepresidente ejecutiva y ex funcionaria de la Vicaría de la Solidaría, María Sepúlveba Edwards manifestó en su oportunidad que nadie puede cuestionar dicha comisión: "hay que levantar el velo de sospecha sobre la Comisión" .

Sin embargo, pese a dos personas probaron que no podían atender la cantidad de personas, los think tanks de derecha se quedaron callados.

  El artículo 19 inciso número 3 de la Constitución de 1980 expropiada por Ricardo Lagos señala “Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho”. Por ese inciso, cualquiera que estime el Estado de Derecho no tomará en serio ni el Informe Rettig, ni el Informe Valech. Recuérdese que la Policía de Investigaciones (PDI) que tiene una Brigada de Derechos Humanos basado en el primer Informe para perseguir a los militares ancianos en retiro, y no terroristas.

  La diputada Pamela Jiles del Frente Amplio aprovecho de su condición de mujer para pegarle al diputado Urrutia. Más tarde declaró la mitómana que ella fue torturada: “Lo que sentí fue comparable a cuando fui torturada”. A los zurdos chilenos les encanta posar como víctimas, cuando ellos introdujeron la violencia y el odio en la convivencia nacional hace más de cuarenta años. A ninguno les creo, ni siquiera al periodista Santiago Pavlovic, quien escribo una carta pública a la diputada Pamela Jiles, que posa perseguida polítca. Él menciona que a varios periodistas fueron torturados. Un Premio Nacional de Periodismo que fue galardonado en el último año del gobierno de Bachelet también dijo que fue torturado. Sin embargo, todos los ex revolucionarios de la ex Unidad Popular tiene amnesia o demencia senil que no se acuerdan de los torturas del régimen de Allende a sus opositores por Investigaciones. El grupo terrorista Mir en la UP secuestro y torturo al editor de Las Ultimas Noticias del Sur por un comentario que hizo en el diario sobre Mir, y finalmente, lo dejaron botado en la Universidad de Concepción.

   Lo bueno de la declaración de Urrutia que afloraron ciertas cosas. Así por las redes sociales que la hija del dirigente poblacional de la Unión Demócrata Independiente, Simón Yévenes asesinado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez en los ochenta, Jocelyn Yévenes sostuvo que el frentista Hugo Gómez Peña recibe ya una ‘pensión’. Y ahora con el proyecto que se rechazo iba recibir bono. Los terroristas reciben pensión, mientras a Agrupación de Detenidos Desaparecido abriga el deseo de quitarles a pensión a los presos militares de Punta Peuco. Asimismo se desprende del asesinato del dirigente de la UDI, que los terroristas no violan los derechos ni comenten crimines de les humano. Cuando la Izquierda chilena en complicidad y la aprobación con la ex derecha (Larraín y Blumel), se victimiza no queda otra cosa que reírse de estos fracasados revolucionarios y guerrilleros.

 Las palabras del escritor inglés George Orwell se ajustan al país: "En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario."

22 de septiembre de 2016

La otra cara del Padre Fernando Montes s.j.







 

 Partamos del hecho desafortunado que las personas que llaman a los militares presos políticos en el penal Punta Peuco ‘violadores a los derechos humanos’ no distinguen entre el bien y el mal, ni entre justicia y venganza, ni la distinción entre personas decentes y matones. Más aún, algunos fueron cómplices activos de los malos en estos últimos cuarenta y tanto años, por ejemplo, la Iglesia Católica chilena. Esta última tuvo una respuesta tibia o de tristeza cuando fue derrocado el gobierno marxista leninista de Salvador Allende. De inmediato crearon el Comité Pro Paz y que luego se transformaría en la Vicaría de la Solidaridad, que en un primer momento apoyo al grupo terrorista Mir y luego al FPMR. Pese a que el gobierno marxista violo los derechos humanos. Además de cometer flagelación y tortura tal cual dice el Acuerdo de la Cámara, los altos personeros de esa institución no dijeron nada. Obispo Goic dijo una frase cliché que le gusta repetir incluso a la Izquierda en el 2010: "Nosotros hemos mantenido y mantenemos la defensa de los derechos humanos”. Falso. Primero, jamás han condenado el terrorismo, ni han acogido a las víctimas de éste antes del 11 de septiembre de 1973 y durante el Gobierno Cívico Militar.

   La Izquierda les niega todo a los presos militares del Penal Punta Peuco, los mismos beneficios que recibieron los terroristas del Mir, del Frente Lautaro y del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, brazo armado del Partido Comunista. El mismo partido que apoya la dictadura del hambre de Nicolás Maduro, la dictadura de los hermanos Castro y, por último, la dictadura de Corea del Norte.

   Partamos del hecho de que la Izquierda denomina el tema de los derechos humanos a su antojo y arbitrariamente. Para ellos la expresión ‘violadores a los derechos humanos’ se refiere a los agente de Estado que combatieron el terrorismo entre 1974 y 1989. Aún cuando la Izquierda empleo la vía armada desde 1965, esto es, el terrorismo como forma de lucha, los expertos solo catalogan como violadores de los derechos humanos a los militares, no a los grupos terroristas mencionados que asesinaron, ponían bombas y secuestraban. Por tanto, la sociedad tiene los valores totalmente invertidos, pues quienes deberían entre las rejas están amnistiados e indultados. Para los políticos, académicos y abogados de los derechos humanos de la ex Concertación, los terroristas del FPMR, del Lautaro y del Mir que cometieron crímenes entre 1979 y 1990, eran solo delitos comunes. De ahí partimos mal. ¡Que hayan asesinado, puestos bombas y que cientos de personas hayan salido muertas o heridas no les importaba a la Concertación ni las iglesias opositoras al Gobierno Militar! Por tanto, no eran violadores de los derechos humanos.

   Una figura religiosa que ha cobrado relevancia a favor de los militares presos es, pues, el ex rector de la Universidad Alberto Hurtado, el sacerdote Fernando Montes s.j., quien pide que se le aplique el derecho humanitario a los enfermos terminales del Penal Peuco. Cuando fue el funeral de ex presidente demócrata cristiano, Patricio Aylwin, el columnista Fernando Thauby escribió el artículo EL FUNERAL DE AYLWIN DESDE PUNTA PEUCO . En esa columna cita las palabras del sacerdote jesuita: “Yo creo algo que le escuché a don Patricio Aylwin. Él contó que cuando su papá era niño era la revolución de 1891, y acompañaba a su padre (abuelo de don Patricio) a la cárcel a ver a su propio padre (su bisabuelo). Y nunca se olvidó de eso. La conclusión que sacaba Aylwin era que este es un problema tan traumático, que se necesita que pasen dos generaciones: las que vivieron el tema de adultos y las que lo vivieron de niños. Yo creo que tiene bastante razón”. Las palabras del ex mandatario demócrata cristiano fueron solo un pretexto para ocultar su cobardía ante los grupos violentista. Esa declaración están falsa como el falso perdón que dijo, cuando leyó el Informe Rettig.   Según el Padre Rául Hasbún, cuarenta años después de la Guerra Civil de 1981 nadie andaba sacando los muertos de uno y otro bando, porque la clase política con altura de miras amnistió a los dos bandos. Por tanto, no había rencor ni odio.

   El fino académico de la universidad jesuita ni siquiera se le ocurre cuestionar el concepto manoseado de la Memoria, que tanto le gusta hablar como dijo Bachelet en el último 11 de septiembre: “Nuestra memoria es un potente instrumento para la paz”.

   Muchos cercanos a los militares presos de Punta Peuco, se alegran que el sacerdote jesuita Fernando Montes esté del lado suyo. No sé que se trae. A mí, sin embargo, no me calza. En efecto, cuando se presentó al público el libro Miguel Krassnoff: Prisionero por servir a Chile de la historiadora Gisela Encina, la Izquierda al año siguiente sacó el libro de la profesora de castellano, Mónica Echeverría Krassnoff, arrastrado por su destino. Cabe señalar que la señora Echeverría tuvo dos hijos que ingresaron al grupo terrorista Mir. Uno de ellos es Carmen Castillo Velasco, quien estuvo al lado del dirigente y fundador de ese grupo, Miguel Enríquez, en la calle Santa Fe. Previamente, la profesora había escrito libro Crónicas Vedadas, en que termina hablando de un agente de la DINA que vive en USA. Para que vean los sesgados que son. No les importa los crímenes del Mir. El libro de Gisela Encina fue un éxito de ventas con ediciones en ruso y en inglés. Pues bien, el Padre Montes presentó el libro de Krassnoff de Mónica Echeverría supongo que en la universidad jesuita, donde injuria al oficial preso como se muestra en el video. Se nota que no leyó el libro de Encina. ¡Tan ecuánime!

 La experiencia familiar del ex presidente no tiene nada que ver cómo actuó cuando gobernó. Si fuese cierta las palabras de Aylwin, no hubiera ordenado a la Corte Suprema reinterpretan de la Ley de Amnistía de 1978, en desmedro de los militares, unos que estaba en retiro, otros que estaba en las distintas ramas de las Fuerzas Armadas. La verdad es otra. Cuando los terroristas que emboscaron al fiscal Elgueta, hicieron huelga del hambre, durante el gobierno de Piñera, el parlamentario del UDI, Hernán Larraín dijo: “No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas”. Palabras que luego las confirmó el diputado socialista, Marcelo Schilling: “Alguna experiencia tengo en esto de enfrentar la violencia política de los grupos armados, y quiero decir que si en su oportunidad no se hubiesen tomado medidas como llevar adelante el Informe Rettig, hacer las leyes de reparación y levantar las limitaciones que imponía la ley de Amnistía, todo eso se habría convertido en bandera de lucha de los grupos violentista”. El ex presidente Patricio Aylwin cedió ante los grupos terroristas chilenos. Como he dicho más de una vez, el problema del primer gobierno de la Concertación no eran los militares, sino los terroristas. De ahí entendemos la rapidez de los indultos. Para la prensa opositora de la época, los terroristas presos eran “presos políticos”. Vean cómo tergiversan o alteran las palabras.

   Cuando se supo que tres uniformados iban a pedir la libertad condicional, el brigadier (r) Miguel Krassnoff, Miguel Estay y el capitán (r) Alex Ambler Hinojosa, el Padre Montes dijo: “no quiero entrar en el fondo ni amnistía ni de concesiones de los beneficios eventualmente legales que se pueden dar. Sólo celebro que se pidan informes serios”. El jesuita le niega la amnistía a los militares asignados a la DINA. No le incomoda que los miristas o los de FPMR estén libres. ¿Le va creer el informe serio del psicólogo de Punta Peuco?

 El jesuita es hombre mediocre. No le creo nada.

9 de agosto de 2015

Ni Verdad ni Reconciliación Parte I






 Antes de que reabriera el “Caso Quemados”, se hablará del Informe Valech y del internamiento al hospital militar del general preso político Manuel Contreras (QEPD) y de su posterior deceso, quien fue jefe de Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) contra el terrorismo del Mir, ya subterráneamente, el oficialismo seguían condenando a los militares que combatieron al terrorismo con la colaboración de los jueces de Izquierda, que no respetan el Estado de Derecho. Y contando la historia unilateralmente en diversos actos. Más aún, muchas cosas que no se les aplica a los presos en los hechos que están en el gulag de Punta Peuco como los beneficios carcelarios, verbigracia, la salida dominical, la posibilidad de un indulto y mucho menos la Ley de Amnistía a quienes, según la Izquierda (DC/UP/PC) cometieron delitos de lesa humanidad, ahora la Nueva Mayoría pretende convertirlo en ley. Los terroristas si gozaron de esos beneficios.

 Así lo retrata el abogado Adolfo Paúl Latorre en sus artículos “Proyecto de ley penal retroactiva” y “Delitos de lesa humanidad, inamnistiabilidad y proyecto de reforma constitucional”. En efecto, el 10 de diciembre del 2014 ingreso al Congreso Nacional un mensaje que se agrega al numeral 3 del artículo 19: “Son imprescriptibles e inamnistiables los crímenes y delitos de guerra, lesa humanidad y genocidio, cualquiera sea la fecha en que se hayan cometido. Asimismo, no se podrá conceder indulto o cualquier otro beneficio alternativo, penitenciario o de cualquier naturaleza, que importe reducción o sustitución de las condenas privativas de libertad que se puedan imponer a los autores de estos crímenes y delitos” (boletín 9748-07). En otras palabras, Michelle Bachelet es una mujer rencorosa, amargada, resentida, además, loca. Todo porque la guerrilla terrorista primero de Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Mir) y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) fueron derrotados por la DINA y la CNI, respectivamente. De nada la sirvió en el entrenamiento militar en Cuba y en la ex RDA. Según la chilena avecindada en Alemania, Marta Salazar basándose en la revista If: "durante la dictadura de Pinochet recibieron educación militar 21 comunistas chilenos".

   Según el abogado para variar sería un política del Partido Comunista: “Impulsaremos medidas legislativas y administrativas que impidan la impunidad en materia de Derechos Humanos, tales como impedir toda aplicación en los juicios sobre Crímenes de Lesa Humanidad del D.L. Nº 2.191, de Amnistía de 1978, y de las normas que regulan la prescripción”.

 Pues bien, Michelle Bachelet en su último discurso presidencial del 2015 sigue la ruta del PC: “Nos corresponde también hacernos cargo de las deudas pendientes con nuestra historia en materia de Justicia, adecuado nuestra normativa a los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos. Para ello impulsaremos la tramitación de los proyectos de ley que garantice la imprescriptibilidad y el carácter de no amnistiable de los delitos de lesa humanidad”. Ella y el Partido Comunista chileno jamás se han inmutado por el genocidio de 100 millones de personas.

  La ex Concertación y ahora la Nueva Mayoría ha violado una serie de artículos de las Declaración Universal de los Derechos Humanos: Art.7: “Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación”; Art. 8: “Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley; Art.9: Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado”;Art.10: “Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”. Y por último: el artículo 12, inciso 1: “Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa” y el inciso 2: “Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito”. ¿A qué estándares internacionales se refiere la Comandante Claudia, si los están violando?

 Queda claro como el agua, que la DC/UP transgrede abiertamente el artículo 12. Los jueces no actúan de conforme a la ley, y los políticos de Izquierda y los jueces condena a personas “que en el momento de cometerse no fueron delictivos” tales delitos. Estamos pensando en los delitos de lesa humanidad. ¡En democracia se violan sistemáticamente los derechos humanos desde 1990!

 La Izquierda habla de verdad, cuando miente. Primera mentira: Allende fue un presidente respetuoso de la democracia liberal y de la Constitución. Falso. Segunda mentira: Las Fuerzas Armadas atacaron a civiles por pensar distinto. Falso. Tercera mentira: Los militares y las “víctimas”. Falso. El enfrenamiento fue entre militares y terroristas. Cuarta mentira: Democracia versus dictadura. Falso. La realidad fue totalitarismo comunista versus democracia burguesa o liberal.

 En primer lugar, aquí no hubo genocidio, ni los militares se dedicaron a destruir a la población civil. Al contrario, eran los grupos terroristas mencionados los que mataban indistintamente a civiles y militares. En segundo lugar, de acuerdo a ley que condena ese tipo de delitos que se promulgo en el primer gobierno de Bachelet, la misma ley establece que no son retroactivos. Una vez más, Claudia, que era su apodo mientras perteneció al FPMR, borra lo que hizo Bachelet I. Y finalmente, el Presidente de la República que está en cruzada por la desigualdad reinante en el país, provoca más inequidad y desigualdad como lo han hecho, por ejemplo, con su reforma educacional, tanto a nivel de colegios como universitaria.

 El socialista Ricardo Lagos fue el último que le devolvió la mano a la extrema Izquierda al llegar a un acuerdo con la ex derecha, de que los terroristas que estuviesen 10 años en la cárcel salieran libres. En ese desafortunado consenso estuvo el traidor político de la derecha y actual dirigente de a UDI, Hernán Larraín, quien dijo sobre el jefe de la DINA: "Manuel Contreras no debería morir como general. Es así. No le deseo la muerte a nadie, ni siquiera a Manuel Contreras, pero uno quisiera que no muriera como general". El mismo que escribió con ex parlamentario socialista el libro Voces de Reconciliación. Fue el general Pinochet quien lo subió de rango. En cambio, ese político ha colaborando desde 1990 para que los terroristas salgan de la cárcel. En efecto, el brigadier Miguel Krassnoff lleva 15 años preso, sin embargo, la clase política no quiere darle el mismo trato que recibieron los terroristas. Para los militares nada. Al socialismo le fascina la desigualdad provocada por ellos.

  Asimismo, llega ser para la risa que los abogados de derechos humanos de Izquierda defiendan el Informe Rettig de “Verdad y Reconciliación”, pues la actitud que ha tenido la DC/UP durante esos 25 años hacia los militares ilustra que la verdad ni la reconciliación le interesa. Sólo un villano al estilo del Joker podría crear ese Informe. Si éste lo pidieron los grupos terroristas chilenos como manifestó el socialista Schilling, quien ayudo a un grupo de terroristas escaparse de la cárcel de Alta Seguridad, mientras estuvo en La Oficina. Fue una extorsión que la ex Concertación acepto a cambio de ‘paz social’. El país no está en paz. Por la razón ante expuesta la Nueva Mayoría y el Presidente de la República tienen que ser tratados sin piedad ni compasión, pues esas cualidades son de personas civilizadas. Y los salvajes del oficialismo no las cumplen. Es una prueba más que Bachelet y su grupo pertenecen a lo que denomine la Generación Maldita. No encuentro otra palabra. Están malditos que el odio marxista leninista que introdujeron en la política con la formación de la UP los han transformado en Gollun. Lo peor que ha producido Chile son las personas que apoyaron y fueron actores de la Unidad Popular.

  Los medios nos informan que la Corte ratifico y aumento las condenas a los militares que estuvieron asignados a la Central Nacional de Inteligencia (CNI), entre ellos el general Hugo Salas Wenzel, ex jefe de esa agencia y al mayor Álvaro Corbalán Castilla, entre otros militares por haberse enfrentado al grupo terrorista FPMR. El medio europeo DW escribe : “Los cinco pertenecían además al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), un grupo considerado el brazo armado del Partido Comunista, que recurrió a la lucha guerrillera contra la dictadura”. A la CNI la denomina “organismo represor”. Igualmente, a los militares que ya están presos los denomina “de violaciones a los derechos humanos”. Mientras escribo, me acordé de la periodista chilena Nena Ossa en su libro Allende Thank You…!, quien reprocha a los medios alemanes, en particular Des Spielgel por culpar al movimiento Patria y Libertad de la caída de Allende, y no al guerrilla y Altamirano. El medio DW se olvido Black Septemberistas.



Mientras otro sitio nos cuenta que recientemente publicaron el libro Mujeres tras las rejas de Pinochet (Ediciones Radio Universidad de Chile) del testimonio de tres mujeres terroristas: “A través de entrevistas realizadas por la periodista Vivian Lavín, el volumen cuenta la historia de sus tres protagonistas: sus vinculaciones al MIR y el FPMR, las circunstancias en que fueron detenidas, las vidas que llevaron en la cárcel y los interrogatorios a los que eran sometidas. Asimismo, retrata la reconstrucción de sus vidas que deben enfrentar al salir de la cárcel, en un país muy distinto al que habían conocido”. Esos son los “presos políticos” que así los llamaban los medios partidarios de la ex Concertación a principios de los noventa. Eran terroristas, no presos políticos. Dicho libro fue presentado por la ideóloga del Museo de la Memoria y ex Mir, la cuica Marcia Scantlebury, y el director de la Radio Universidad de Chile, Juan Pablo Cárdenas, otro ultra izquierdista.


 Para la Copa América 2015, la ministra del Deporte, Natalia Riffo hizo activismo y propaganda política al visitar el Estadio Nacional, específicamente la escotilla 8, que están dentro del proyecto Conservación de los Sitios de Memoria. El medio informa que la ministra se regodeo con un mensaje que dice: “Un Pueblo sin Memoria es un Pueblo sin Futuro”. Puesto que la Izquierda ha borrado lo que fue la UP, los chilenos se están repitiendo el plato con la Nueva Mayoría o la UP 2.0. Se olvida la secretaria de Estado que fue el pueblo el que llamo a los militares porque Allende se salió de la ley y la Constitución, estaba contra el pueblo.


Los Derechos Humanos son un simple Caballo de Troya de la Izquierda, a quien no le importa los derechos humanos.



¿Alguien puede tomarse en serio que los terroristas de Mir y del FPMR no violaron los Derechos Humanos, mientras ellos asesinaban y secuestraban a civiles y militares, y ponían bombas en nombre de la Revolución y luego contra el Gobierno Militar, sobre todo, que ellos hayan sido las víctimas de las violaciones a los derechos humanos?

 Solamente una mente similar al Joker puede llegar semejante conclusión.

17 de noviembre de 2014

Sin pasado, sin futuro





Este post lo tengo pensado hace tiempo. Mejor dicho, desde que los partidos actuales de derecha perdieron el respeto y la dignidad. El actuar y los dichos de ambos partidos UDI y RN simplemente lo han agravado. A decir verdad, desde que el historiador Gonzalo Rojas comentó unas palabras de un diputado de la UDI, Javier Macaya , quien sostuvo que el pasado reciente era un lastre: “Queremos hacer nuestro aporte, queremos elaborar este documento que se va a trabajar entre muchos, con una mirada fresca, que contribuya a que todos comencemos a sintonizar con los temas de futuro y dejemos de estar anclados en el pasado”.


Gonzalo Rojas hace notar que para Macaya el pasado es algo pesado. Por eso dice ‘estar anclados’. ¿Qué más pesado que un ancla? Para el diputado y su séquito, el pasado no sirve para entender el presente. El pasado es algo congelado. Si es así, ¿de qué personajes históricos de la historia de Chile y de Occidente un joven político va sacar una inspiración o modelo que modele su actuar? Entonces, no tiene sentido inspirarse, por lo menos, en términos de actos el en ex presidente de la vieja derecha, Jorge Alessandri; en el ministro Diego Portales que dejó su impronta en la naciente República con el llamado “orden portaliano” o el gobierno conservador de Manuel Montt. Ambos del siglo XIX.

 Si sostiene que el pasado es un lastre, es porque han abandonado la historia dejando la Izquierda la cambie a su antojo, hasta tal punto de que han convencido a ambos partidos cambiar un punto importante de su declaración de principios. Renovación Nacional, el otro partido pretenden reescribir sus principios en el próximo consejo general que realizará el fin de semana del 22 y 23 de noviembre.

El pasado sí importa. Lo prueba la película The Gathering Storm,que se basa la autobiografía en el primer volumen de seis sobre la Segunda Guerra Mundial que escribió el ex primer ministro inglés Winston Churchill, quien es personificado por el actor Albert Finney. La traducción sería Amenaza de la tormenta. Hay una escena en que el político sube a una colina y desde lejos recuerda al duque de Marlborough durante la Batalla de Blenheim o la Segunda Batalla de Höchstädt, ocurrida en el siglo XVIII. Específicamente, en la Guerra de Sucesión Española. De hecho no fue una licencia artística del director británico Richard Loncraine, quien fue además, fue director de la miniserie Band of Brothers. El primer ministro inglés escribe “una oruga, sobre la que todas las miradas se posaron, comenzó a arrastrarse incesantemente por el mapa de Europa, llevando consigo el destino de toda la guerra”.

 Como escribí el 31 de marzo de este año: “La derecha al borrar su pasado, se queda sin futuro, mientras la Izquierda se aferra a su pasado y lo proyecta al presente”. Tanto es así, que el socialista Ricardo Lagos para el cuarenta aniversario considero el nefasto gobierno de Allende era algo único en la Guerra Fría, que no se veía algo así desde que los anunakis arribaron a la Tierra. Bachelet se siente orgullosa de su ‘legado’ del agente de la K.G.B, sin importarle las colas, el mercado negro y los grupos armados que amparaban. Los únicos que no han querido admitir que la Nueva Mayoría es la continuación de la Unidad Popular, y que les gusta mirar a Venezuela más no el pasado son los propios dirigentes de la ex derecha y la neoderecha. A menos que hayan visto por la radio Bio-Bio el comentario de Tomás Mosciatti del verdadero proyecto fundacional y mesiánico de Bachelet. Recién se dieron cuenta que la coalición demócrata cristiano socialista comunista quiere más socialismo.


Quizás la nueva dirigencia de la UDI prefiera reemplazar la canción “Soy libre” de Nino Bravo, que trata sobre unos alemanes que se escaparon del paraíso comunista de la ex RDA –donde la actual mandataria aprendió chamanismo- por “Todos Juntos” de los Jaivas o la canción del comunista terrorista, Victor Jara, “El derecho de vivir en paz”. Por cierto, durante la década del 70, o sea, durante el Gobierno Militar, a los zurdos les producía urticaria escuchar la canción Bravo, luego del debacle de la revolución marxista de Allende.

 Según el diputado, lo que divide a los chilenos es el plebiscito de 1988 entre los que votaron SI y No. Apreciación parecida tiene el ex ministro de Hacienda del primer gobierno de Bachelet, Andrés Velasco que, según los medios, su grupo Fuerza Pública y Red Liberal establecieron una alianza con los neoderechistas de Amplitud , ya que la Nueva Mayoría se volvió muy a la Izquierda. Naturalmente, la nueva dirigencia de la UDI también quiere borrar de su declaración de principios el derecho a la rebelión y la lucha contra el totalitarismo de la Unidad Popular. Chile está divido gracias a la famosa declaración de Allende, “que él no era presidente de todos los chilenos”, y que la Izquierda ha continuado con a persecución a los militares. Eso lo vimos en las últimas Fiestas Patrias, cuando la periodista Mónica Rincón le pregunta a Bachelet sobre anular la Ley de Amnistía de 1978, a lo que ella responde: “Son delitos de lesa humanidad, imprescriptibles. La justicia nazi que tenemos están desquiciada, que un juez condenó a militar que había muerte hace n cantidad de años, por lo cual tuvo que sobreserlo-, y, una jueza interrogó a un marinero ya que viejo, que tiene Alzheimer en los tribunales de Valparaíso.


A la nueva directiva de la UDI le pareció bien la propuesta del neoderechista Hernán Larraín Matte, hijo del senador de ese partido Hernán Larraín y los académicos que firmaronla carta transversal por la reconciliación y los derechos humanos, que ambos partidos de al ex derecha eliminen el artículo donde reconocen la labor libertadora de las Fuerzas Armadas que nos salvaron del totalitarismo. Entre paréntesis, la derecha twittera que personifica los firmantes de esa carta en términos de porcentaje es menos que los homosexuales en Chile. Desafortunadamente, el director de la Fundación Horizontal está como panelista permanente en los programas como si representase a la Derecha, a la cual se encargó de destruir junto con el ex presidente Piñera.

 En efecto, la declaración de la Unión Demócrata Independiente dice así: “La Unión Demócrata Independiente destaca el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile, cuyo origen y gloriosas tradiciones se identifican con el surgimiento y defensa de la chilenidad a través de toda la historia del país, incluida su acción libertadora del 11 de septiembre de 1973, que salvó al país de la inminente amenaza de un totalitarismo irreversible y de la dominación extranjera, culminando así una valiente resistencia civil y recogiendo un clamor popular abrumadoramente mayoritario”.

El senador Hernán Larraín, que hace tiempo atornilla al revés, también es partidario de cambiar la declaración de principios : “No solamente cambiar una declaración, sino además justificar por qué, y ese es el debate que tenemos que tener para los efectos de seguir avanzando. Y si de alguna manera habrá que reafirmar el compromiso con la democracia y defensa de DD.HH”. Sin embargo, desde 1990 ha dado su voto para que los terroristas sean indultados. Y su último tongo fue el libro que escribió con el socialista Ricardo Núñez Voces de la Reconciliación, mientras a los militares les niega la Ley de Amnistía y la igualdad ante la ley.

 A los firmantes de esa carta no se les ocurre pedir derrumben las dos estatuas de Allende y que le cambien de nombre a los colegios y el Salón Blanco de La Moneda que llevan el nombre del ex presidente marxista.

 En esa oportunidad, el nieto del general Pinochet, Rodrigo Pinochet dijo lo siguiente de la pretensión de la UDI de eliminar el artículo en que reconoce el papel libertadora de las Fuerzas Armadas, que nos salvo del comunismo: "La mutilación de la declaración de principios de la UDI representará el paso final para la muerte de un partido clave en la contención del totalitarismo".

 Me asombró leer la declaración que hizo la ex intendente de Concepción y actual senadora por la VIII Región Costa, Van Rysselberghe, quien dijo no estar de acuerdo con el nieto del general Pinochet, pues, según ella,  "los principios de la UDI son otros: libertad de las personas y emprendimiento". A la ex alcaldesa de Concepción la defendí varias veces desde mi blog, cuando la atacaron los paniaguados de Piñera, ya sea político o académico, ya sea la ex Concertación. Sus palabras me decepcionaron. ¿Cómo van a defender a la libertad de las personas y de las diversas actividades que nacen de la división del trabajo en una sociedad libre sino tienen de frente su contraparte? Cuando leí las palabras de Van Rysselberghe, me acordé del libro que escribió el historiador Gonzalo Rojas, Chile escoge La Libertad y del capítulo “La Nueva Estructura Constitucional”. En ella, el actual columnista escribe: “En el capítulo anterior ya hemos visto que el tema del marxismo no está nunca ajeno a las preocupaciones del Presidente. Por eso, advierte que el nuevo modelo constitucional tendrá como mecanismo de protección la exclusión de cualquier doctrina totalitaria de la vida cívica”. Mas adelante, dice: “Por eso consulta a Jaime Guzmán”.

 El diputado Macaya, la senadora Van Rysselberghe y el senador Hernán Larraín el que exista en una sociedad libre un grupo minoritario que intente imponer un estado totalitario no es un asunto de su partido. El asesinado senador Jaime Guzmán durante la Unidad Popular se la jugó por las libertades dentro de su campo de acción, y luego en el Gobierno Militar se encargó de crear una institucionalidad que impida el totalitarismo. Con todo, para el senador Larraín es irrelevante. Repito brevemente lo que escribió Gonzalo Rojas en su columna ‘Revisar la mirada histórica’. A los tres no les importa que en el Acuerdo de la Cámara de agosto de 1973 se exprese el derecho a la rebelión, por primera vez en nuestra historia. ¿Qué no entendieron del actuar y del pensamiento de Jaime Guzmán?

 A los partidos de la derecha les molesta sacarle a los ex UP y las nuevas generaciones de la Izquierda su pasado terrorista y totalitario. Se creerán el cuento que decir una verdad atenta contra la amistad cívica, que es una expresión que usaba el socialista Ricardo Lagos durante su gobierno y contra la reconciliación.

 Según el diputado de la UDI, Felipe Ward el nuevo documento, “desde una generación distinta una visión moderna en materia de derechos humanos”. ¿Cuál es la visión moderna de los derechos humanos, si no son capaces defender la Ley de Amnistía y el Estado de Derecho? ¿Cuál visión, si les niega a un grupo de chilenos una ley que está vigente? Quizás le guste el defensor del pueblo, que se convertiría en el defensor de los terroristas y violentistas.

 El periodista norteamericano, James R. Whelan, autor Desde las cenizas: vida, muerte y transfiguración de la democracia en Chile 1833 – 1988, pone las siguientes palabras como epígrafe de Régis Debray: “La burguesía chilena, una de las menos estúpidas del mundo, se defiende abriéndoles sus brazos a su rival…” .

3 de febrero de 2012

El dos caras chileno



El actual Presidente de Chile lo que menos tiene principios. Es difícil entender una conducta en que un día te prometa ser tú escudero en las buenas y en las malas, y al día siguiente te traiciona, como si nunca te hubiese visto. Lo constante de Sebastián Piñera es su inconstancia hacia quienes le dieron su voto. Si te he visto, no me acuerdo.

Así, por ejemplo, los amigos de Piñera, entre ellos el escritor peruano, Mario Vargas Llosa siempre sacar relucir que el actual mandatario, votó en contra la Constitución de 1980, voto por la opción ‘No’ en el plebiscito y fue opositor al Gobierno Militar. Sin embargo, lo que no cuentan es cuando fue el pronunciamiento militar, estando todavía en la Universidad de Harvard, su compañero, el periodista James S. Henry cuenta:Recuerdo con gran claridad el golpe de Estado en Chile para 1973. En ese entonces asistía a un curso de economía para graduados en la Universidad de Harvard, que era dictado por uno de los discípulos del profesor de la Universidad de Chicago, Milton Friedman”. Luego dice: “Uno de mis compañeros de estudios era Sebastián Piñera, miembro de una de las familias más antiguas de Chile y futuro millonario, propietario de la línea aérea Lan y, desde diciembre de 2009, presidente de Chile”. Finalmente, “Durante la clase de ese día, Sebastián obtuvo de alguna manera la noticia de que el presidente Salvador Allende había sido derrocado. Estaba jubiloso: ‘¡Ganamos!’, gritaba”.

La emoción que expresó en la vieja Universidad de Harvard contrasta con las opiniones que dijo al conmemorarse el primer aniversario del 11 de septiembre, bajo su mandato: durante la década de los 60 y principios de los 70, casi sin darnos cuenta, nuestra democracia fue perdiendo la sensatez, la amistad cívica que antes entonces la había caracterizado y fue cediendo ese lugar a las pasiones desbordadas, a las utopías excluyentes. El respeto fue reemplazado por la intolerancia, el diálogo por la violencia y el interés superior de Chile por los intereses partidarios”. Y su juicio sobre aquellos que se opusieron al Gobierno Militar: “siempre debemos recordar que en ese tiempo difícil hubo la generosidad, la sabiduría, la visión para dejar de lado las cosas que nos separan y concentrarnos en aquellas cosas que nos unían, entre ellas, la recuperación de la democracia era sin duda un elemento central”.




El mismo contraste uno lo puede encontrar en la defensa que hizo del general Augusto Pinochet en una comuna del barrio alto, donde hay un video en Youtube, Piñera dice en 1998 a propósito de la familia de Pinochet: "están viviendo tiempos difíciles en Londres, en estos momentos, y por eso merecen toda nuestra solidaridad". Luego de rescatar a los mineros dice: "Chile será recordado no por Pinochet, sino como un ejemplo de unidad".

Ahora bien, de nueva la conducta oportunista de Sebastián Piñera uno lo ve al crear la subsecretaría de Derechos Humanos en el Ministerio de Justicia. Su propósito es nada menos que continuar con la persecución a los militares, ya presos. El objetivo no es velar por los derechos humanos del país. No le basta la oficina de Derechos Humanos del Ministerio del interior, el Instituto de los Derechos Humanos que solamente se querella contra los uniformados que fueron asignados a combatir al terrorismo. A pesar de que la izquierda optó la vía armada y asesinó a sangre fría a civiles y militares previos al 11 de septiembre de 1973. Con todo, los culpables son los militares. El propio Presidente lo dice: "Es algo que le debemos a quienes sufrieron las gravísimas e injustificables violaciones a sus derechos fundamentales en el pasado". Agregó: "Es importante reconocer que el tema de los derechos humanos es un tema que debe preocuparnos siempre, cuando haya atropellos, pero también cuando no hay atropellos". Mientras tanto a los militares presos se les viola los derechos porque no se le aplica la ley y el terrorista Hugo Marchant se paseó por el país tranquilamente. ¿No es un atropello negarle la ley? Es como el cuento de Kafka ‘Ante la ley’.

La nueva burocracia va a trabajar de la mano con el Instituto de los Derechos Humanos.

El senador oficialista, Hernán Larraín dijo que: "se han hecho muchos esfuerzos, pero quizás el mejor sea tener un compromiso hacia el futuro, de hacernos cargo institucionalmente y moralmente en promoverlos siempre, en todos los ámbitos, para que nunca más en Chile, tengamos que arrepentirnos de situaciones como las que vivimos". Si la política de ‘Nunca más’ tuviese efecto, entonces, ¿Me pueden explicar las declaraciones de Camila Vallejo, de que la lucha armada no está descartada por el momento? O bien, las declaraciones de Cristián Cuevas sugiriendo incendiar tres comunas del barrio alto de Santiago.

Una nota periodista que tenía pendiente, es que el primer año de gobierno de Sebastián Piñera, la Fundación Futuro que dirige su hermana, Magdalena Piñera Echenique realizó una visita guiada a los alumnos de Quinto Básico a Segundo Medio, incluyendo a los adultos mayores al Museo de la Memoria: "Frente a Quinta Normal, encontramos este moderno edificio de 5.500 metros cuadrados. Fue creado el 2010 por los arquitectos Mario Figueroa, Lucas Fehr y Carlos Días. Nos invita a reflexionar acerca del uso de la violencia en la política, el valor de la democracia y la tolerancia en la vida pública. Una mezcla audiovisual, escrita y fotográfica, dan cuenta de la violaciones de los derechos humanos desde el Estado. Abarca desde el 11 de septiembre de 1973, hasta marzo de 1990, año que se retorna a la democracia". Así como sigue el desaire a los militares. Desde luego, que no se habla de la violencia que originó la izquierda. La nota denomina ‘presos políticos’ a los terroristas del Mir.

¿Dónde quedó su promesa hacia los militares? Sebastián Piñera dijo:”Se tomara las medidas para haya para todos una justicia que se aplique en forma oportuna y sin mantener procesos ad eternun, que nunca termina. Para los uniformados, en servicio activo o en condición de retiro, habrá una justicia justa que no discrimine, sino que a todos garantice el respeto de las garantías fundamentales como es el debido proceso”.

Todo lo anterior, me hace pensar que el actual mandatario tiene la personalidad del villano de Batman, Harvey Dent, conocido como ‘Dos Caras’. No se entiende tanto cambio de un día para otro.


20 de noviembre de 2011

Mi homenaje a Miguel Krassnoff





En estos momentos difíciles para el país, conviene manifestar públicamente estar al lado de aquellos que no pueden defenderse. Me refiero al escándalo que se armo, porque una funcionaria del Gobierno acuso recibo de una invitación a la presentación de un libro que trata de la injusticia a que está sometido un ex militar preso en el gulag de Punta Peuco.

Ahora me compete comentar las reacciones desmesuradas que han tenido una parte de la derecha, el Gobierno y, naturalmente, la izquierda, a raíz de la presentación del libro “Miguel Krassnoff: Prisionero por servir a Chile” de la historiadora Gisela Silva Encina. Este nuevo lanzamiento es una reedición en las que agrega las tropelías del juez Solís. El libro fue presentado en el 2008. Hice una reseña de él.

La izquierda con este incidente ha tenido su minuto del Odio como la novela de Orwell. De más está decir que el país no está reconciliado ni que nos anima la unidad nacional. Quien ha estado ausente en estos días furia e ira, ha sido pues, la Iglesia Católica chilena, que no ha levantado la voz tal como lo hizo durante el Gobierno Militar.

En este incidente como en el de la ex Intendenta de Concepción, varios políticos han mostrado su verdadera cara, o bien ha confirmado la impresión que los electores tienen de ellos. Han mostrado su ‘hilacha’ en buen chileno. Sin embargo, ¿cómo empezó este cuento? Hubo una vez, una asesora Presidencial a cargo del departamento de Gestión Ciudadana de La Moneda, Andrea Ojeda Miranda, quien como buen funcionaria le hace la ‘pega al jefe’, puesto que éste no tiene el tiempo para hacerlo. Sus Excelencias tienen la agenda ocupada. En efecto, a alguien se le ocurrió de modo cortés enviarle una invitación a Su Excelencia para la presentación del libro mencionado. Y el destinatario de La Moneda acuso recibo a través de esa funcionaria. La señora o señorita Andrea escribió : "sus felicitaciones y sus mejores deseos de éxito, como también su saludo afectuoso a quienes asistan a este homenaje”, agregando "una presentación simbólica de los oficiales y subalternos del periodo 1973-1978".
Naturalmente, dicha respuesta provoco la ira tanto del gobierno, los políticos de la derecha o de lo que queda de ella y de la izquierda. Por izquierda, también incluyo a la Democracia Cristiana.

Así, pues, Hernán Larraín de la UDI dijo : "La posición del partido no es la de rendir homenajes a violadores de derechos humanos, más bien es de condenarlos". La parlamentaria de Renovación Nacional, Karla Rubilar, quien asistió a un homenaje al antisemita, Allende, dijo:” todo mi repudio al homenaje de Labbé a Krasnoff. Y una disculpa a las familias de las víctimas”. Lo mismo la diputada Sabat de ese partido: “completamente contraria”. El afeminado guerrillero que estuvo en Cuba, el diputado socialista Sergio Águilo: “los diputados RN y UDI digan con claridad si apoyan homenaje de Labbé al asesino Krasnoff. Tengan el coraje de dar la cara!”. Un presidenciable se arruino su carrera fue el ex ministro de Minería, Lawrence Golborne , quien dijo: "Tenemos que tener especial cuidado en este tipo de homenajes". Ya no eres simpático. El vocero de la presidencia, Andrés Chadwick afirmó : “El Gobierno condena, el Gobierno no participa, el Gobierno no incentiva, al Gobierno no le parecen adecuadas, y el Gobierno no va a participar por ningún motivo en ningún tipo de homenaje o de actos similares, a personas que estén cumpliendo condenas". El actual ministro del Trabajo, Longueira miembro de la misma tiende política de Chadwick dijo en un café del barrio alto, que hay que ser valiente para estar en ese partido. ¿Qué se fizo la valentía?




Al paso que vamos, perderemos la libertad de expresión y la libertad de asociación. De paso, entonces, ¿para qué quieren una nueva Constitución que garantice ambas libertades, si la Concertación y el Partido Comunista se oponen a la presentación de un libro y a la convocatoria?

Mientras escribo este artículo, entrevistan al director del Servicio Médico Legal y ex terroristas del Mir, el Doctor Patricio Bustos, quien le dice al periodista Alejandro Guille que Krasnoff y otros militares lo torturaron. Repitió lo que dijo en ‘Las Últimas Noticias’.

El libro está en su cuarta edición. Además, ha sido traducido en al inglés y al ruso.

Ahora bien, en vista de que el libro de la historiadora Gisela Encina fue literalmente un best seller, la profesora de Castellano, Mónica Echeverría madre de la terrorista del Mir, Carmen Castillo, publico el libro “Krasnoff, arrastrado por su destino”. Naturalmente, el libro no tuvo éxito, pese que a la profesora fue invitada al programa ‘Off de Record’ del canal 13 cable, conducido por el mapucista Fernando Villagrán y fue comentado en los medios. Sin embargo, no le paso lo mismo al libro de Gisela. Ni siquiera fue invitada a ese programa de kultura del canal católico o ex católico.

A tal punto ha llegado la intolerancia, que el diputado comunista, Hugo Gutiérrez presentó una querella porque el alcalde Cristián Labbé ha dado un espacio a la presentación del libro. El diputado comunista estuvo acompañado por la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, quien manifestó que el edil debía ser sustituido. En los mismos pasos, los senadores Ximena Rincón (DC),Fulvio Rossi (PS) y Mariano Ruiz-Esquide (DC).

Como de costumbre, la Nueva Derecha se pone al servicio del extrema izquierda como lo muestra la columna de Gonzalo Bustamante.

Además, una vez más Su Excelencia, Sebastián Piñera hizo el loco con sus declaraciones en twitter, pues varios se han acordado de sus palabras y promesa que prometió a los militares y que uno lo puede encontrar en Youtube. Ver el video y la declaración por esa red social es un verdadero contrapunto. Un forista pidió que se viese ese contraste para mostrar lo chueco que es Piñera.

En momentos como estos se pueda dar un giro a la política. Gracias Miguel Krassnoff.

17 de junio de 2011

Creando un problema donde no hay tal





Algunos políticos son tontos o se hacen. Basta leer las declaraciones de algunos políticos, después de que los terroristas mapuches depusieran su falsa huelga de hambre que duró 82 días. Ellos dicen: “La única solución a los mapuches homicidas es el indulto”. Así lo dice el ex presidente de la República y actual senador de la Democracia Cristiana (DC), Eduardo Frei Tagle : ‘La única salida es el indulto presidencial', el diputado comunista Hugo Gutiérrez : "Lo que uno espera de un Presidente es que asuma la responsabilidad de salvar cuatro vidas humanas que fueron injustamente enjuiciadas en virtud de una legislación que no correspondía. Entonces, mientras no se derogue esta ley, el Jefe de Estado puede indultar", el parlamentario socialista y ex terrorista, Sergio Aguiló afirmó: " los comuneros fueron condenados a 10 y 15 años de una manera extrañamente irregular, porque se utilizaron todos los métodos de una ley antiterrorista y después fueron llevados a la justicia común” En el mismo tenor, el senador oficialista de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, quien dijo: "El tema tiene mérito en sí mismo para tener una solución del análisis del caso por la complejidad que reviste, y también podría ser planteado como un tema a debatir al interior de esta ley de indulto". Después agregó : "Existen precedentes para hacerlo, a través de una ley general como fue el indulto que se hizo a un grupo de violentistas a principios de los 90 y por lo tanto es un tema que se puede analizar”. Las palabras del demócrata cristiano no me asombran. Si me asombran, por el contrario, las palabras del senador oficialista, cuyo fundador de ese partido, el abogado y profesor de Derecho, Jaime Guzmán fue asesinado luego de haber terminado sus clases en la Pontificia Universidad Católica, en Santiago, por oponerse al indulto de los terroristas condenados. Algunos de los cuales, me fueron condenados a penas que bordean el siglo. Además, sentí rabia al leer la declaración del senador de la UDI. De una cosa estoy seguro: el político Guzmán tienen que estar revolcándose en la tumba al oír las palabras del señor Larraín.

Hay que recordar que el presidente Piñera para las fiestas del Bicentenario, puso en el mismo nivel a los 33 mineros junto con lo delincuentes mapuches, que atentaron contra un agricultor y luego contra el fiscal Mario Elgueta.

No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas. Según Larraín, "Existen precedentes para hacerlo”. ¿Qué precedente? Los terroristas condenados por la Justicia Militar ajustados a Derecho. Transcurridos veintiún años, sabemos que el Gobierno que presidió Aylwin no les temía a los militares, sino a los terroristas. La Concertación siempre sacara a relucir el ejercicio de enlace, que realizó el Ejército. El auténtico problema era los terroristas. Por ello, se encargaron de hacerle concesiones a la extrema izquierda. E incluso varios participaron en los Gobiernos de la centro izquierda. No obstante, la gravedad de sus delitos.

Primero falló el tribunal de apelaciones de la ciudad sureña de Cañete, que condenó a los mapuches homicidas a 25 años. Desde entonces, la izquierda comenzó presionar, ya sea con los poderes fácticos, esto es, organizaciones que dicen defender los Derechos Humanos, los políticos y naturalmente, el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Esta última es por antonomasia una institución izquierdista. Para ello, se sentaba un precedente, porque a raíz del fallo, los chilenos supuestamente estaríamos indefensos. Luego, la Corte Suprema, finalmente dictaminó, hasta bajo las penas, creo, por la presión de los poderes fácticos y los políticos de izquierda.

Lo que asombra, pues, es la capacidad de la izquierda para movilizarse, en contraste con la Derecha. Cuando se condenó injustamente a la llamada ‘copula de la DINA’ por el secuestro de una mirista. Pocos hablaron. Los políticos de derecha poco o nada dijeron. Simple resignación. E igualmente, los académicos del sector. Pocos cuestionaron la figura ficticia del ‘secuestro permanente’, la falta del debido proceso y los principios del Derecho: la cosa juzgada, pro reo, la prescripción, la Ley de Amnistía. Y todos los atropellos que han sufrido desde entonces con jueces prevaricadores y testigos falsos. Cada vez que han sido condenados por ‘crímenes de lesa humanidad’ los políticos no hacen alharaca como los políticos de izquierda. Ese último delito no es retro activo, mas a los abogados que están en la arena política no les importa. Desde luego, que las organizaciones de Derechos Humanos, esto es, los poderes fácticos y el Instituto Nacional de esos derechos avalan todos esos atropellos mencionados hacia los militares.

Los homicidas comuneros que atentaron contra la vida del fiscal Elgueta fueron procesados y condenados por la ley común, pues no se aplicó la ley antiterrorista. Menos se les condenó por ser ‘del pueblo mapuche’, como dicen los activistas de derechos humanos.

Como se nota que la izquierda desea retorcer el Derecho, es que una vez los delincuentes o terroristas depusieron su falsa huelga de hambre, se formó una Comisión por los Derechos del Pueblo Mapuche presidido por “el arzobispo de Concepción e integrantes de la Iglesia Católica, la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, el representante de la Oficina del Alto Comisionado para los DDHH y los familiares de los comuneros”, según dice José Aylwin, uno de los representantes de los poderes fácticos en una carta a ‘La Tercera’. Este señor realizó una acusación sin fundamento, diciendo que los delincuentes confesaron bajo tortura. Afortunadamente, el día martes 14, una señora escribió a refutando lo que decía Aylwin: “Con base en todas las pruebas obrantes en el proceso, se pudo determinar que en ningún momento se vulneró su derecho de defensa, pues se estableció que las lesiones que presentaba fueron ocasionadas en el momento de la detención y nada tuvieron que ver con el interrogatorio. También quedó claro que no se omitió la lectura previa de sus derechos, que él mismo manifestó su decisión de declarar, exculpándose al afirmar que no había participado en el atentado contra el fiscal; que delató a los autores de este delito y se negó a ser asistido por un abogado, pues no quería que se filtrara dicha información. Y, finalmente, también quedó establecido que cuando tuvo la oportunidad de informar sobre los supuestos apremios ilegítimos, nunca se quejó ante el procurador, ni le contó al juez de garantía cuando se hizo el control de detención”. Dicho se de paso, ‘La Tercera’ titula ambas cartas ‘Condena a activistas mapuches’, ‘activistas’ y no homicidas. El señor Aylwin pertenece a la misma calaña de personas que sostienen que se torturaron 30.000 bajo el Gobierno Militar. Dejando impune las torturas cometidas por la Unidad Popular.

Lorena Fríes, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, fue elegida en nombre de la sociedad civil. Sin dudas, ahora la expresión ‘sociedad civil’ reemplaza al ‘pueblo’. Desde luego que los únicos auténticos representantes de la sociedad civil tienen que ser de izquierdas. Hasta se sumaron las Madres de la Plaza de Mayo en apoyar a los comuneros terroristas.
El actual arzobispo de Santiago, Ricardo Ezatti carece de criterio, cuando justificó la huelga de hambre para acceder al indulto : “Si el mejor camino es el indulto, bendito sea”. Al contrario de lo que piensa él, el juicio se ajusto a Derecho: "Ese es el sentimiento que ellos tienen. Lo que ellos esperaban era que el juicio fuera anulado y que hubiera un juicio de acuerdo a Derecho, de tal manera que lo que han obtenido es poco, aunque objetivamente se ha dado un paso, aunque sea pequeño". El Estado chileno juzgó a personas individualizadas, de carne y hueso como diría Miguel Unamuno, que cometieron delitos graves. En ningún momento, se habla del ‘pueblo’ o ‘comunidad’. Por tanto, se expresa mal cuando habla de “una actitud no pacífica en las comunidades mapuche y dentro del país".

Los homicidas mapuches usan la huelga de hambre para forzar a las autoridades a cumplir su petitorio, sin embargo, de acuerdo con Amnistía Internacional , es inhumano obligar a las personas a comer, porque “la alimentación forzosa de las personas en posesión de sus facultades que están en huelga de hambre, si no se lleva a cabo por motivos de necesidad médica y de acuerdo con la ética médica, puede constituir trato cruel, inhumano o degradante”. Incluso dicha organización lanzó una alerta mundial para impedir la alimentación forzada. ¿No es absurdo? Reclamaron porque los mapuches se estaban muriendo. Pero es delito alimentarlos.

Propongo que nuestro sector forme una comisión para denunciar como las organizaciones de Derechos Humanos les violan los derechos humanos a los militares.

Las organizaciones de derechos humanos por el modo en que se expresan, quieren dar la impresión de que el Estado chileno está haciendo una limpieza étnica al aplicar la ley antiterrorista contra unos individuos identificados por atentar contra la propiedad de un agricultor y el fiscal Elgueta. Por eso, utilizan la expresión ‘pueblo’ o ‘comunidad’, tal como el socialista Aguiló: "un indulto presidencial es el que corresponde que se haga, porque sería un gesto de reconocimiento para el pueblo mapuche". Las organizaciones izquierdistas quieren instalar en el imaginario político que los mapuches serían como los kurdos bajo Saddam Hussein o bajo los turcos. Nada más alejado de la realidad. Cualquier turista que viaje al sur vera que los mapuches como cualquiera persona han optado por diversos oficios para ganarse la vida: unos fabricaran artesanías en madera, otros serán carpinteros, maestros de escuela, agricultores de productos orgánicos, empresarios, guardaparques, fabricantes de mermeladas, tortillas, artesanías en lana, vendedores del ají sureño que está de moda en gourmet chileno, el merkén. La penúltima vez que estuve en el balneario de Lincan Ray, un amigo que me hospedo en su casa de veraneo, me contó que el municipio de esa ciudad o el Estado, les dieron a los mapuches un parque que está entre la playa chica y la playa grande para lo administren, donde hay diversas clases de árboles.

Entonces, ¿dónde está la agresión contra el pueblo mapuche? Sabemos que la expresión ‘pueblo’ es una entelequia, pues sólo existen los individuos. Naturalmente, para las organizaciones de Derechos Humanos, los homicidas mapuches no le violan los derechos humanos al atentar contra la vida del fiscal Elgueta y los agentes de la PDI. Si éstos últimos les hubieran tendido una trampa a los delincuentes como muestran en las películas, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, serían acusados de violar los derechos humanos.