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20 de mayo de 2018

En democracia (II)







   Siguiendo con este tema de la democracia, según la ex mandataria Michelle Bachelet, podemos estar seguro, que ella se refiere a la democracia liberal, en que reina la ley y no las personas sobre la ley. En su segundo gobierno reino la arbitrariedad, donde todas las instituciones se dedicaban a perseguir a los políticos opositores comenzando con el Servicio de Impuestos Internos, la Fiscalía, la Justicia y el Servicio Electoral. Recuérdese que el ex director de SII recibió órdenes de arruinar a la UDI, el principal partido opositor. El delito ficticio de las boletas ideológicamente falsas o el financiamiento ilegal no aplicaban a la Nueva Mayoría. Incluso Bachelet saco ese tipo de boletas. Pues bien, la acusación que hace la Cámara de Diputados de agosto de 1973 al gobierno marxista de Salvador Allende vale tanto para el segundo de Bachelet como la Venezuela de Chávez y Maduro. En efecto, el punto número 10 a) dicen lo siguiente: “Ha violado el principio de igualdad ante la ley, mediante discriminaciones sectarias y odiosas en la protección que la autoridad debe prestar a las personas, los derechos y los bienes de todos los habitantes de la República, en ejercicio de las facultades que dicen relación con la alimentación y subsistencia, y en numerosos otros aspectos, siendo de notar que el propio Presidente de la República ha erigido estas discriminaciones en norma fundamental de su Gobierno,”. La palabra clave es discriminación o su variante la discrecionalidad por sobre la norma. De está más decir que la ex mandataria discrimino a los presos políticos militares de Punta Peuco, pues quiso indultar a un terrorista del FPMR, cosa que el ministro de Justicia se negó a firmar, mientras murieron cuatro militares con enfermedades terminales en su gobierno a los cuales se les negó el indulto humanitario.

   En democracia, personas desconocidas lanzaron una carga de dinamita en la sede grupo de Izquierda MAPU, en la calle Brasil, en Valparaíso. Resultó herido en el abdomen Julio Cifuentes Hernández, quien vive en la misma calle. 31 de agosto de 1973.

  En democracia, el dirigente socialista Carlos Altamirano afirma: “Chile se transformará en un nuevo Vietnam heroico si la sedición pretende enseñorearse con el país”. 25 de agosto de 1973.
  En democracia, la Cámara de Diputados a través del Acuerdo acusó al gobierno de Allende que: “Ha incurrido en frecuentes detenciones ilegales por motivos políticos, además de las ya señaladas con respecto a los periodistas, y ha tolerado que las víctimas sean sometidas en muchos casos flagelaciones y tortura,”. Más adelante se verá que los grupos de Izquierda les gustaba practicar la tortura a sus adversarios. Aquí es el Estado.

  En democracia, el mismo día el Presidente Salvador Allende responde al Acuerdo de la Cámara de Diputados: “tras la expresión ‘Estado de Derecho’ se esconde una situación que presupone una injusticia económica y socialentre los chilenos que nuestro pueblo ha rechazado. Pretenden ignorar que el Estado de Derecho sólo se realiza plenamente en la medida que se superen las desigualdades de una sociedad capitalista”.22 de agosto de 1973.

  En democracia, el activista mexicano José Albino Sosa Gil asesina al subteniente del Ejército Héctor Lacrampette. 30 de agosto de 1973.

   En democracia, muere por una turba de la Unidad Popular, Jaime Valdés. Agosto de 1973.

   En democracia, extremista del Partido Comunista en Temuco asesinan a balazos al obrero ferroviario Robinson Gutiérrez. 26 de agosto de 1973.

   En democracia, el agitador de apellido Ñúñez entrenado en Cuba de la ultra Izquierda en la población Vencemos dejó gravemente herido al secretario del Partido Nacional, Francisco Acevedo y su esposa, quienes fueron llevados al hospital. 19 de agosto de 1973.

  En democracia, extremistas brasileños junto con terroristas del Mir dan muerte a balazos al obrero de Paños Continental Manuel Garrido. 30 de julio de 1973.

  En democracia, el agricultor Juan Luis Urrutia muere de un infarto cardiaco al ser tomada la reserva de su fundo en Bulnes por los terroristas del Mir. 28 de julio de 1973.

  En democracia, el agricultor militante de la Democracia Cristiana es muerto a palos y fierrazos al defender su terreno por extremistas del Partido Socialistas, en Osorno. 27 de julio de 1973.

  En democracia, es asesinado el edecán naval del presidente de la República, el capitán de fragata Arturo Reyes Peters, quien había salido al balcón de su casa para verificar movimientos. Recibió un impacto de calibre 22. 26 de julio de 1973.

  En democracia, la directiva de la Sociedad de Fomento Fabril se reúne con el ex presidente de la República, Eduardo Frei Montalva, en la que le manifiestan que "el país estaba desintegrándose y que si no se adoptaban urgentes medidas rectificatorias fatalmente se caería en una cruenta dictadura marxista, a la cubana". El presidente del senado le responde: "Nada puedo hacer yo, ni el Congreso ni ningún civil. Desgraciadamente, este problema sólo se arregla con fusiles... les aconsejo plantear crudamente sus aprensiones, las que comparto plenamente, a los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, ojalá hoy mismo". Esta conversación se conoce como el ‘Acta de Rivera’. 6 de julio de 1973.

  En democracia, un miembro de la Guardia Personal del Presidente Allende (GAP) quiso balear a los reporteros del diario Las Ultimas Noticias, Roberto Cifuentes y Pablo Honorato, quienes investigaban el asesinato del jardinero presidencial Carlos Enríquez Cisterna, realizado por William Ramírez Barría que era del GAP. 25 de abril de 1973.

  En democracia, terroristas del MIR asesinan Gabriel Rodríguez Alcaíno, funcionario civil de Investigaciones, cuando intentaba detenerlo en la calle Alvear N° 7630, en el sector sur de Santiago. 2 de abril de 1973.

 En democracia, los dos militantes Juventud de la Democracia Cristiana, Sergio Oscar Vergara y Germán Enrique González Menare, de 16 y 17 años respectivamente son acribillados a balazos de metralleta por elementos marxistas extremistas, mientras trataban de salir de la carpa donde habían montado guardia en la noche para evitar la toma su parcela, en La Reina. 16 de marzo de 1973.

  En democracia, el militante de la juventud de la Democracia Cristiana, el obrero Jaime Contreras Iglesias es asesinado por extremistas de la Unidad Popular con un balazo en el corazón mientras pasaba por el campamento San José, en Quilicura. 19 de febrero de 1973.

  En democracia, el niño Oscar Pineda de 14 años fue asesinado a balazos en la sede del Partido Nacional de Valdivia. 8 de febrero de 1973.

  En democracia, el político Sergio Onofre Jarpa es herido a pedradas por integrantes de la Unidad Popular en la Universidad Técnica del Estado. Lesión que lo deja en reposo absoluto en la Clínica Santa María. Casi como José Antonio Kast. 8 de noviembre de 1972.

  En democracia, el periodista de La Segunda, Emilio Bakit es agredido con resultado de múltiples lesiones por un miembro de las GAP de Allende. 24 de octubre de 1972.

  En democracia, el comentarista de Radio Cooperativa de Temuco, Eduardo Díaz sufrió diversas contusiones y conmoción cerebral de un grupo de la brigada Ramona Parra. 25 de septiembre de 1972.

  En democracia, extremistas del Comando 16 de julio asaltan la casa del comerciante Camel Allel Allel, y lo hieren en Ramón Cruz 136. Roban vehículo, joyas y dinero. En democracia, miembros del Partido Socialista, MAPU, MCR y MIR ocuparon por tres horas el Juzgado de Crimen de Melipilla manteniendo secuestrado al juez Hugo Olate y seis funcionarios del Tribunal, a quienes insultaron públicamente y vejaron. Por orden expresa del Intendente de Santiago, Alfredo Joignant (padre de uno de los panelista del programa TVN Estado Nacional) no hubo detenidos. Lo acompañó al lugar el Subsecretario de Justicia, José Antonio Viera-Gallo. Los extremistas frente a las autoridades agredieron de pie y manos al Regidor de la Democracia Cristiana de Melipiulla, Alberto González, quien quedo herido. Fue detenido por orden del Intendente y del Subsecretario de Justicia. 9 de mayo de 1972.

   En democracia, el grupo terrorista Mir se tomó la radio Millaray con el fin de impedir un programa del partido Democracia Cristiana. El locutor fue amarrado y amordazado. En el mismo día, en democracia, elementos extremistas del MCR junto con 60 obreros agrícolas secuestraron a Pedro Santander, médico interventor del hospital de Quirihue y a Carlos Sepúlveda Palavicino, subdelegado de Ninhue.

   Asimismo, el mismo día elementos extremistas secuestraron a dos hijos del propietario de fundo Pelehue de El Huape dentro del predio. ¿Es secuestro permanente? 17 de marzo de 1972.

 Continuará…

6 de octubre de 2017

Los conversos nos niegan el derecho a la rebelión







   En el blog argentino Blogbis donde también publico, me preguntaron que cuál era mi opinión del otro converso, ex mirista y ex parlamentario sueco, Mauricio Rojas. Dije que él a le gustaba victimizarse, olvidándose de los crímenes del Mir, del Frente Lautaro y del FPMR. Los victimarios se convierten en víctimas. Su última columna me lo confirmo su última columna Chile: los revolucionarios y el 11 de septiembre : “Nuestra responsabilidad no fue pequeña por lo que ocurrió en Chile y de ella no nos exime el que después hayamos sido víctimas de las tropelías de la dictadura”. La Izquierda comete errores y no horrores, según ellos. Así repite que el Gobierno Militar cometió horrores y no el millón de muertos que costaría la revolución comunista de Allende: “En parte sepultada por el horror de los crímenes de la dictadura, pero también por la manipulación de quienes se benefician de ese silencio”. No habla nada los crímenes del Mir y del FPMR. Su generación introdujo el odio y el concepto de enemigo: “Es hora de entender cómo un día llegamos a odiarnos”. La gente de derecha no es que la odia, ni siquiera los presos políticos de Punta Peuco. Todavía no se entera que los únicos que siguen odiando están en la Izquierda con la expresión ‘Ni perdón ni olvido’. Ni siquiera los opositores a Allende los odiaban sólo que no quería vivir bajo una dictadura comunista o ni caer en una guerra civil. Mauricio Rojas quería ambas cosas. Por eso, estaba en el Mir.

   Ya comente en post pasado las palabras del escritor Roberto Ampuero que son infantiles e injustas: “Para Chile no quería ni la dictadura de Pinochet ni la de estilo Fidel Castro”. Él mismo se contradice en otra oportunidad cuando afirma: “entre 1970 y 1973 desfilé por las calles convencido de que la democracia de Chile había que arrojarla por la borda…y vociferando… ‘los momios al paredón, las momias al colchón’”.

   Para Mauricio Rojas, no hay derecho a la rebelión: “Sólo faltaban los tanques en la calle, hasta que un día allí los tuvimos”. Un punto del Acuerdo de la Cámara dice: “Que en la quiebra del Estado de Derecho tiene especial gravedad la formación y desarrollo, bajo el amparo del Gobierno, de grupos armados que, además de atentar contra la seguridad de las personas y sus derechos y contra la paz interna de la Nación, están destinados a enfrentarse contra las Fuerzas Armadas; como también tiene especial gravedad el que se impida al Cuerpo de Carabineros ejercer sus importantísimas funciones frente a las asonadas delictuosas perpetradas por grupos violentistas afectos al Gobierno”. ¿Querían enfrentarse a las Fuerzas Armadas? El ex presidente del Senado, el demócrata cristiano, Eduardo Frei Montalva dijo al punto sin retorno a que nos condujeron los marxistas, en el Acta de Rivera: “Se resuelve a punta de pistolas”.

   Los únicos que cometen brutalidades son los militares: “Nada justifica las brutalidades cometidas por los militares, pero tampoco nada justifica nuestro aporte a la creación de un clima de odios fratricidas entre los chilenos”. Si se justifica internar diez toneladas de armas en tiempos de Allende, si y si la tortura que sufrió el director de Las Últimas Noticias de Concepción en manos del Mir en la UP, si la flagelación y la tortura en nombre del comunismo, si la cinco toneladas de armas que internó el FPMR de Carrizal Bajo, si el asesinato del intendente de Santiago el general Carol Urzúa a mediados de los setenta, quien era querido en las poblaciones pobres de Santiago, si se justifica que el fundador del Mir, Miguel Enríquez días antes morir haya asaltado un banco y ordenado a sus subordinados matar al director de la sucursal bancaria, si el secuestro del hijo de un destacado empresario en la década de los ochenta por el Frente y las bombas que puso, donde murieron tanto civiles como militares, incluyendo por bombas mujeres y niños. Lo acabo de mencionar no son brutalidades. Según Hermógenes Pérez de Arce, en los primeros tres meses de la caída de Allende murieron 301 muertos. En total murieron 423 uniformados en el tiempo en que duro el gobierno militar. ¿Quién los mato? No son brutalidades ni tropelías para usar el lenguaje de Rojas.

   Lo terrible es que haya muerto en enfrentamiento el fundador del Mir y padre del eterno candidato a la presidencia, el megalómano, Marco Enriquez-Ominani, Miguel Enríquez, o que los militares luego de tomar preso al comandante ‘Pepe’, lo hayan fusilado luego de juzgarlo por la Justicia Militar por sus crímenes. Después de todo, él quería una revolución comunista con un millón de muertos.

       Sobre el ex parlamentario chileno sueco he escritos varios post al respecto: El liberal que guarda rencor y odio de su pasado del Mir (4-07-2013) y ¿Cómo pudo ocurrir? Respuesta a Mauricio Rojas (28-07-2013) . Los artículos anteriores del doctorado en Historia tienen en común en preguntarse cómo llegamos a un punto sin retorno. Más no hay derecho a la defensa, si alguien intenta oponerse a la Izquierda.

   Los matones no se los puede poner a raya: “Es hora de entender cómo un día llegamos a odiarnos con tal frenesí que nos dimos el terrible derecho a destruirnos los unos a los otros”. ¿Qué tiene de malo pegarle a un matón?

    ¡Apocalipsis now! No sé a cuál democracia se refiere Rojas, cuando afirma: “La muerte de nuestra democracia no fue un accidente inesperado, sino producto de una larga enfermedad que se había ramificado por todo el tejido social, destruyendo la convivencia cívica y convirtiendo a Chile en un país en guerra civil mental”. Allende, el Partido Socialista y el Mir despreciaban la democracia liberal. Ahí están las Declaraciones de los socialistas en Chillán en 1967 o 1968 y del grupo guerrillero Mir. La democracia es las que describió el general Pinochet en el libro Ergo Sum Pinochet, donde Allende hacia lo quería, no respetaba la Contraloría de la Republica, el Poder Judicial a cuyos miembros los trataba de viejos tales por cuales y al parlamento. A lo anterior, más quince mil guerrilleros que llegaron a Chile amparados por el gobierno de la Unidad Popular. Según un informe de la OEA elaborado después de 1973, en Chile entraron entre 12 mil y 15 mil extranjeros clandestinamente. Las diez toneladas de armas que encontraron los militares. La guerrilla contaba un armamento superior al Ejército. El Mir uso balas Bum-Bum o Dum-Dum prohibías en los tratados internacionales. Y las armas encontradas en una de las casas de Salvador Allende, en cuales entrenaba los miristas. Se le olvida a Rojas que el Mir se quiso infiltrar en la Armada como lo muestra el libro La Infiltración en la Armada 1973 de German Bravo Valdivieso. Según el Acuerdo de la Cámara de Diputados: “Ha violado leyes expresas y ha hecho ((tabla rasa)) del principio de separación de los Poderes”. Los Comités de Vigilancias y las JAP. En el punto 5 del Acuerdo se dice: “Que es un hecho que el actual Gobierno de la República, desde sus inicios, se ha ido empeñando en conquistar el poder total, con el evidente propósito de someter a todas las personas al más estricto control económico y político por parte del Estado y lograr de ese modo la instauración de un sistema totalitario, absolutamente opuesto al sistema democrática representativo que la Constitución establece;”. El Partido Socialista tenía 1500 hombres armados, según confeso el socialista Carlos Altamirano. Esa es la democracia que le gusta a Bachelet.

   Otra expresión típica de izquierda es sostener o afirmar que todos culpables. Por tanto, ninguno es culpable. Eso es poner en el mismo nivel a quienes pretendieron instalar una dictadura comunista o totalitario y quienes querían vivir bajo la democracia liberal. Es lo mismo una persona decente que un delincuente. De ahí que cite las palabras del general Prats, quien era ministro de Interior de Salvador Allende y partidario del programa de la Unidad Popular: “Sería injusto negar que la responsabilidad de algunos es mayor que la de otros, pero, unos más y otros menos, entre todos estamos empujando a la democracia chilena al matadero”.

  Cualquiera persona de nuestro de lado -sin tener un doctorado- sabe que si una persona o grupo optan ser matones van a recibir un golpe en la cara, o bien el grupo indefenso van a pedir ayuda o alguien por actuará por su cuenta y los podrá en su lugar. Eso es sentido común. Así lo vemos en la hermosa película del director japonés, Akira Kurosawa, Los siete samuráis. Mauricio Rojas aun cuando hace tiempo dejó la Izquierda sigue pensando como tal. Para toda persona que es de Izquierda, el otro lado no tiene derecho a replicar como tantas veces lo he expresado, ya sea en el pasado con la guerrilla, ya sea prohibiendo libros que refutan la “la historia oficial” o su relato en las universidades como ha señalado el historiador Gonzalo Rojas Sánchez, o documentales. En todos los ámbitos. Así es como pelea la Izquierda. Conforme al razonamiento se desprende, entonces que los únicos que podían matar es la guerrilla comunista. Los chilenos recurrieron a las Fuerzas Armadas para sacarse los matones de la UP. Los civiles no lo podían hacerlos.

   Ya que Mauricio Rojas fue un revolucionario, conviene recordar que Salvador Allende en su tesis Higiene Mental y delincuencia para optar a médico califica a la revolución como “un delito patológico” y al revolucionario es “un psicópata peligroso, tanto más cuanto los movimientos masivos y violentos que él genera provocan locuras colectivas peligrosamente contagiosas”. En vez de descargarse cada víspera del 11 de septiembre chileno con un artículo, al ex mirista le recomendaría tratarse con un psicólogo o un psiquiatra. Tiene rasgos psicópata puesto no ha manifestado empatía hacia víctimas inocentes de los crímenes de la Izquierda chilena.

    Tanto Rojas como Ampuero se definen como liberales. Con todo, a diferencia de otras personas jamás han defendido el derecho a la rebelión que los chilenos ejercieron contra el gobierno de la Unidad Popular. Además, ambos se hacen los lesos ante la injusticia que sufren los militares del campo extermino de Punta Peuco, a los cuales les niegan todos los derechos: igualdad ante Ley, Ley de Amnistía, indulto y derechos carcelarios que gozaron los terroristas bajo ex Concertación. ¿Ambos creen que los militares cometieron genocidio como sostiene la Izquierda? ¿Ambos creen que el Gobierno Miliar no tenía derecho a defenderse de los grupos terroristas? El asesinato del senador Jaime Guzmán después de los noventa no es brutal. Para ellos, el terrorismo no existió. Más bien, para Rojas solamente existió hasta el 11 de septiembre. El enfrentamiento que hubo después de esa fecha, fue debido a los fanáticos del Mir y la de la Unidad Popular que no querían rendirse. En ese periodo, según la Izquierda, se violaron más los derechos humanos. Según el Acuerdo, la UP violo una serie de derechos.

  Hay que recordar que el mirista Gregorio José Liendo Vera, alias Comandante ‘Pepe’ conocido como el comandante ‘Pepe’ dijo que tenían que “morir un millón de chilenos para que el pueblo se compenetre de la revolución y ésta se convierta en realidad”. Hace tiempo encontré un artículo sobre las palabras que dijeron diversos protagonistas de la Argentina de los setenta , y me encuentro con la sorpresa que los argentinos también tenía su versión del Comandante ‘Pepe’, a saber, Roberto “Roby” Santucho, Comandante en Jefe del ERP. Éste le dice a su hermano Asdrúbal, oficial del ERP: “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas”. En Ruanda murieron un millón de personas en 1994 a causa de una guerra civil.

   En la UP, la banda que Liendo Vera dirigía violó a la dueña del fundo Tregua en presencia de sus hijos. Rojas omite ese detalle: “cuando el MIR suspende tácticamente sus acciones militares, se habían llevado a cabo una decena de asaltos a bancos, cuatro secuestros de aviones, tres asaltos a armerías y decenas de atentados con bombas”. Omite, además, un documento secreto encontrado en La Moneda en que se mencionan unas armas dirigidas a Miguel Enríquez. El mito de la Izquierda es que MIR no dejaba gobernar al gobierno, cuando éste, en realidad los apoyaba.

   Rojas cita al final de su columna las palabras del ex presidente socialista, Ricardo Lagos. Sin embargo, mientras buscaba información sobre el Acta de Rivera, llegue al texto que publico Hermógenes Pérez de Arce, El Libro de las Verdades Olvidadas y que lo reprodujo en su blog. Allí nos enteramos que Lagos fue una unabomber. ¿Qué les parece? Con que cara el futuro embajador de Allende en la ex Unión Soviética dijo las palabras “Para nunca más vivirlo, nunca más negarlo”. En efecto, el ex parlamentario y escritor un anécdota del dirigente sindical Clotario Blest, basándose en el libro biográfico de Mónica Echeverría, Antihistoria de un Luchador: “El estallido de varias bombas durante la primavera de 1962, que costó la vida a uno de sus portadores, efectuado por el Movimiento Social Progresista, grupo adscrito al MFR, genera que el Gobierno responsabilice directamente a Blest en su calidad de Presidente del MFR”. Luego me menciona las palabras del dirigente sindical: “‘Si no fuera por la ANEF, en especial por Tucapel, mi suerte habría sido terrible. Estaba condenado irremisiblemente a diez años de prisión. A mí se me culpaba de ser autor intelectual del bombazo. ¡Qué paradoja! ¡Yo que siempre he abogado por la no violencia activa! En cambio, los verdaderos culpables, como Julio Stuardo, Ricardo Lagos y Jorge Arrate, dirigentes del grupo que había colocado la bomba, sólo eran llamados a declarar ante el juez instructor.” (p. 254). No aparece en el Informe Rettig. Por eso titula esa parte: “A todo esto, Lagos debería pedir perdón”.

   Rojas se cree la gran mentira del Informe Valech, pues es imposible que hayan entrevistado a cien testigos por día. De lo contrario, no citaría las palabras de Lagos .Y el sesgado Informe Rettig que fue pedido por los grupo armados de Izquierda como una extorsión al primer gobierno de la Concertación.

    Ya sé porque me cae mal Mauricio Rojas. Él opto por ser matón hace más de cuarenta años. Lo que menos que esperaría que alguien que se comportó así, es que luego se victimicé. Bachelet es igual. Cuando comenzó el segundo gobierno de Michelle Bachalet, en uno de ese encuentro político empresarial como Enade, en la que estuvo el Presidente de la República y Roberto Ampuero, éste avaló el cuento de que Bachelet fue una víctima de los militares una vez que el gobierno de Allende cayó. La comandante Claudia fue simpatizante del Mir y militante del grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez, brazo armado del Partido Comunista. De victimaria a víctima. Siempre en el papel de la víctima en su segundo gobierno.

   Hace cuatro años escribí : “A diferencia del liberal argentino Alberto Benegas Lynch , Mauricio Rojas no reconoce el derecho a la rebelión, lo que causo finalmente, la caída de la Unidad Popular, y así se evitó como dice el trasandino, la implantación de otro Gulag”. Aunque según Rojas: “cosechamos una dictadura muy distinta a aquella del proletariado con que soñábamos”. La mayoría de los chilenos estaba felices con el Gobierno Militar, salvo la Izquierda que estaba en minoría.

   Una fecha que siempre celebra la UP/DC es el 5 de octubre, donde el general Augusto Pinochet perdió el plebiscito de 1988. Con todo, hay que tener presente que la democracia que la Izquierda recuerda es la descrita más arriba, no la democracia liberal.

    José Piñera, el historiador conservador Gonzalo Rojas Sánchez, el ex demócrata cristiano, Julio Bazán Álvarez, el liberal argentino Alberto Benegas Lynch destacan el derecho a la rebelión frente al gobierno de Allende, ya sea basándose en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, ya sea el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973, ya sea en el filósofo inglés John Locke. Sin embargo, los dos conversos Roberto Ampuero y Mauricio Rojas ante el intento totalitario del gobierno marxista de Salvador Allende, les niegan a los chilenos el derecho a la rebelión.

8 de octubre de 2014

Cercenando la libertad de expresión


Cada vez que hay un nuevo 11 de septiembre, nos encontramos con más sorpresas que ilustran que lo mejor para el país, es que haya dos países como Corea de Norte y Corea del Sur. Y una vez más vemos que a los liberticidas de la Nueva Mayoría desean pisotear las libertades: la libertad de expresión, la libertad de emprender y enriquecerse legítimamente, la libertad de educar a los hijos de acuerdo a los valores de los padres y la libertad de abrir una institución educativa. 

 Antes de referirme al desprecio a la libertad de expresión por parte de la Izquierda chilena, voy a contar brevemente una experiencia que tuve en la universidad, en los primeros cuatro años de los gobiernos de la Concertación. Ya he contado que tuve un compañero de estudio que cada vez que sacaba a colación la Unidad Popular, la guerrillera terrorista en general en América Latina y decía solamente ‘retórica’, mientras ponía una cara de mosquita muerta y de víctima. Consideraba que los agentes de la DINA y la CNI eran los terroristas, no el Mir. Cada vez que él se expresaba, no me dejaba refutarle. Preguntaba o afirmaba y en el momento en que yo me ponía hablar, empezaba con ruidos con la boca, para terminar gritando. Es tan demente que quería imponerme su visión . Hijo de un empresario del pan, a fines del Gobierno Militar habían ingresado al Partido Socialista. En ese partido le enseñaron a ser matón. Le habrán dicho: “Si te encuentras con alguien derecha, no le dejes que se exprese. Serás un auténtico socialista y revolucionario”. La última vez que me dijo lo mismo, le dije: “Mentira. Como perdieron, se hacen los maricones. Toda historia tiene dos visiones. La evidencia indica lo contrario”. Se alteró igual que la primera vez. Luego le dije: “Intentaron imponer dictadura comunista”. ¿Qué dijo él? No importa. Para él era más importante los agentes del Estado que combatieron el terrorismo que la Unidad Popular. Cuando le dije que Allende era el Chávez chileno, también dijo no importa. Había comenzó a ser chavista, pues siempre andaban buscando algo nuevo. Desde luego una nueva sociedad. El capitalismo en Chile no lo entendía. Cuando entró a la universidad todavía creía en el Nuevo Hombre Socialista. Le atraía el concepto ‘Propiedad Social’ del gobierno marxista, el mismo que luego encontró cuando leyó la Constitución de Chávez. Era tan ‘abajista’ que se creía un muerto de hambre. Lo invité a mí casa y en ella tenía gatos. Después le dijo a otro compañero de Punta Arenas, quien igualmente era ‘abajista’: “En la casa de fulano hasta los gatos comen mejor que nosotros”. En el Partido Socialista le enseñaron a identificarse con los esclavos de la vieja Roma, los peones de los latifundos, y, naturalmente con los proletarios. 

 El destacado historiador y articulista Gonzalo Rojas Sánchez , autor del libro Chile: eligió la libertad, escribió en el 2007, esto es, en el gobierno del socialista y creador de los oligopolios, Ricardo Lagos las siguientes palabras en la Revista Capital, la misma que elogió al grupo Mir el año pasado: “Cuatro años atrás, un grupo de alumnos de licenciatura en historia se negó a leer ciertas bibliografías, porque a su juicio constituían una mirada fascista de Pinochet; el profesor cedió. Tres años atrás, un rector universitario le pidió a otro que se privara a un profesor de su cátedra histórica, porque sus visiones ‘están fuera del pluralismo’, alegó el rector inquisidor, aunque sin éxito. Tres meses atrás, La Nación censuró una columna histórica que el propio diario había solicitado, borrando de su texto la expresión ‘el presidente’ para referirse a Pinochet, a pesar de habérsele solicitado expresamente que no cambiará ni una coma. ¿No resulta razonable temer la pronta presentación de un proyecto de ley que elimine todo vestigio del gobierno del presidente Pinochet e incluso que prohíba la defensa historiográfica y docente de su obra? Porque…ya en Francia y Uruguay se concretaron iniciativas similares en materias análogas. Purificación de la memoria histórica llaman los marxistas a esa aniquilación del pasado."(Gonzalo Rojas Sánchez, La batalla de la memoria, Revista Capital Nº196, página 78,) 

 El académico se refiere primero que los alumnos se negaron a leer ciertos libros, a lo que el profesor cedió. Luego, un rector le pidió lo mismo a otro profesor de historia. Lo demás es el simple corolario de lo que ocurrió en la universidad. Se supone que el profesor universitario goza de autonomía intelectual. Se parece a la experiencia que tuvo el científico Galileo con la Inquisición. Lo más probable es que este paso los académicos que se oponen a las mentiras de la Izquierda terminen como Giordano Bruno o el científico Miguel Servet ante Calvino. Muertos, quemados en la hoguera, y por si acaso para estar seguro, con un tiro en la cabeza. Lo más probable que dichos hechos hayan ocurrido en las llamadas universidades tradicionales que están en el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch).


Nos es la primera vez en que la Izquierda es contraria a que le derrumben su ‘relato’ sobre la Unidad Popular y la intervención militar. Lo vimos en los dos homenajes al preso político, el brigadier en retiro Miguel Krassnoff. Primero, a propósito de la presentación del libro Miguel Krassnoff: Prisionero por Servir a Chile, y en la siguiente reedición. Asimismo en la presentación del documental Pinochet. En los tres eventos aparecieron los zombis del progresismo chileno, quienes emplean a jóvenes que no tienen idea de nada para ‘funar’. En el programa Mentiras Verdaderas, un abogado del Observatorio de los Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, esgrimía las leyes del Odio para prohibir el documental. Las mismas leyes que se emplea en Europa para prohibir las manifestaciones nazis. En el programa preguntaban ¿Se puede homenajear a Pinochet? Ese no era el propósito. En el propio gobierno de Piñera se encargaron de censura a la historiadora Patricia Arancibia Clavel, luego de encargarle un libro en que Allende se lo calificaba de ‘marxista leninista’, cosa que es cierto. El presidente de la Unidad Popular no era socialdemócrata ni liberal como quiere retratarlo el neoderechista, Roberto Ampuero.


En efecto, el último atentado contra la libertad de expresión la vimos cuando el presidente del Colegio de Periodistas de Chile, Javiera Olivares, quien es comunista, se opuso al inserto de la Cámara de Diputados de Agosto de 1973 que apareció en El Mercurio de Santiago y en La Tercera por parte de los militares en retiro. Han transcurridos siete años desde la columna de Gonzalo Rojas. El famoso acuerdo acusaba al gobierno marxista leninista de Salvador Allende de salirse de la Ley y la Constitución, de violar los derechos humanos y de cometer flagelación y tortura. Además, de instalar un gobierno totalitario. El periodista sostuvo: “Quisiera aprovechar de entregar mi mayor rechazo y preocupación por el inserto publicado hoy en el diario El Mercurio, y ayer en La Tercera, que reivindica el acuerdo de la Cámara de Diputados que pedía la intervención Militar en 1973”. Y agregó: “En más de una oportunidad hemos dicho que nuestro Código de Ética señala expresamente que el ejercicio periodístico está al servicio de la verdad, los principios democráticos y los derechos humanos, por ello no me parece correcto ni coherente al actual sistema democrático reivindicar y ‘recordar’ un documento que pedía la intervención militar a un gobierno democráticamente electo”. 

Según el punto 10 del Acuerdo de la Cámara de Diputados letra b , “Ha atentado gravemente contra la libertad de expresión, ejerciendo toda clase de presiones económicas contra los órganos de difusión que no son incondicionales adeptos del Gobierno; clausurando ilegalmente diarios y radios; imponiendo a estas últimas ((cadenas)) ilegales; encarcelando inconstitucionalmente a periodistas de oposición; recurriendo a maniobras arteras para adquirir el monopolio del papel de imprenta, y violando abiertamente las disposiciones legales a que debe sujetarse el Canal Nacional de Televisión, al entregarlo a la dirección superior de un funcionario que no ha sido nombrado con acuerdo del Senado. como lo exige la ley, y al convertirlo en instrumento de propaganda sectaria y de difamación de los adversarios políticos;”. 

 Allende dijo que el periodista debía estar al servicio de la Revolución, y no de la verdad. Hay que recordar que el mismo Colegio de Periodistas, cuando apareció la dirigente estudiantil comunista y actual diputada, Camila Vallejo, sancionó a amonestó a la periodista del diario sencionalista Las Últimas Noticias conocida como LUN por la portada sexista, en que se lamentaba que la comunista no moviera el trasero en el Parque O’Higgins por el bien de Chile. Los valientes militares en retiro hicieron algo que no han hecho los representantes de la derecha en estos 24 años. Naturalmente provocó molestia en el oficialismo. La Izquierda chilena se opone a que los chilenos conozcan las dos versiones de una misma historia como pensaría toda persona sensata y racional. Por eso, en los canales sólo entrevistan a personas de Izquierda con tal de mantener el odio. Esa es la tarea de la llamada Generación Maldita, es decir, de toda aquellos personas que apoyaron la vía armada, promovieron la violencia y el odio a través de la lucha de clases, y que, finalmente, pretendían instalar una dictadura comunista.


Cada 11 de septiembre chileno, no el norteamericano, nos encontramos con sorpresas. En esa misma fecha, el grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez hizo una charla en el emblemático Instituto Nacional de Santiago a los estudiantes secundarios. El neoderechista, Felipe Kast comparó el FPMR con el movimiento opositor a Allende, Patria y Libertad. Se nota que no conoce la historia de Chile de los últimos 50 años. Según los terroristas y las Juventudes Comunista : “Se debe permitir contar nuestra historia”. Eso es justamente lo que la Izquierda chilena le niega a la Derecha con la Unidad Popular y a los militares que combatieron el terrorismo. Mientras buscaba información sobre lo acaecido en ese colegio, encontré una declaración de la abogada comunista, Carmen Hertz, quien dijo en septiembre del 2013: “Los muchachos del FPMR no han tenido ningún reconocimiento”. Parece que se acordaron de las palabras esa bogada loca. Eso significa que ella apoyo los asesinatos y bombazos que colocó ese grupo terrorista en la década de los ochenta. Los únicos que tiene licencia de matar son ellos. Y esos mismos abogados de derechos aparecían cuando un terrorista caía preso, sin preocuparse por las víctimas, ya sea niños, mujeres, civiles o militares. Con ese tipo de declaraciones de Hertz parecida al terrorista confesó y diputado, Guillermo Tellier, y al fusilero que vive en Bélgica, los perdones y mea culpas que han realizado algunos dirigentes de la derecha son para la risa. Igualmente, cuando Piñera llamó a las personas de derecha que trabajaron con el Gobierno Militar ‘cómplices pasivos’ o las tontas declaraciones del ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter y del ministro de Defensa, Andrés Allamand sobre las agencias que combatieron el terrorismo, la DINA y la CNI. ¡Cómo se ríen en sus narices la Izquierda!


La abogada sobre un documental que hizo la hija del general Contreras, Pinochet y tres generales, dijo: "Las obscenidades de Manuel Contreras van más allá de lo patético". Lo que es obscenos es que la Izquierda chilena se compare con los judíos que fueron exterminados por los nazis tal como ocurrió en el debate sobre el Museo de la Memoria. Llega ser para la risa leer las declaraciones de Carmen Hertz, y luego escucharlos hablar de ‘sistemáticas violaciones a los derechos’, crímenes de lesa humanidad, mientras ponen cara de amargados. Perdieron.


Cada vez que alguien de nuestro lado hace un acto, se arma una polémica innecesaria. Aparecen las ‘funas’, Lorena Fríes del INDH acompañada con algún parlamentario de Izquierda inventando excusas para prohibir contar nuestra historia y las cosas que hemos visto. En cambio, cuando ellos presentan un libro como ocurrió hace poco en la Universidad de Chile, donde lanzaron la biografía del terrorista y creador del Mir, Miguel Enríquez, padre del ex candidato presidencial Marco Enríquez Ominami, no pasa nada. El documentalista y ex parlamentario aprovecho la ocasión en la televisión para acusar de que los militares violaron a las mujeres. En realidad, los violaban estaban en el Mir, pues los miristas tenían el canto: “Los momios al paredón y las momias al colchón”. En otra ocasión, el hijo del terrorista había dicho que el Mir nació para combatir el Gobierno Militar. Falso. Nació para instalar una dictadura comunista. Según Evo Morales, “desde el apoyo crítico al gobierno del Presidente Salvador Allende, movilizar a ‘los pobres del campo y la ciudad”. Otra falsedad. Tanto Allende como el Mir nunca contaron el apoyo popular. También estuvo presente el maricón socialista Osvaldo Andrade y el diputado Gabriel Boric. Y el rector Ennio Vivaldi. No esperen que la educación en Chile mejore, si en la principal universidad del país se homenajea a un terrorista, cuyas ideas fracasadas sólo se mantienen en Cuba, Corea del Norte y Venezuela.


Es Verdadero contrapunto las presentaciones de los libros de Miguel Krassnoff y Miguel Enríquez. El primero está en la cárcel porque le puso término a la carrera criminal del terrorista. Al segundo se lo reivindica como si hubiesen ganado.


La próxima medida será hackear los sitios y blogs que sean contrarios a la coalición chavista, marxista leninista de la Nueva Mayoría tal como hizo el régimen de Chávez con el blog de la periodista venezolana Martha Colemares.

18 de diciembre de 2013

Conocí al populacho bárbaro





El bloguero Máximo acuño la expresión ‘el populacho bárbaro’ que desea que todo sea gratis, que desea una pensión millonaria, que él solamente tiene derecho a protestar en la calle, que los impuestos los solamente pagan los ricos o las empresas y que las políticas, naturalmente de Izquierda no los afectan. Por supuesto, que es una persona de Izquierda. No los conocía hasta que me tocó ser vocal primero en las Primarias, luego en la primera vuelta, y, finalmente, en la segunda vuelta presidencial de este año. Era la primera que escuchaba a viva voz las preferencias de los vocales. Antes se mantenían callados con respecto a su opción política.



 Para los vocales de Izquierda, Bachelet actúo bien en el día del terremoto, del tsunami y del posterior saqueo. La Concertación no robo. Supuestamente gracias a la ex Concertación, Chile tiene una economía abierta al mundo por los tratados de libre comercio, aún cuando éstos últimos se hicieron después de que el Gobierno Militar comenzará a bajar los aranceles. Que gracias a la Concertación, los inversionistas vinieron, después de los noventa, olvidándose que por la institucionalidad que respeta la propiedad privada, por ejemplo, las grandes empresas mineras volvieron a invertir en el país en tiempos de Pinochet. El populacho bárbaro cree que la ex Concertación trajo el capitalismo que la Nueva Mayoría desea destruir. En fin, es la ignorancia lisa y llanamente que mencionó el forista Emilio José en el blog de Maximo. Bachelet por haber estado en la ONU, donde la escondieron, es un genio político. Las personas de derecha sabemos que los cargos burocráticos internacionales no significan nada. Según ellos, las ideas de la derecha están pasadas de moda, aun cuando se benefician desde hace bastante tiempo con políticas de derecha: empresas, economía de mercado, capitalismo (No el capitalismo crony o los oligopolios) que creó la Concertación, precios libres, entre otras cosas.



 Cuando esas personas reconozcan que Bachelet y los partidos que la apoyan está detrás de los manifestantes, dejarán de ser de Izquierda. Habrán despertado.

Creen que con las grandes transformaciones que prometió la Nueva Mayoría estarán mejor. Siguen creyendo que con más plata en educación y salud, estos servicios van a mejorar.

 Por los resultados de la elección parlamentaria y presidencial, muchos analistas sostienen que las ideas de derecha o las ideas de la libertad están en retroceso. Según ellos, por ejemplo, decía antes de la primera vuelta que ganó el Estado, por la preferencia hacia Bachelet. No creo que sea así. La mayoría no voto por la Nueva Mayoría. La mayoría del país es consumista y cree en el esfuerzo para lograr sus metas. No desean echar la casa abajo como quiere la Nueva Mayoría. Ganó la libertad sobre el igualitarismo. Volviendo a los vocales de Izquierda. Un vocal se quejaba de la cultura de los derechos que, dicho sea de paso, la Concertación metió desde 1990, y de la ausencia de deberes. Inventan ‘derechos’ que se financian a costa de terceros. En realidad, no son derechos sino privilegios. Se quejaba que los estudiantes salen a protestar, y que de paso, destruyen todo a su paso, pero a la hora quiubos o la hora de dar cuenta, prefieren no votar. Nótese que se quejan de los destrozos públicos y privados. Sin embargo, los intelectuales de Izquierda chilenos desprecian el orden y la propiedad privada. Como se darán cuenta, las ideas de derecha han prendido incluso en las personas de Izquierda, aunque ellos, no lo admitan.

 Los mencionados, asimismo, se quejaban de que por el trabajo de vocal, el Estado les debió haber pagado ‘al tiro’. Trabajo terminado, trabajo pagado como ocurre en el mundo privado. Si estuviesen informados se darían cuenta que toda empresa privada que provee al Estado, éste es el último en pagar a diferencia de aquél. Eligieron más Estado, háganse responsables.

Hasta la elección presidencial norteamericana entre George Bush hijo y Al Gore, Estados Unidos se caracterizaba por una alta abstención. Nadie, empero, ha cuestionado el sistema electoral. Ni les ocurre cambiarlo por el sistema proporcional.

 En la elección presidencial 2013 ganó la abstención con un porcentaje cercano al 60%. Cuando se abrieron los registros electores, fui al servicio electoral a inscribirme. En el antiguo sistema, la inscripción era voluntaria, sin embargo, el voto obligatorio. Con el nuevo sistema que parece que nació con la ex Concertación, no sé si de Ricardo Lagos, la inscripción es automática, y el voto voluntario. Debido a la alta abstención, la Nueva Mayoría y sus iluminados desean restaurar el voto obligatorio. Los vocales de Izquierda manifestaron que querían ese tipo de voto. Por mi parte, soy partidario de la inscripción y el voto voluntario, pues la inscripción automática significa que ya alguien decidió por uno. Ese sistema se parece a la ley de donación de órganos que sacó el gobierno de Piñera, donde no le preguntan si desea donar. Simplemente se los quitan. La inscripción automática equivale a la pactación unilateral del caso de la multi tienda ‘La Polar’, que tanto escandalizó a los zurdos. Cuando los políticos suben los impuestos, no nos preguntan. Ahí le gusta ser unilaterales.

Los representantes de la Derecha tienen sus propios problemas que no quieren reconocer las causas de la derrota parlamentaria y presidencial. Espero que nuestros representantes y líderes tengan en claro, por lo menos: que son oposición y no amigos; que la Izquierda es totalitaria, incluida Bachelet; que la ‘calle’ representada por los Movimientos Sociales fachadas del Partido Comunista van a seguir extorsionando, aun cuando éstos perdieron abrumadoramente en la elecciones presidencial; que las leyes se hacen en el parlamento y no en ‘la calle’; que Bachelet piensa lo mismo que ‘la calle’; que en la Nueva Mayoría no existen liberales que respeten los derechos humanos de primera generación. Por último, que si Bachelet está en problemas con sus aliados, no le pasen un salvavidas, a menos, que haya una transacción que les duela: fin de la persecución a los militares y libertad para éstos.

En realidad quien está en aprieto es la coalición que ganó. Bachelet planteó la elección entre continuidad y cambio. A grandes rasgos, los que se abstuvieron desean la continuidad económica y política. La Nueva Mayoría ganó el gobierno, sin embargo, no le da derecho a destruir el país, ni vulnerar los derechos individuales. Ahora bien, si gobernar significa no hacer nada, tendrán que conformarse con eso. El nuevo gobierno tendrá que conformarse con resguardar la vida, la libertad y la propiedad. Si la Nueva Mayoría hace un tipo de gobierno como la ex Concertación, Bachelet perderá la cabeza, pues tendrá la oposición de quienes la votaron. Según ‘El Mercurio’ en su sección ‘Economía y Negocios’ del martes, dice que los agentes económicos JPMorgan y Citi BanChile “creen que lo más decisivo será quién asuma en Hacienda, ya que el nuevo ministro deberá tener el perfil moderado y en línea con las últimas administraciones”. Si, por el contrario, la Nueva Mayoría, desea llevar los cambios estructurales que la mayoría no quiere por las buenas o por las malas, le aparecerá la oposición de los hedonistas consumidores que mencionó en una columna Gonzalo Rojas.

Mientras esperaba el cambio de luces en el paso cebra, escuché una explicación a unas señoras acomodadas de la razón de porqué ganó Bachelet. Es una explicación femenina, no feministas, que son dos cosas totalmente distintas. Según ellas, la electa presidenta ganó porque se parece a las mayorías de las chilenas: chica, chata y gordita. Que sonríe y mueva la mano.En cambio, Matthei no encajaba con el perfil de las chilenas. La actriz Liz Taylor hubiese ganado, la joven cantante de música country Taylor Swift hubiese perdido. La candidata oficialista hubiese estado mejor en Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia.

 Con la elección de Bachelet continuará el lavado de cerebro y el odio en la convivencia nacional, sobre todo, cuando se acerque septiembre. Quizás se le ocurra elaborar otro informe sobre derechos humanos, dejando al descubierto la relación entre los alienígenas ancestrales y la Junta Militar. ¿Quién introdujo lo que la Izquierda llama ‘la violencia política’ en los sesenta del siglo pasado? Los alienígenas ancestrales. Los políticos de la Derecha se quedan de brazos cruzados cada vez que la Izquierda les saca el Gobierno Militar. En cambio, nuestros representantes no le se sacan en cara la Unidad Popular, las colas y el terrorismo. Así, por ejemplo, el diario de Izquierda ‘The Clinic’ en su última portada antes de la segunda vuelta se burló del slogan de Matthei comparándola con He Man: “Sí se puede”. Enfatizando la palabra ‘Sí’ por el plebiscito.


Puesto que la historia es circular, ya lo vemos en las declaraciones de los dirigentes de la Nueva Mayoría que insisten en los cambios estructurales porque ‘la mayoría’ voto por ellos. Están repitiendo a la Unidad Popular. Insisten que son mayoría cuando son minoría de acuerdo con el padrón electoral. Conviene recordar las algunas palabras del Acuerdo de la Cámara de Diputados: “2º Que la juridicidad del Estado chileno es patrimonio del pueblo que en el curso de los años ha ido plasmando en ella el consenso fundamental para su convivencia y atentar contra ella es, pues, destruir no sólo el patrimonio cultural y moral de nuestra nación sino que, en la práctica, negar toda posibilidad de vida democrática; 3º Que son estos valores y principios los que se expresan en la Constitución Política del Estado que, de acuerdo a su artículo 2º, señala que la soberanía reside esencialmente en la nación y que las autoridades no pueden ejercer más poderes que los que ésta les delegue y, en el artículo 3º, se deduce que un Gobierno que se arrogue derechos que el pueblo no le ha delegado, incurre en sedición;”.

Ahora como al principio del gobierno de Piñera, voy a citar las palabras del político inglés Lord Acton: “El precio de la libertad es la eterna vigilancia”.